Al finalizar las clases, Rebecca se dirige hacia el estacionamiento y avista a Henrique, quien la espera. Ella lo abraza, asegurándose de que sus primas estén observando.– ¿Vamos? – Ella entra al coche con una sonrisa, consciente de las miradas que atrae. – ¿Alex ya te explicó todo esto?– Sí, Sra. Baker.– Henrique, ¿recuerdas lo que acordamos?– Sí, Rebecca.– ¿Te sientes cómodo acompañándome?– Claro, Rebecca. No permitiré que nadie te lastime. Te quiero como a una hija, has sido lo mejor que le ha pasado en la vida a Alex, nunca lo he visto tan feliz.– Gracias, Henrique, por amarlo y por amarme. – Dice emocionada por sus palabras.Al llegar a casa, Rebecca comparte el almuerzo con ellos, describiendo todos los eventos de los últimos días. Se divierte especialmente al relatar cómo Alex la sorprendió en el trabajo. Al principio de la noche, Rebecca se toma un largo baño antes de dirigirse a la peluquería a la hora programada. Frente al espejo, observa el resultado del maquillaje y
Alex entra en el salón y de inmediato nota todas las miradas de la mesa dirigidas hacia él. Rápidamente intercepta a un camarero con una bandeja de bebidas y se toma tres tragos de whisky.– Sr. Baker, qué placer tenerlo aquí. Estoy seguro de que disfrutará de esta noche. – Antonio lo saluda con una sonrisa amigable.– Disculpen mi comportamiento. – Alex hace un gesto hacia las bebidas. – Pero temo que solo podré soportarlos si estoy ebrio. – Rebecca no puede evitar sonreír al escuchar su respuesta.– Joven Alex aún conserva su simpatía característica. Pensé que los eventos de esta semana tal vez lo hubieran enseñado a ser más humilde y menos arrogante.– Supongo que aún no me he acostumbrado. ¿Y dónde está el Sr. Shaw? ¿No vino a prestigiarlos?– Tenía un compromiso, pero seguramente en otra ocasión se asegurará de asistir.– Buenas noches, todos. – Alex saluda a la mesa con una mirada perspicaz. – No hace falta decir lo deslumbrantes que lucen todas ustedes. La belleza es realmente
Al llegar a casa, se dirigieron inmediatamente a la habitación, entregándose a sus deseos. A la mañana siguiente, una sonrisa se extendió por el rostro de Rebecca al despertar en los brazos de él.– Buenos días. – Dice, depositando un suave beso en los labios de él.– Buenos días, Sra. Baker.– Alex, estoy a punto de ir a Seattle. Prometí a las chicas que las visitaría hoy.– Está bien, te llevaré al aeropuerto. Tengo muchos compromisos en Nueva York. ¿Cuándo vuelves?– Mañana mismo, debo llegar a altas horas de la madrugada.– Vale, entonces vamos a tomar una ducha.Juntos compartieron una ducha, se vistieron y bajaron a desayunar. Después de prepararse, se dirigieron al aeropuerto.– Gracias por traerme.– No hay problema, disfruta tu tiempo en Seattle y, si necesitas algo, no dudes en llamarme. – Alex la besó cariñosamente antes de dejarla en la puerta de embarque y partir hacia su destino.Después de varias horas de viaje, Rebecca finalmente llegó a Seattle y se dirigió directamen
Alex lleva a Rebecca a una lujosa zona residencial situada cerca del centro de la ciudad. Allá encuentran a Leandro, quien los recibe con una sonrisa amigable.– Buenas tardes, amigos míos.– Buenas tardes, Leandro.– Hola, Leandro. – Dice Rebecca, abrazándolo. – Pero, ¿qué estamos haciendo aquí, Alex?– Vas a trabajar, Sra. Baker. Serás empleada del Grupo Murphy de 1:00 de la tarde a 7:00 de la noche. No tolero retrasos, así que sé puntual. Y no pienses que tu estatus como esposa del Sr. Alex Baker te exime de responsabilidades.– Rebecca, estarás a cargo del proyecto de construcción de nuestra casa. Quiero que lo manejes personalmente.– ¿Estás bromeando, Alex? ¿Hablas en serio? – Pregunta incrédula.– Sí, querida, hablo en serio. Quiero que participes activamente en este proyecto, y sé que eres capaz. Será una experiencia increíble para ti. – Responde Alex con seriedad, mirándola a los ojos. – Tu primer trabajo será construir nuestra casa. Haz lo mejor que puedas y demuéstrale a Le
Alex la observa durante largos minutos en silencio, cautivado por su belleza y la forma amable en que interactúa con las personas a su alrededor. precia profundamente la delicadeza y elegancia con que maneja las situaciones.– Señora Baker, siempre me sorprendes. – Junta sus labios con los suyos en un beso apasionado.– Disculpa. – Sophia interrumpe acercándose, pero Alex la ignora y continúa besando a Rebecca.– Alex, por favor, detente. Deja que la Srta. Spencer hable. – Rebecca pide, apartándose.– Alex, ¿podemos hablar a solas por un minuto? – Sophia solicita.– Absolutamente no, Sophia. Si tienes algo que decir, dilo delante de mi esposa. – Alex se niega, haciéndola sentir incómoda.– Perdóname, Alex, por todo. Perdóname por Bryan, me dejé llevar. Nunca estabas presente para mí, e incluso cuando lo estabas, aún me sentía sola. Arruiné todo. Te arrojé a los brazos de ella. Sé que haces esto para castigarme, porque quieres verme sufrir. Dejé que mi familia hiciera este desastre. De
A principios de semana, Alex lleva a Rebecca al majestuoso edificio Wealth Technology. Rebecca se maravilla con las vistas desde su oficina. Se acerca a la enorme cristalera y contempla el paisaje exterior, mientras él la observa con admiración.– Vaya, Alex, esto es increíble. Estoy enamorada de estas vistas. – Dice ella volviéndose hacia él.– Yo también estoy enamorado de esta vista. - Responde él, refiriéndose a ella. Para él, ningún paisaje puede igualar su belleza.Rebecca se vuelve hacia la ventana una vez más, absorbiendo la impresionante vista. Alex se acerca y la abraza por detrás. Ella cierra los ojos y se entrega a ese momento en los brazos del hombre que le hace vibrar el corazón. Él la gira suavemente, acariciándole la cara mientras la observa con afecto. Sus labios se encuentran en un beso apasionado, lleno de deseo y lujuria. Ella lo mira, jadeante. A pesar de su inexperiencia y timidez, está decidida a darle el mismo placer que él siempre le da. Se arrodilla frente a
No día siguiente, al comienzo de la noche, todas las miradas se vuelven hacia el evento del Grupo Wealth Technology, que se lleva a cabo en un exclusivo club lleno de personas influyentes. Todos los amigos de Alex están presentes, mientras que los familiares del anfitrión optaron por no asistir, excepto por sus hermanas, que están allá para apoyarlo.Alex, elegantemente vestido con un esmoquin negro, una camisa blanca y el cabello perfectamente arreglado, espera ansiosamente a Rebecca en su casa. Cuando la ve bajando las escaleras, sus ojos brillan y una sonrisa ilumina su rostro. Rebecca está deslumbrante en un vestido negro adornado con pequeñas piedras que brillan como diamantes. El corte del vestido sigue el estilo sirena, resaltando sus curvas a la perfección. Su maquillaje es suave y su peinado consiste en un elegante moño adornado. Lleva un conjunto exclusivo de joyas de diamantes rosados, creado especialmente para la ocasión.– Estás deslumbrante. – Dice Alex, extendiendo la m
Rebecca siente que su corazón rebosa de felicidad con las palabras de Alex. Desde que aceptó sus sentimientos por él, todo lo que deseaba escuchar, él lo ha dicho frente a todos. Con cariño, Alex acaricia su rostro mientras ella lo abraza, dejando que las lágrimas de felicidad corran por su rostro.– Rebecca, te he dado todo lo que tengo, incluso mi corazón, sin que necesitaras pedirlo. Espero que puedas amarme a cambio. Harás de mí el hombre más feliz del mundo.– Alex, te amo, te amo y te amo. – Ella llena su rostro de besos. – Estoy tan feliz, tú me completas de una manera que nunca imaginé. No estaba segura de merecer tu amor.– Hey, deja de decir eso. Eres perfecta. Daría mi vida por verte feliz, Rebecca. Eres lo mejor que me ha pasado. – Él la besa una vez más. – ¿Volvemos a la mesa?– Sí. – Responde, con una encantadora sonrisa. Alex toma su mano y la lleva de vuelta a la mesa.– Alex está enamorado, no puedo creerlo, me morí y fui a otro mundo. – Bromea Leandro, sacando risas