ACACIA LUNA.—Estas un poco rara —me dice— ¿Ocurrió algo?Lo veo por un momento antes de regresar mi atención a mi café.—Nada —le respondo—. Solo que Cameron descubrió lo nuestro.Levanto la mirada para verlo y me encuentro con una expresión de sorpresa en su rostro.—¿Cómo..?—Regreso antes de su viaje y nos escucho el sábado en mi habitación haciendo... ya sabes que.—Oh, mierda —masculla.—Sí, eso mismo pensé cuando me lo dijo —le digo y después cubro mi rostro con mis manos—. No puedo creer que nos haya escuchado.—Pudo ser peor —me dice—. Si hubieras dejado la puerta abierta, también nos hubiera visto.—Si estas tratando de animarme, déjame decirte que no lo estas consiguiendo.—Bueno, por lo menos lo intente —me dice soltando una pequeña risa—. Solo no pienses en eso.—No puedo evitar hacerlo —le confieso—. Y sinceramente, no sé hasta cuando podre verlo a la cara sin recordar eso.—Bueno, puedes mudarte conmigo hasta que dejes de pensar en eso.—Esa no es una solución.—No, pe
ACACIA LUNA.Veo como Alex se acerca a mí.—Hola —me dice mientras yo lo sigo viendo sorprendida—. Cuanto tiempo, ¿podemos hablar?Lo sigo viendo perpleja.—¿Hola? Tierra llamando a Acacia, ¿me escuchas?Parpadeo y salgo de mi asombro.—Sí, lo siento —le digo—. Es que me sorprendí.—Sí, se noto —se sienta en la silla a lado mío— ¿Qué haces aquí?—Vine a desayunar con alguien.—¿Y dónde esta esa persona?—Salió un momento a atender una llamada —le digo y luego por la ventana busco a Nicolás hasta que lo encuentro—. De hecho, ahí esta.Señalo en donde se encuentra mi pareja, el cual, nos da la espalda.—¿No es tu hermano, verdad?—No, él ahora debe estar arreglándose para ir al trabajo.—¿Y cómo esta él? —me inquiere—. Hace años que no sé nada de ustedes.—Él esta bien.—¿Y tú?—También estoy bien.—Me alegra —me dice— ¿Y qué haces en Canadá?—Vivo y trabajo aquí —le contesto—. Y de hecho, Cameron también, ¿tú también vives aquí?—No, yo estoy aquí por un viaje de negocios.—Oh, ¿y cuán
ACACIA LUNA.—Aquí esta su café, señor Cooper.Veo discretamente como Alba se inclina más de lo normal a tal punto que por un momento puedo ver un poco de sus pechos.Aparto la mirada rápidamente y regreso mi atención a los documentos delante mío.No puedo creer que haya visto eso.—Señorita Luna —levanto la mirada para ver a Nico viendo unas cosas en su computadora—, no entiendo esta parte, ¿me la podría explicar, por favor?Me levanto de mi asiento al mismo tiempo que Alba sale de la oficina.—¿Qué es lo que no...? —veo lo que hay en la pantalla y luego lo veo a él— ¿Es en serio?Nicolás me sonríe antes de tomarme de la cintura y jalarme para hacer que termine sentada en su regazo.—No —le digo en voz baja mientras intento zafarme de su agarre y él se ríe con su cabeza oculta en mi cuello—. Estamos en el trabajo, alguien nos podría ver.—Estamos en mi oficina —me dice—. Nadie va a entrar aquí sin antes llamar a la puerta.—¿Pero y si...?—No te preocupes —siento como deja un beso en
NICOLAS COOPER.Veo como mi melodía se baja de mi, arregla su apariencia y sale de la oficina lo más rápido que puede, pero por mala suerte, para cuando reaccionó y salgo detrás suyo, ella ya se encuentra bajando por el elevador.Me doy la vuelta molesto y me dirijo a mi oficina, en dónde mis amigos están todavia en sus lugares sorprendidos.—¿¡Qué les pasa!? —cierro la puerta— ¿¡Por qué no tocaron antes!?—Creímos que estarías solo —contesta Leon.—Asi que no pensamos en tocar la puerta —añade Robert.—¿Desde cuándo se acuestan?Veo furioso a Michael mientras Leon y Roberto lo ven mal.—Ay, por favor —habla Michael—, ni me miren asi, ustedes también quieren saber eso.—Eso es lo de menos —dice Roberto.—Encontramos a nuestro amigo y jefe a punto de tener sexo con su traductora, ¿y en serio me dices que eso no importa? —No es que no importe si no que... ¿Por qué seguimos hablando de esto?—Es lo mismo que yo me preguntó —les digo enojado.Roberto levanta la manos en señal de paz mien
ACACIA LUNA. Relájate, Acacia, todo va a estar bien.Solo tienes que actuar normal.¡Tú puedes!El elevador se detiene y abre sus puertas.¿Lo malo?Quienes entran son nada más ni nada menos que Mancini y Gautier, quienes me ven brevemente antes de seguir con su conversación.Las puertas del elevador se cierran y no mucho después, ellos dejan de hablar y el elevador se queda en un silencio incómodo.¡AH, NO PUEDO!¡NECESITO SALIR DE AQUÍ!Me empiezo a impacientar y veo el número de pisos que vamos subiendo, hasta que por fin llegamos al último.Las puertas se abren y ellos salen primero y no mucho después lo hago yo, pero la diferencia es que camino más lento que ellos hasta que entran a una oficina y entonces empiezo a caminar a mi velocidad normal.Entro a mi oficina y apenas dejo mi bolso en mi escritorio cuando alguien llama a la puerta.—Adelante.La puerta se abre y por ella entra Alba con una expresión de molestia.—El señor Cooper te quiere en su oficina ahora —me informa—. N
NICOLÁS COOPER.Veo sorprendido a mi melodía antes de reaccionar.—Mate es la abreviación de soulmate —le revelo—, de donde venimos los chicos y yo a la persona con la que estas dispuesto a pasar el resto de tu vida de manera romántica se le dice mate.—¿De dónde vienen? —cuestiona confundida— ¿De dónde eres?—Soy de un pequeño pueblo a las afueras de Escocia —le revelo por lo cual ella me ve sorprendida—, es tan pequeño que no aparecen en los mapas, pero si existe.—Nunca me hubiera imaginado que fueras de Escocia.—Nadie se lo imagina —le revelo—, es algo que nunca digo al menos que me pregunten.—Aunque ahora que lo pienso tiene sentido —me dice confundiéndome—, cuando nos conocimos, me hablaste en escoces, pensé que lo hablabas perfectamente porque lo habías estudiado, no porque fuera tu idioma natal.—Hay muchas cosas de mi que te sorprenderán —le revelo.—¿Ah, sí? —asiento— ¿Cómo qué?Pienso un poco antes de contestar.—En el pueblo donde crecí, mis padres eran los lideres —me v
NICOLÁS COOPER.—Aún sigo sin creer que hayas ganado la apuesta.—Te dije que iba a volver a suceder —le digo mientras conduzco—, yo nunca me equivoco.Mi melodía sonríe antes de seguir bebiendo su café.Hace unas horas llegamos a Escocia y en este momento me encuentro conduciendo a mi manada, aunque, por supuesto, voy a tomar una ruta que dé directamente a mi casa, de lo contrario, tendría que explicarle antes de tiempo a mi melodía porque nadie se altera a ver a alguien transformándose en lobo o haciendo otra cosa que para ella seria todo lo contrario a "normal".—¿Qué te gustaria hacer al llegar? —le pregunto en un intento de distraerme para no seguir pensando en como será su reacción cuando le cuente toda la verdad— ¿Te gustaria descansar o comer algo?—Creo que me gustaria salir a explorar tu pueblo —aprieto los labios— ¿Ocurre algo? Te ves tenso.—No es nada —le miento—. Pero pienso que seria mejor que comiéramos y descansáramos un poco antes de ir al pueblo.—¿Ok?El auto vuelv
ACACIA LUNA.—Aún no puedo creer que hayas crecido en un lugar tan hermoso como este.—¿Hermoso? Para mi es normal.—Eso es porque estas acostumbrado a esto, si fueras alguien externo, como yo, pensarías diferente —le digo mientras sigo viendo por la ventana del auto—. El lugar parece de otro mundo.Escucho como Nicolás se atraganta con su saliva, por lo cual, lo volteo a ver.—¿Te encuentras bien? —le pregunto preocupada.—Sí, estoy bien —me responde con la voz un poco ronca después haber tosido por bastante tiempo—. No te preocupes.Lo veo dudosa por unos segundos más antes de volver a observar el pueblo por la ventana del auto.Desde que llegamos a su pueblo, he notado que hay momentos en los que Nicolás esta bastante raro, como si ocultara algo, lo cual, me preocupa cada vez más, pero no como para tener miedo y temer por mi seguridad, algo que espero que no suceda.El auto sigue moviéndose hasta que se detiene delante de un edificio.—El lugar para desayunar esta cerca de aquí —me