Al día siguiente cuando me desperté me pude dar cuenta de que Mark ya no estaba en la cama, me levanté,y entré en el cuarto de baño me asee un poco, volví al dormitorio y me vesti, baje las escaleras acercandome hasta la cocina, Cuando entre mi esposo ni me miró, fingiendo que la noche anterior no había sucedido nada entre los dos, me puse una taza de café sentandome en la silla de la cocina para desayunar tranquilamente, ya que mi hija ya la había llevado Violeta con el chofer a su guardería. Mark ni me habló, ni me humilló ni tan siquiera me preguntó absolutamente nada. En un principio me sentí mal, porque lo que hubo al principio en nuestro dormitorio fue una absurda pelea, pero después en la ducha, senti que habia amor entre los dos, así que me dolía estar de frente a mi esposo con el semblante serio los dos, estando él sin ninguna expresión en su cara y además ignorando mi presencia. Los días siguientes fueron muy fructíferos para mi, ya que unos de esos días que Mark se march