Mia no pudo hablar, solo dejó caer lágrimas que tanto le costaba contener después de lo que pasó con Dante y tomó a Lydia para ponerla detrás de su cuerpo, sin soportar como su padre se refería a Lydia. Estaba demasiado decepcionada de Carson, él solo escuchaba la versión de Mandy y era capaz de tratar mal a su propia nieta. Incluso si le hubieran dicho que Mia había matado a alguien, se lo habría creído.Lydia al ver que su mamá está llorando y su abuelo sigue molestándola, también rompe en llanto. Isabel y Katherine que habían escuchado los gritos de Carson subieron las escaleras corriendo e Isa de inmediato se pone frente a madre e hija para protegerlas. Y Katherine se cruza de brazos, mostrando una mirada muy contrariada; nunca ha visto a un padre que pueda tratar así a su hija.— Señor Carson Miller, por favor, abandone esta casa inmediatamente o llamaremos a la policía por allanamiento de morada. — Advirtió Katherine. — Señorita Katherine, esto no es asunto suyo. Estoy edu
Al entrar a la Mansión de Charles Walsh, Mia no puede evitar notar que este lugar es más grande que la mansión de Dante, pero también mucho más frío, parece una especie de museo, no como si viviera una familia. Todos los sirvientes tienen la cara seria o bajan la cabeza, como si no supieran nada y serás castigado por un descuido.Mia se mordió el labio inferior con nerviosismo. No le gustaba el ambiente aquí, parecía más serio que el del lugar de trabajo.—Mamá, no me gusta esto. ¿Podemos irnos a casa? — Lydia tomó la mano de Mia con fuerza y dijo temblorosa.—Mi niña, todo está bien, es solo que el abuelo del Sr. Walsh quiere vernos. — La consoló Mia intentando darle una sonrisa tranquilizadora a su pequeña, cuando ella misma estaba muriendo de los nervios. —¿Cuándo vendrá papá a vernos? Mia se quedó sin palabras. Dante fue tan decidido e indiferente ayer. Ella apenas podía reconocerlo como un hombre amable. No creía que él todavía quisiera verla, por lo que planeó decirle al
—Quiero decir que su nieto ya me ha rechazado en mi cara, así que ¿por qué hace esto? — Mia miró confusa al anciano que tenía delante, él parecía vigilar de cerca a Lydia como si estuviera confirmando algo.—Haz que tu hija venga a verme. — Ordenó el anciano con severidad. Con eso el mayordomo se acercó a Mia.Mia estaba a punto de negarse cuando el mayordomo ya había jalado a la pequeña hacia el anciano.—Mami, tengo miedo – Lydia se volvió con lágrimas en los ojos, y cuando Mia intentó abrir la boca para suplicar, el anciano la cortó.—¿Cuánto tiempo llevas siendo la amante de mi nieto? — Charles miró a la niña, examinando el pelo, los ojos y la nariz de Lydia. El ceño se le frunce al ver el parecido de la niña con Dante. Inconscientemente, alarga una mano arrugada para tocar la cabeza de Lydia, pero la niña la esquiva llamativamente.—¡Sr. Walsh, nunca he sido amante de nadie, y nunca ha pasado nada entre tu nieto y yo, ahora, por favor, devuélveme a mi hija! — Aseguró Mia fur
—¿De que hablas? — Cuestionó Dante mirando a Isabel completamente desconcertado. —Tu abuelo, él se llevó a Mia y a Lydia, he intentado comunicarme con ella y tiene el teléfono apagado, no se como están y estoy preocupada, no finjas no saber lo que él hizo ahora, ya le rompiste el corazón, ¿Qué más quieres de ella? — Preguntó Isabel mirándolo como si quisiera matarlo.Cuándo despertó en la estación de tren solo sabía que se habían llevado a Mia y a Lydia, buscó informar a la policía para buscar a su amiga y a la niña, pero cuando la policía revisó las cámaras le dijeron que Mia se había ido por su propia voluntad y que dejara las cosas así, que estaba tratando con gente poderosa, solo escuchó susurrar a un policía que estas eran las personas de Charles Walsh. Isabel se llenó de desesperación, solo sabía que este era el abuelo de Dante, pero simplemente no podía hacer nada, solo podía esperar que Mia regresará sana y salva, pero mientras pasaban las horas y ellas no regresaban se
—Mami no me gusta estar aquí, quiero que volvamos a casa con la tía Isa. — Murmuró Lydia frunciendo el ceño con descontento, Mía suspiró acariciando el cabello de su pequeña. Ella también estaba ansiosa por irse, era demasiado incómodo para ella este lugar, pero había sido obligada a quedarse y con un millón de dudas en su cabeza. No entendía lo que el anciano pretendía hacer, él parecía despreciarla de la peor forma, pero entonces, ¿Por qué la obligó a firmar ese prenupcial y a quedarse aquí para casarse mañana con Dante? No lograba comprenderlo y esto la hacía sentir completamente ansiosa, con miedo y preocupada. —Mañana regresaremos con la tía Isa mi amor, ahora es hora de que duermas. — Suspiró Mia intentando no demostrarle sus preocupaciones a su pequeña. —También quiero ver a papá y a Liam, los extraño, especialmente a papá. — Musitó Lydia con una pequeña sonrisa al pensar en Dante. —Creo que tal vez mañana los veamos a los dos. — Dijo Mía sin poder disfrazar la
Mia veía el vestido blanco que le había entregado hace un momento con disgusto, él vestido no era feo, aunque no parecía ser para una boda ostentosa sino muy discreta, de igual forma era de una marca muy costosa, solo que ella no quería casarse con Dante de esta manera y estaba aterrada de que él la humillara frente a todos o que lo hiciera Bruno. Como este último también es parte de esta familia es probable que asista a la ceremonia y no sabe si volverá a decir mentiras sobre ella, no puede soportarlo. —Señorita Miller, tiene veinte minutos para vestirse y salir. — La instó una de las criadas y Mia suspiró tratando de contener las lágrimas. Quería huir desesperadamente de aquí, pero después de la amenaza se Charles sabía muy bien que no podía hacerlo o se enfrentaría a terribles consecuencias. —Ok. — Dijo Mia y miró a Lydia que estaba viendo la televisión. — Cariño es hora de bañarse. Lydia al escuchar la voz de su madre volteó a mirarla. —¿Para ver a papá? — Preguntó
El sacerdote asintió y dio inicio a la ceremonia, siguiendo el protocolo, Dante no volvió a mirar a Mía mientras ella sentía un torbellino de emociones en su estómago y corazón, pero cuándo llegó la pregunta más importante, él corazón de Mia dio un vuelvo y él lugar quedó en absoluto silencio, casi podía escucharse un alfiler caer. —Señor Dante Walsh, ¿quieres recibir a Mia Miller, como esposa, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así amarla y respetarla todos los días de tu vida? Mia podía casi escuchar su corazón de lo fuerte que latía, mientras veía a Dante en silencio. ¿Él no la rechazaría verdad? Después de todo había llegado, ¿O solo quería humillarla en persona? En esos segundos de silencio tenso, ella podía sentir que se volvería loca y sus manos temblaban cada vez más. —Si, quiero. — Respondió Dante acabando con el martirio de Mia o tal vez iniciando con uno peor, porque ella no podía comprender porque él
—Papá, ¿Dónde estabas? ¿Por qué me enviaste aquí solo con la niñera? — Preguntó Liam furioso al ver a su padre entrar por la puerta, pero al ver a las dos personas que los seguían abrió los ojos de par en par. — Mamá. — Dijo Liam emocionado, lanzándose hacía Mia y ella de inmediato lo abrazó. Al menos se sentía bienvenida por el pequeño y verlo de nuevo la reconfortaba. —Liam, ¿Cómo has estado? — Le preguntó Mia, realmente había extrañado a este pequeño niño lindo. —Bien. — Liam contestó con una sonrisa e iba a mirar a su padre si había traído a su madre y a Lydia para quedarse con ellos como había prometido, pero Dante ya estaba subiendo las escaleras.Mía lo miró irse con cierta perdida y dolor en sus ojos, pero ante todo el cariño de Liam ella intentó olvidarse de esto, hasta que recordó que Isabel debería estar muy preocupada por ella en este momento y aún no le había enviado ni un mensaje para avisarle que estaba bien debido que en la casa de Charles, este le había qui