ACACIA LUNA.
—Aquí tiene su licuado, jovencita —me dice la señora entregándome mi vaso.
—Gracias —le doy un billete—. Quédese con el cambio.
—¡Vuelva pronto! —escucho como me grita cuando estoy saliendo del local.
Son apenas las tres de la tarde, el clima es perfecto; no hace calor, pero tampoco hace frío.
Es uno de esos días en los que disfrutas como los pocos rayos del sol junto con su aire te pegan en todo el cuerpo.
Creo que se podría decir que el clima es perfecto.
Lo malo es que Cameron se fue de viaje y no tengo trabajo hoy, así que me la pasaré en mi habitación o en el sofá buscando con que entretenerme.
Y si no encuentro con que entretenerme, entonces me dormiré o buscaré un libro en la librería que está cerca del edificio en donde vivo.
Sí, ese es un muy buen plan.
—Disculpa —un hombre se me acerca—. Estoy perdido, ¿sabes dónde queda esta dirección? —me enseña un pedazo de papel.
—Claro —le respondo—. Doblas a la izquierda en esta esquina y luego es todo derecho.
—Gracias —me dice, veo como corre y dobla la esquina.
Al parecer tenía prisa.
—Hola, otra vez —me dice el mismo hombre cuando pasó por la esquina en donde él dobló.
—Hola —lo saludo— ¿Necesitas que te vuelva a explicar de nuevo la dirección?
—Por favor —me dice.
—Es todo derecho —le explico señalando el camino—. Que tengas suerte, bye.
—Bye, Luna.
En cuanto escucho mi apellido me detengo.
¿Qué carajos acaba de decir?
—¿Disculpa, dijiste algo? —le pregunto.
—Es bastante gracioso que tu apellido sea Luna, cuando tú en realidad eres una luna.
No te asustes, a lo mejor es un ex-conocido.
—No te recuerdo, ¿de dónde te conozco?.
Por favor que sea alguien que conocí, pero que no recuerdo.
—Tú no me conoces a mí —da dos pasos hacia mí—. Pero yo a ti sí.
—Ah, ya entendí —le digo—. Eres uno de los amigos de mi hermano, perdón por no reconocerte, pero soy mala para recordar rostros, más si solo los he visto una vez.
—Lamento informarte que no soy amigo de Cameron.
—Si no eres su amigo, ¿entonces cómo sabes su nombre?
—Conozco mucho sobre tu vida Acacia, por ejemplo, sé que anoche tu hermano y tú cenaron hamburguesas con carne rellena de queso, papas fritas y tocino, todo eso fue cocinado por ti, también sé que al mediodía ambos se contactaron, incluso sé que escondes debajo de tu cama.
Piensa en algo, piensa en algo.
—Creo que te has confundido —es lo primero que le digo—. Mi nombre no es Acacia.
—Que raro —dice él.
—Sí, lamento la confusión, tengo que irme, bye.
Me doy la vuelta y me dispongo a caminar, pero él me agarra del brazo.
Dios, si me sacas de esta situación, juro que le daré todo mi salario a una persona necesitada.
—Vámonos —me dice y me empieza a arrastrar.
—¡Suéltame! —forcejeo, pero no logro deshacer su agarre.
Es muy fuerte.
—Tranquila, no tienes que tener miedo, no te voy a hacer nada —me dice.
Sí, claro, como no.
Espera un segundo...
¡La llave!
—¡Que me sueltes! —le grito y después le encajo mi llave en su brazo, haciendo que me suelte.
¡Corre más rápido!
—Hola, luna —otro hombre se interpone en mi camino de repente y me carga por la cintura.
¡Otro loco no por favor!
—¡Suéltame! —le reclamo.
—Lo siento, pero no puedo, se lo puedes reclamar a Nicolás en cuanto lo veas —me dice.
¿Nicolás? ¿¡Quién rayos es Nicolás!?
—¡AYUDA! —empiezo a gritar y a moverme desesperadamente
—Nadie te va a ayudar —me dice el primer hombre llegando hacia nosotros—. De hecho, nadie te escucha, así que te recomiendo que dejes de gritar.
—¡DÉJENME IR. MALDITOS LOCOS!
—Sí que das pelea —me dice el hombre que me tiene agarrada.
—¡QUE ME DEJES! —le grito mientras le doy una patada al chico de adelante, el cual se ríe de mi golpe.
¿¡Por qué se ríe!?
—¿Crees que eso me va a doler? —me pregunta el hombre al que golpeé.
—Deja de reírte y mejor ayúdame —dice el hombre que me tiene agarrada.
No, no, no, no, no.
—Tranquila, todo va a estar bien —me dice el otro chico, después de eso todo se torna oscuro.
¿Qué está sucediendo?
NICOLÁS COOPER.—Hola —es lo primero que digo cuando contesto la llamada.—Ya tenemos a tu mate —me dice Michael—. La estamos llevando a la casa.—Recuerden entrar por la cochera —le digo—. Asegurence de que ella no se vea por las ventanas del auto, no quiero que alguien la vea, eso me va a causar muchos problemas.—¿Te va a causar problemas? —me inquiere—. NOS va a causar problemas querrás decir, te recuerdo que nosotros también estamos involucrados en esto.—Entonces hagan todo bien y nadie se va a tener que preocupar de que nos descubran.—Sé que ya te lo había dicho antes, pero hay otras formas de ligar.—Los veo en la casa —le digo—. Cuídenla bien —le ordeno, posteriormente,termino la llamada.🌙 🌙 🌙 🌙 🌙Aparcó el auto delante de la casa que he comprado para estar con mi mate.Aunque no vamos a estar mucho tiempo aquí, necesitaba un lugar en el que estuviéramos los dos solos, un departamento habría sido más complicado, ya que era imposible entrar con ella sin que nadie nos vi
ACACIA LUNA.Agg, mi cuello.¿Por qué tengo que dormir en una posición tan incómoda?Hace mucho calor.¿Apague el aire acondicionado?No, espera, solo lo apago cuando tengo que salir a algún lado.A lo mejor fue Cameron.Pero él esta de viaje de nuevo.¿Se habrá ido la luz?Mejor sigo durmiendo.Espera un momento...¿Cuándo me dormí?¿Cuándo llegue al departamento?¡Los locos!Abro los ojos, pero cuando lo hago, todo parece estar moviéndose.Rayos,esto me está provocando dolor de cabeza.—Al fin despiertas —me dice alguien.Me siento en la cama rápidamente y veo como hay un hombre enfrente mío sentado en un sofá.¿Quién es el?—¿Quién eres? —le pregunto mientras me arrepiento de haberme sentando tan bruscamente.Tonto dolor de cabeza.—Dormiste mucho —me dice—. Ya anocheció, ¿tienes hambre?.—¿Quién eres? —le vuelvo a preguntar.—Supongo que eso es un no —me dice—. Te ves mal, ¿te duele la cabeza, verdad?— ¿Quién eres? —vuelvo a preguntar.—Pareces disco rayado, preciosa.—No me diga
TIEMPO ATRÁS.Melody se empezó a despertar y al hacerlo, se dio cuenta de dos cosas:La primera, es que tiene dolor de cabeza.La segunda, es que ya no está en su habitación.—Despertaste —le dice una voz, Melody voltea a ver a su izquierda y observa como Ian,su hermano mayor, está apoyado en el marco de la puerta.—Me duele la cabeza —es lo primero que Melody le dice a su hermano.—Es normal —le dice Ian a su hermana—. Estuviste "muerta" —hace las comillas con sus dedos— ¿Lo recuerdas, verdad?—Sí —contesta Melody mientras se sienta en la cama— ¿En dónde están Nadia y Mauro?—En su casa, llamaron hace rato para preguntar por ti —contesta Ian sentándose a un lado de su hermana.—¿En su casa? Espera —hizo una pausa viendo todo a su alrededor— ¿En dónde estamos?.—En nuestro departamento —contesta Ian.—¿En nuestro departamento? —pregunta Melody.—Sí, en nuestro departamento —contesta Ian—. Todavía falta comprar los muebles, lo único que compre fueron las camas de aire —Ian hace una pau
ACACIA LUNA.—¿Sorprendida, verdad? —me pregunta el loco.Di algo, di algo, di algo.—Duerme —se quita de encima mio—. Seguiremos hablando mañana.Observo como va hacia la puerta y sale de la habitación.¿Cómo es que lo sabe?🌙 🌙 🌙 🌙 🌙Despierto y veo un ramo de tulipanes rojos al lado mío.Esperaba que fuera un mal sueño.Debo salir de aquí.Me siento en la cama mientras miro a mi alrededor.Lo bueno es que no esta aquí.Me paró de la cama y me dirijo a la puerta, que para mi sorpresa, no tiene llave ni nada parecido.Al parecer el loco es bastante tonto.Miro por afuera del cuarto y veo un pasillo, me dirijo hacia la derecha, pero después de doblar el pasillo, me encuentro con una pared, así que regreso para ir hacia la otra dirección, la cual me lleva a unas escaleras.Empiezo a bajar despacio las escaleras, y mientras lo hago, observo como el loco está en la cocina preparando algo.Sigo caminando sin hacer ruido y cuando por fin llego a la puerta, intento abrirla pero no pued
NICOLÁS COOPER.Observo como mi luna se mueve en la cama y abraza a una almohada para seguir durmiendo.Algo adentro de mi se mueve y me dice que está mal tenerla aquí a la fuerza, pero decido ignorarlo.He planeado esto desde que la encontré y no voy a retroceder.Me acerco a la cama y la cobijó hasta los hombros, está lloviendo afuera y eso hace que la temperatura baje y no quiero que se enferme.Al verla tan calmada, me dan ganas de acostarme de nuevo con ella y seguir abrazándola hasta que se despierte, aunque ella no me quiera.La veo por última vez y salgo de la habitación rumbo a la cocina, en donde empiezo a buscar lo necesario para preparar el desayuno.—¡Hola! —dice Michael entrando a la casa, detrás de él entran Leon y Roberto.¿Por qué están aquí?—Trajimos pollo asado —informa Leon dejando cuatro bolsas en el mesa— ¿Cómo esta la pequeña fiera? —me pregunta riendo y le gruño.—No le digan así —les digo a los tres—. Y sigue dormida.—Pobre chama —suspira Michael—. De seguro
NUEVA PORTADA HECHA POR -PORTADAS-—No entiendo como es que te sigue gustando esta película —le dice Ian a Melody.La susodicha solo alza los hombros y se dedica a seguir viendo Mulán.—¿Sabes algo nuevo de Dylan y Emily? —habla la chica después de un rato.—Solo que ambos sacaron el primer lugar en su clase.—Que bueno —dice Melody— ¿Sabes algo de Tamara?—A ella ni me la menciones —dice Ian molesto.—¿Qué hizo esta vez? —pregunta Melody dejandole de prestar atención a la película.—Quería obligar a Emily hacer su tarea.—¿Es enserio? —dice Melody molesta y sorprendida— ¿Y qué paso?—Dylan la detuvo y les dijo a nuestros padres, ellos solo la "regañaron" y les pidieron a los mellizos que no "presumieran" sus calificaciones enfrente de ella.—No lo puedo creer —dice Melody—. Creí que con nuestras "muertes" ellos cambiarían.—Pues no fue así —dice Ian—. Ellos siguen siendo los mismos de siempre y Tamara sigue siendo una maldita perra igual que siempre.Despierto sobresaltada.¿Por qué
ACACIA LUNA.896897898899900—¡Oye, loco 3! —me paro del piso y me acerco a la puerta— ¡Ábreme, ya pasaron 15 minutos!—¡No dejes salir a ese demonio disfrazado de angel! —escucho que grita alguien.¿Demonio disfrazado de angel?Que poco original.Mejor hubiera dicho: "no dejes salir a ese angel del demonio".Es lo mismo, pero más genial.—¡Ábranme! —empiezo a golpear la puerta— ¡Malditos locos!—Con esa boquita no te voy a abrir —me dice el loco 3 desde afuera—. Al menos que la cambies, claro.—¡Oh! —finjo mi lamento—. Lamentablemente, está es mi boca y no la puedo cambiar, así que ni modo, tendrás que abrirme y aceptarme tal cual soy.Bueno, déjenme explicarles el porqué termine encerrada en la habitación.Después de que el loco 2,el loco 3 y Leon llegaran a casa y consiguieran un servicio a domicilio (que siendo sincera, no sé donde lo encontraron) empezamos a hablar, bueno, ellos empezaron a hablar y yo solo me dediqué a ignorarlos por que lamentablemente para mi, Nicolás (el
ACACIA LUNA.—Tengo hambre.—Ah, ok.—Tengo hambre.—Sí, aja.—Tengo hambre, tengo hambre, tengo hambre...—Si tienes hambre puedes ir a la cocina y prepararte algo —le digo molesta a Michael—. Para eso tienes dos manos.—Que gruñona.—Y con mucho orgullo —agrego—. Ahora cállate que quiero ver el dorama.—No sé que le ven las mujeres a los doramas, son muy aburridos.—En primer lugar, los doramas son lo MEJOR del mundo; y en segundo lugar, los hombres también los ven.—Del anime a lo mejor te lo creo, pero del dorama...—Cállate y déjame ver a gusto la televisión.—Y también eres mandona, genial —murmura—. Simplemente genial.—Si, como digas, solo cállate.—Eres igual que Nicolás —me comenta—. Ahora entiendo porque son mates.—Y yo ahora entiendo el porqué no te quisieron llevar con ellos.Michael solo bufa y voltea a ver hacia otro lado.Por fin voy a po...—Tengo hambre.Rayos.—Tienes dos manos —le digo—. Úsalas para quitarte el hambre.—¿¡Quieres que me coma mis manos!? —exclama—