ACACIA LUNA.
Agg, mi cuello.
¿Por qué tengo que dormir en una posición tan incómoda?
Hace mucho calor.
¿Apague el aire acondicionado?
No, espera, solo lo apago cuando tengo que salir a algún lado.
A lo mejor fue Cameron.
Pero él esta de viaje de nuevo.
¿Se habrá ido la luz?
Mejor sigo durmiendo.
Espera un momento...
¿Cuándo me dormí?
¿Cuándo llegue al departamento?
¡Los locos!
Abro los ojos, pero cuando lo hago, todo parece estar moviéndose.
Rayos,esto me está provocando dolor de cabeza.
—Al fin despiertas —me dice alguien.
Me siento en la cama rápidamente y veo como hay un hombre enfrente mío sentado en un sofá.
¿Quién es el?
—¿Quién eres? —le pregunto mientras me arrepiento de haberme sentando tan bruscamente.
Tonto dolor de cabeza.
—Dormiste mucho —me dice—. Ya anocheció, ¿tienes hambre?.
—¿Quién eres? —le vuelvo a preguntar.
—Supongo que eso es un no —me dice—. Te ves mal, ¿te duele la cabeza, verdad?
— ¿Quién eres? —vuelvo a preguntar.
—Pareces disco rayado, preciosa.
—No me digas preciosa y responde la pregunta.
—Que humor —se ríe y se acerca a mi e intenta acariciar mi mejilla, pero le doy un manotazo para que se aleje.
—¿Quién eres? —vuelvo a cuestionar.
—Soy tu mate —me responde.
¿Mi mate?
Espera, ya entendí.
—No hagas bromas y responde.
—Ya te respondí.
—Entonces dame una respuesta creíble —le digo— ¿En serio crees que voy a creer que soy tu mate?
—Lo eres, aunque no lo creas.
Sí, claro, como no.
—Si soy tu "mate" —le digo haciendo comillas con mis dedos— ¿En dónde están tu español, tu química, tu ingles y las demás?
-Debí de suponer que no lo entenderías —me dice mientras se ríe por mi pregunta.
¿Qué es tan gracioso?
—¿Por qué estoy aquí? —le pregunto.
—Porque tienes que estar a mi lado.
—Mira —me levanto de la cama y me acerco a él—. Si me dejas en libertad, juro que no le voy a decir nada a nadie sobre el secuestro, si quieres te puedo dar una cierta cantidad de dinero mensualmente.
—¡Tú no te vas a ir! —me grita agarrándome fuerte de los hombros.
Este loco está
más loco.—Por favor, déjame ir —le pido.
—Lo siento —me suelta de los hombros—.No quise alterarme, pero tienes que comprender que no te vas a ir de aquí.
¿Qué le pasa?
—Entonces vas a ir a la cárcel.
—Para eso, tendría que haber una denuncia en mi contra y eso lo tendrías que hacer tú, cosa que no va a pasar por que no vas a escapar, y si lo haces, te juro que no duraras ni dos minutos libre.
Está demente.
—Estás loco.
—Me puedes decir como quieras, pero en algún momento me amarás tanto como yo te amo a ti.
Necesita un psicólogo.
No, un psicólogo no.
Lo que necesita es un psiquiatra.
—Ni que me fuera dar el síndrome de estocolmo.
—Para eso tendrías que estar secuestrada.
—¿Y acaso no lo estoy? —le pregunto sarcástica.
—Lo único que hice fue traerte a mi lado.
—Mejor conocido como secuestro.
—Más adelante entenderás que no es así.
—Tengo una idea —le comento—. Tú me dejas libre, sigo con mi vida normal y hago como si esto jamás hubiera ocurrido, mientras tú y los demás locos van a un psiquiatra para que los cure y para que también puedan tener una vida normal.
Que funcione, que funcione, que funcione.
—Sé que eras valiente —me dice—. Pero no sabia que eras tan valiente, definitivamente vas a ser una muy buena luna.
¿Buena luna?
¿Se refiere a mi apellido o está insinuando que estoy gorda?
—¿Y qué esperabas? —le preguntó cruzándome de brazos— ¿Acaso querías que llorara mientras te suplicaba a gritos que me dejaras ir? Por que si con eso me dejas libre, solo dímelo y lo hago.
—Otra persona en tu lugar si haría eso.
—Como tú lo dijiste —le señalo—. Otra persona en mi lugar si haría eso, pero para tu mala suerte, yo no soy otra persona, además se controlar mis emociones.
—Eso me queda claro, lo aprendiste hace algunos años, ¿no?
¿Cómo sabe eso?
—Eso no te incumbe, mejor dejemos de perder el tiempo y lleguemos a un acuerdo para que me pueda ir de una buena vez.
—Que agallas —me dice—. Este es el trato —se acerca más a mi—. Tú te quedas conmigo para siempre y olvidas la idea de escapar.
No bajes la guardia.
—Te juro que en cuanto logre salir de aquí, me voy a encargar de que termines en la cárcel o en un hospital psiquiátrico.
—Eso ya lo veremos —me reta—. Por cierto, mi nombre es Nicolás.
¿Nicolás?
¿En dónde lo he escuchado?
Cierto, ¡uno de los locos me dijo que le podía reclamar todo a Nicolás!
¡Él es Nicolás!
—Uno de los chicos locos me dijo que le podía reclamar todo a un tal Nicolás, ¿tú eres él, verdad?
—Sí, mi melodía.
¿Mi melodía?
—¿Por que me dices así?
—Deberías de comer, no es bueno para tu salud.
—No respondiste mi pregunta.
—Te hice un sándwich de tomate y queso, tu favorito.
Que rayos...
—¿Cómo sabes eso?
—Se mucho sobre ti, cariño.
Mantén la calma, no te alteres.
—¿Por que dices eso? —le pregunto intentando ser firme, sin embargo, mi voz tiembla un poco.
Tranquilízate.
—He estado cuidándote desde hace tiempo —me responde.
—¿¡Me estabas acosando!? —le cuestiono sorprendida.
—Yo diría que estaba protegiendo lo que es mío.
A la m****a todo, esto está
más lejos de mis alcances.—No sé que quieres, pero si tu plan es matarme, venderme o tenerme prisionera para siempre, te juro que te doy todo lo que quieras, pero déjame libre, por favor.
—Todavía no lo entiendes —me dice tocándose la punta de la nariz.
Aprovecho que no me ve y corro e intento abrir la puerta de la recámara, pero termino en la cama con el encima mío agarrándome las manos.
—¡QUÍTATE! —le gritó mientras me muevo como loca debajo de él.
—Tranquilízate, no te va a pasar nada.
—¡QUE TE QUITES!
—¡Cariño, tranquilízate!
—¡NO ME LLAMES ASÍ!
-¡TRANQUILÍZATE O LE VA A PASAR ALGO A TU HERMANO!.
Al escuchar eso, me quedo quieta.
No, Cameron no.
—¡Por favor, déjame ir! —le suplico.
-—No lo puedo hacer, tienes que estar a mi lado.
Él esta demente.
—Eso no es verdad —lo contradigo—. Hay más mujeres en el mundo, alguna de ellas querrá estar contigo sin necesidad de que la obligues.
—El detalle es que esa mujer eres tú.
—¡Suéltame, ni siquiera me conoces! —le grito y vuelvo a moverme como loca.
—¡Te conozco mejor que nadie!
—¡Eso no es cierto!
—¡Es verdad, conozco cada pequeño detalle de tu vida!
—¡Conocer ciertas cosas no te hace un experto en saber todo sobre mi!
—¿¡Quieres que te lo pruebe!? ¡Por que te lo puedo probar! —me dice y como respuesta, le escupo en al cara.
—Estás loco —le digo cuando veo su expresión de enojo.
—Te voy a contar una historia —me dice y aprieta más su agarre—. Hace algunos años, nació una niña, ella era muy hermosa y probablemente fue la más buena de todas.
Ella nació siendo la segunda bebé de la familia, tenía un hermano mayor, que en el momento que ella nació, tenia cuatro años.
Desde el primer momento en que ambos hermanos se encontraron por primera vez, se creo un vínculo especial, un vínculo que a pesar de todo, jamás se rompió.
Después de algunos años, la familia empezó a crecer, pasaron de ser una familia de cuatro integrantes a una familia de siete integrantes.
Todo era normal en esta familia, pero cuando el hermano mayor estaba por terminar su carrera universitaria, murió en una trágico accidente y no mucho después, a su hermana se le detectó una enfermedad, la cual la termino matando poco después de ser detectada.
¿Qué rayos?
—¿Por qué me cuentas esa historia? —le pregunto y él solo se ríe.
—¿Te suena conocida la historia?
—No.
—El apellido de la familia era Stone.
—¿Por qué me dices eso?
—El nombre del hermano era Ian y el de su hermana era Melody.
¿Qué m****a está diciendo?
—¿Por qué me sigues contando cosas de esa historia?
—¿Hasta cuándo vas a fingir?
¿Fingir?
—No sé de qué me hablas, yo no estoy fingiendo.
—¿Sabes cuál es mi opinión de esta historia? —me pregunta y yo niego—. Creo que ambos hermanos no están muertos.
—¿Por qué lo dices?
—Porque estoy viendo a la hermana ahora mismo —me responde—. Ahora dime, ¿cómo prefieres que te llame, Acacia Luna o Melody Stone?
Lo veo muy sorprendida.
¿Cómo lo sabe?
TIEMPO ATRÁS.Melody se empezó a despertar y al hacerlo, se dio cuenta de dos cosas:La primera, es que tiene dolor de cabeza.La segunda, es que ya no está en su habitación.—Despertaste —le dice una voz, Melody voltea a ver a su izquierda y observa como Ian,su hermano mayor, está apoyado en el marco de la puerta.—Me duele la cabeza —es lo primero que Melody le dice a su hermano.—Es normal —le dice Ian a su hermana—. Estuviste "muerta" —hace las comillas con sus dedos— ¿Lo recuerdas, verdad?—Sí —contesta Melody mientras se sienta en la cama— ¿En dónde están Nadia y Mauro?—En su casa, llamaron hace rato para preguntar por ti —contesta Ian sentándose a un lado de su hermana.—¿En su casa? Espera —hizo una pausa viendo todo a su alrededor— ¿En dónde estamos?.—En nuestro departamento —contesta Ian.—¿En nuestro departamento? —pregunta Melody.—Sí, en nuestro departamento —contesta Ian—. Todavía falta comprar los muebles, lo único que compre fueron las camas de aire —Ian hace una pau
ACACIA LUNA.—¿Sorprendida, verdad? —me pregunta el loco.Di algo, di algo, di algo.—Duerme —se quita de encima mio—. Seguiremos hablando mañana.Observo como va hacia la puerta y sale de la habitación.¿Cómo es que lo sabe?🌙 🌙 🌙 🌙 🌙Despierto y veo un ramo de tulipanes rojos al lado mío.Esperaba que fuera un mal sueño.Debo salir de aquí.Me siento en la cama mientras miro a mi alrededor.Lo bueno es que no esta aquí.Me paró de la cama y me dirijo a la puerta, que para mi sorpresa, no tiene llave ni nada parecido.Al parecer el loco es bastante tonto.Miro por afuera del cuarto y veo un pasillo, me dirijo hacia la derecha, pero después de doblar el pasillo, me encuentro con una pared, así que regreso para ir hacia la otra dirección, la cual me lleva a unas escaleras.Empiezo a bajar despacio las escaleras, y mientras lo hago, observo como el loco está en la cocina preparando algo.Sigo caminando sin hacer ruido y cuando por fin llego a la puerta, intento abrirla pero no pued
NICOLÁS COOPER.Observo como mi luna se mueve en la cama y abraza a una almohada para seguir durmiendo.Algo adentro de mi se mueve y me dice que está mal tenerla aquí a la fuerza, pero decido ignorarlo.He planeado esto desde que la encontré y no voy a retroceder.Me acerco a la cama y la cobijó hasta los hombros, está lloviendo afuera y eso hace que la temperatura baje y no quiero que se enferme.Al verla tan calmada, me dan ganas de acostarme de nuevo con ella y seguir abrazándola hasta que se despierte, aunque ella no me quiera.La veo por última vez y salgo de la habitación rumbo a la cocina, en donde empiezo a buscar lo necesario para preparar el desayuno.—¡Hola! —dice Michael entrando a la casa, detrás de él entran Leon y Roberto.¿Por qué están aquí?—Trajimos pollo asado —informa Leon dejando cuatro bolsas en el mesa— ¿Cómo esta la pequeña fiera? —me pregunta riendo y le gruño.—No le digan así —les digo a los tres—. Y sigue dormida.—Pobre chama —suspira Michael—. De seguro
NUEVA PORTADA HECHA POR -PORTADAS-—No entiendo como es que te sigue gustando esta película —le dice Ian a Melody.La susodicha solo alza los hombros y se dedica a seguir viendo Mulán.—¿Sabes algo nuevo de Dylan y Emily? —habla la chica después de un rato.—Solo que ambos sacaron el primer lugar en su clase.—Que bueno —dice Melody— ¿Sabes algo de Tamara?—A ella ni me la menciones —dice Ian molesto.—¿Qué hizo esta vez? —pregunta Melody dejandole de prestar atención a la película.—Quería obligar a Emily hacer su tarea.—¿Es enserio? —dice Melody molesta y sorprendida— ¿Y qué paso?—Dylan la detuvo y les dijo a nuestros padres, ellos solo la "regañaron" y les pidieron a los mellizos que no "presumieran" sus calificaciones enfrente de ella.—No lo puedo creer —dice Melody—. Creí que con nuestras "muertes" ellos cambiarían.—Pues no fue así —dice Ian—. Ellos siguen siendo los mismos de siempre y Tamara sigue siendo una maldita perra igual que siempre.Despierto sobresaltada.¿Por qué
ACACIA LUNA.896897898899900—¡Oye, loco 3! —me paro del piso y me acerco a la puerta— ¡Ábreme, ya pasaron 15 minutos!—¡No dejes salir a ese demonio disfrazado de angel! —escucho que grita alguien.¿Demonio disfrazado de angel?Que poco original.Mejor hubiera dicho: "no dejes salir a ese angel del demonio".Es lo mismo, pero más genial.—¡Ábranme! —empiezo a golpear la puerta— ¡Malditos locos!—Con esa boquita no te voy a abrir —me dice el loco 3 desde afuera—. Al menos que la cambies, claro.—¡Oh! —finjo mi lamento—. Lamentablemente, está es mi boca y no la puedo cambiar, así que ni modo, tendrás que abrirme y aceptarme tal cual soy.Bueno, déjenme explicarles el porqué termine encerrada en la habitación.Después de que el loco 2,el loco 3 y Leon llegaran a casa y consiguieran un servicio a domicilio (que siendo sincera, no sé donde lo encontraron) empezamos a hablar, bueno, ellos empezaron a hablar y yo solo me dediqué a ignorarlos por que lamentablemente para mi, Nicolás (el
ACACIA LUNA.—Tengo hambre.—Ah, ok.—Tengo hambre.—Sí, aja.—Tengo hambre, tengo hambre, tengo hambre...—Si tienes hambre puedes ir a la cocina y prepararte algo —le digo molesta a Michael—. Para eso tienes dos manos.—Que gruñona.—Y con mucho orgullo —agrego—. Ahora cállate que quiero ver el dorama.—No sé que le ven las mujeres a los doramas, son muy aburridos.—En primer lugar, los doramas son lo MEJOR del mundo; y en segundo lugar, los hombres también los ven.—Del anime a lo mejor te lo creo, pero del dorama...—Cállate y déjame ver a gusto la televisión.—Y también eres mandona, genial —murmura—. Simplemente genial.—Si, como digas, solo cállate.—Eres igual que Nicolás —me comenta—. Ahora entiendo porque son mates.—Y yo ahora entiendo el porqué no te quisieron llevar con ellos.Michael solo bufa y voltea a ver hacia otro lado.Por fin voy a po...—Tengo hambre.Rayos.—Tienes dos manos —le digo—. Úsalas para quitarte el hambre.—¿¡Quieres que me coma mis manos!? —exclama—
Una Melody de 16 años juega con la comida mientras ve como sus padres y su hermana, Tamara, hablan animadamente.Normalmente no le molestaría que sus padres hablaran de ese modo con su hermana en la cena, eso era algo muy normal en su familia y más si se trataba sobre Tamara.Lo que realmente le molestaba, era que sus hermanos mas menores, Dylan y Emily, les estaban intentando contar a sus padres como se estaban divirtiendo en su primer año de primaria, pero lamentablemente (y como siempre) sus padres les prestaban muy poco atención y se concentraban en su hermana la egoista y creida, o sea, Tamara.Y eso realmente molesto a Melody.No le importaba si sus padres la ignoraban a ella y a Ian, realmente le importaba muy poco el que sus padres no le prestaran atención, ya estaba acostumbrada a eso, pero lo que si le molestaba y mucho, era que sus padres al ponerle atención a Tamara ignoraron por completo a sus hijos mas pequeños y que al hacer eso, hicieran que Dylan y Emily se sintieran
NICOLÁS COOPER.Dias despues...—¡Pupú!—¡Aborto mal parido!Observo como Michael y mi melodía se empiezan a reir entre ellos mientras se dicen un monton de cosas sin sentido.Si no fuera por que he estado con ellos todo el día, pensaria que están borrachos, pero ninguno de los dos tiene alguna una pizca de alcohol en su organismo.Asi que para resumir, solo queda decir que están locos.—Michael —le hablo y él voltea a verme—. Debes de irte ya.—Todavia falta para que entre a trabajar —me dice mientras sigue comiendo palomitas.Me cruzo de brazos antes de decir:—Revisa tu celular.Michael revisa su celular y se levanta rapidamente de la cama al ver la hora.—¡Maldición! —masculla—. Se me hace tarde —se pone los zapatos rapidamente—. Nos vemos mañana.¡bye, aborto mal parido!—¡Adios, pupú!Michael sale rapidamente de la habitacion dejandonos a los dos solos.—¿Tienes hambre? —le pregunta y ella niega—.¿Quieres algo?.—No.Melody voltea a ver la televisión nuevamente mientras yo la obs