TIEMPO ATRÁS.

Melody se empezó a despertar y al hacerlo, se dio cuenta de dos cosas:

La primera, es que tiene dolor de cabeza.

La segunda, es que ya no está en su habitación.

—Despertaste —le dice una voz, Melody voltea a ver a su izquierda y observa como Ian,su hermano mayor, está apoyado en el marco de la puerta.

—Me duele la cabeza —es lo primero que Melody le dice a su hermano.

—Es normal —le dice Ian a su hermana—. Estuviste "muerta" —hace las comillas con sus dedos— ¿Lo recuerdas, verdad?

—Sí —contesta Melody mientras se sienta en la cama— ¿En dónde están Nadia y Mauro?

—En su casa, llamaron hace rato para preguntar por ti —contesta Ian sentándose a un lado de su hermana.

—¿En su casa? Espera —hizo una pausa viendo todo a su alrededor— ¿En dónde estamos?.

—En nuestro departamento —contesta Ian.

—¿En nuestro departamento? —pregunta Melody.

—Sí, en nuestro departamento —contesta Ian—. Todavía falta comprar los muebles, lo único que compre fueron las camas de aire —Ian hace una pausa al ver la expresión de su hermana— ¿Acaso creíste que iba a dejar que te siguieras preocupando por eso? Parece que no me conoces tan bien como crees.

Melody abraza a su hermano mientras piensa lo afortunada que es de tenerlo.

—Muy bien —dice Ian rompiendo el abrazo—. Antes que nada, tenemos que dejar en claro algunas cosas.

—¿Es sobre mi nueva identidad, verdad?

—Sí —contesta Ian—. Tus documentos están listos, después te los doy, pero eso no es lo importante ahora, necesito que me escuches con atención y te aprendas todo lo que te voy a decir, ¿está bien?

—Está bien.

—Muy bien —dice Ian—. Ahora te llamas Acacia Luna Davies, naciste un 20 de noviembre, tu única familia es Cameron Luna Davies, osea yo, tus padres murieron en un accidente automovilístico cuando tenias dieciséis y yo tenía veinte, naciste y creciste en San Francisco y la razón por la que te mudaste es por el trabajo de tu hermano, ¿quedo claro?

—Creo que sí —contesta Melody un poco dudosa.

—Vamos a hacer unas preguntas de repaso, ¿ok?

—Ok.

—Muy bien —dice Ian— ¿Cuál es tu nombre completo?

—Acacia Luna Davies.

—¿De dónde eres?

—De San Francisco.

—¿Tienes hermanos?

—Sí.

—¿Cuántos?

—Uno.

—Dime su nombre completo.

—Cameron Luna Davies.

—¿Cuándo es tu cumpleaños?

—El 20 de noviembre.

—¿En dónde están tus padres?.

—Murieron hace algunos años en una accidente automovilístico.

—¿Por que te mudaste?

—Por el trabajo de mi hermano.

—Muy bien —la felicita Ian—. Parece que te aprendiste todo.

—¿Y si me preguntan los nombres de nuestros padres? —cuestiona Melody preocupada.

—Diles que no quieres hablar de eso y si no funciona, diles que se llamaban Selena Davies Carmona y Patricio Luna González.

—¿Si preguntan por tu cumpleaños?

—Dudo mucho que lo pregunten.

—Ian...

—Está bien —suspira—. Diles que mi cumpleaños es el 21 de marzo.

—¿Y eso es todo?

—Sí.

—Creí que sería más complicado.

—Lo complicado ya paso —dice Ian—. Ahora no debes de preocuparte de nada más, solo debes de concentrarte en tus estudios.

—¿Puedes llevarme a la universidad más cercana para inscribirme?

—Ya lo hice por ti —dice Ian—. Empiezas el próximo lunes.

—¿Que día es hoy?

—Es lunes —responde—. Estuviste dormida durante tres días.

—Me sigue doliendo la cabeza.

—Cuando salgamos a comer, te compro unas pastillas —dice Ian levantandose—. Nadia te consiguió algunos cambios de ropa, están en esas bolsas.

Melody voltea hacia donde su hermano señala y se da cuenta de que hay dos bolsas grandes en una esquina del cuarto.

—Hay toallas en el baño, date una ducha rápida para salir a comer y de paso te voy enseñando las tiendas más cercas.

—Está bien —dice Melody y su hermano sale de la habitación y la chica se levanta de la cama.

Mientras ve la ropa que le ha dejado Nadia, piensa en lo increíble que es empezar de cero siendo otra persona.

Se siente afortunada al imaginar todo lo que esa nueva vida le traería.

Ella sabe que no fue la mejor forma de separarse de su familia, pero eso no le importa en ese momento.

Se siente tan feliz que desea compartir esa felicidad con todos.

Una nueva vida.

Un nuevo nombre.

Un nuevo hogar.

Todo es nuevo.

Algo le decía que convertirse en Acacia Luna, la iba a ser feliz durante toda su vida.

Nada, ni nadie le podría quitar esa felicidad.

Claro que tendría que ocultar su pasado, pero eso no le importaba, porque ella sabia que nadie se enteraría de la verdad.

O eso creía.