NICOLÁS COOPER.

—Wow —murmura sorprendida una vez que entramos

—¿Te gusta? —le cuestiono cerrando la puerta.

—Sí —me contesta caminando un poco mientras sigue viendo el departamento—. Sinceramente, me lo imaginé diferente.

—¿Cómo te lo habías imaginado? —pregunto con un tono un poco burlón mientras la abrazo por la espalda— ¿Qué sería todo negro con candelabros y arañas por todos lados?

—Solo que sería todo negro —me responde—. Sueles usar colores oscuros.

Suelto una pequeña risa antes de dejar un beso en una de sus mejillas y separarme de ella.

—¿Quieres algo de tomar?

—Agua, por favor.

—En un momento te lo traigo, guapa —le doy un corto beso en los labios—. No tardó, ponte cómoda.

Le doy otro beso antes de dirigirme a la cocina e ir por la bebida de mi melodía.

Cuando regreso a la sala me encuentro con ella sentada en un sofá mientras busca algo en su bolso.

—¿Se te ha perdido u olvidado algo? —le cuestiono mientras le tiendo el vaso de agua.

—Solo buscaba mi celular —agarra el vaso