En la casa de los O'Donnel, Peter se siente aburrido mientras escucha un sermón de su madre, ya que Martina le ha informado sobre lo que sucedió entre sus hijos.– ¿Qué te ha pasado, Peter? No te crié de esta manera. ¿Ella no era el amor de tu vida? ¿Cómo te atreviste a llevar a otra a la cama? – Él solo baja la cabeza.– Déjalo, querida. Es un hombre, es joven, estas cosas suceden. Se cometen errores. – Aunque contrariada, Amélia no se atreve a contradecir a su esposo.– ¿Quién es la otra? – Pregunta ella.– Samantha. – Responde él con temor, esperando la reacción de sus padres.– Esto es un asunto familiar, hijo, nos vas a causar un gran problema. – Dice Magno riendo.– Papá, no fue así. Rebecca engañó a todos, ayer mismo estaba en un bar con otro tipo, incluso pasó las últimas dos noches con él. ¿Cómo puede decir que no lo conocía, si parecía tan cercana? Incluso me amenazó frente a todos. No pude encontrar nada sobre este idiota, pero en cuestión de minutos sabía todo sobre mí y c
Alex queda inmerso en sus pensamientos, cuestionándose por qué aún está allí. Está a punto de marcharse cuando avista a Peter llegar acompañado de una rubia, seguidos por un grupo de mujeres y hombres."¡Esto será interesante!" - Piensa Alex. Peter se acerca a la mesa para felicitar al cumpleañero, pero en ese momento no nota la presencia de Alex. – Peter, ¿cambiaste de novia? Solo cambiaste el nombre, ¿verdad? – Se burla Marcelo.– Qué puedo decir, soy un hombre decidido, necesito a una mujer a mi lado, no a una niñita ingenua. Al escuchar esas palabras, Alex mueve la cabeza y sonríe ligeramente, pensando en lo idiota que es Peter. Se levanta y se aleja de la mesa, sin llamar la atención sobre sí mismo. Se dirige al bar y Luan lo sigue para asegurarse de que todo esté bien. – Sr. Baker, ¿está todo bien? – Pregunta al acercarse. – Sr. Stain, ¿conoces a la señorita que está con el Sr. O'Donnell? – Luan sonríe, pensando que Alex se interesó en ella. – Es la señorita Samantha Halgr
Al darse cuenta de que su hermana está discutiendo con Rebecca, Sabrina se acerca a ellas con su grupo de amigas para apoyarla en caso de que lo necesite.– ¿Qué está pasando, Rebecca? Todas nosotras ya nos enteramos de lo promiscua que eres. Esa actitud tuya de niña ingenua ya no encaja, porque las mujeres decentes no se acuestan con cualquier persona. Eres una prostituta. – Rebecca se llena de ira y le da una bofetada a Samantha. – ¿Estás loca? ¿Cómo te atreves a golpearme? – Pregunta Samantha, pasándose la mano por la cara. Peter, que estaba cerca, se acerca y la abraza.– ¿Cuál es tu problema? – Le pregunta, lleno de ira. – ¿Cómo te atreves a poner esa mano sucia en mi novia?Rebecca se siente incrédula ante su posición. Intenta abrir la boca para responder, pero las palabras no salen. Muchas personas se acercan para observar el alboroto. Alex observa desde la mesa el tumulto, mientras bebe tranquilamente su dosis de whisky.– Era evidente que esto iba a terminar en problemas. – D
Rebecca enfrenta las miradas de sus amigos mientras observa a Peter y Samantha alejarse. Empieza a dirigirse hacia el bar para hablar con Alex.– ¿Qué vas a hacer? – Pregunta André, sujetándola del brazo. – No te acerques a él, Rebecca, este hombre es un problema. No te dejes engañar por su espectáculo, solo quiere llevarte a la cama de nuevo.– ¡André, deja de hacerlo! Solo voy a hablar con él.– He dicho que no vas a ir, ¿cuál es tu problema? ¿Puedes ser sensata? Desde que llegaste, solo te has metido en problemas. Mira su actitud, intimidando a todos, ni siquiera sabes nada sobre él. No es más que un niño mimado presumiendo el dinero de papá, creyéndose el rey.– André, ¿qué sabes tú? Deja de hablarme así, sé cuidar de mi vida.– Rebecca, será mejor que esperes un poco, no me pareció interesado en hablar contigo – dice Melissa, mirándola fijamente.– ¡Maldición! – murmura ella, observando la mesa principal donde Peter está reunido con la mayoría de sus amigos.– ¿Qué diablos fue es
La fiesta poco a poco se está disipando con todas esas confusiones. Marcelo está indignado porque su fiesta fracasó debido a los conflictos entre sus amigos.– ¿Puedo ir al baño, está bien para ti, André? – Provoca Rebecca, molesta con su actitud. Ella se levanta y se dirige hacia el baño.– André, ¿qué está pasando? ¿Por qué estás actuando así? – Pregunta Melissa.– ¿Cómo así? Estoy normal.– ¿Normal, André? Parece que estás enojado. – Dice Susan.– Ni siquiera la dejaste acercarse a él. Puede que sea un idiota como piensas, pero aparte de nosotros tres, él fue el único que intervino por ella, en medio de tantos amigos. Desde ayer, has estado extraño por esto. ¿Qué pasa?– Solo quiere impresionarla con su estatus. Eso sería lo que esperaría de ti, no de ella. Eres tú quien gusta de ese tipo de hombres. Él solo quiere dominarla para usarla y desecharla cuando quiera.– No seas estúpido. No estamos hablando de mí. Becca ha pasado por mucho estos días, deja que disfrute como quiera, ent
Magno y Antonio intercambian miradas al descubrir quién es el hombre frente a ellos; la preocupación está presente.– Seamos razonables, lamento el comportamiento de mi hijo. Si quisieras destruir nuestras empresas, ya lo habrías hecho. ¿Qué es exactamente lo que quieres?– Vayamos al grano, Rebecca es muy interesante. Incluso me gusta el trabajo que me da, y en dos días me ha dado mucho más trabajo que cualquier otra mujer. Su inocencia es fascinante. Me distrae de mis problemas. Nunca conocí a una mujer así, tan espontánea como ella. Me voy mañana, como ya se informó, pero quiero que me aseguren que ninguno de sus hijos la faltará al respeto o la molestará de nuevo. Fue una instrucción simple que le di a su hijo. ¿No necesitábamos todo esto? ¿No lo creen?– Eres hipócrita. ¿Qué sucedería si llamara a tu novia ahora, cuál era su nombre? Sophia Spencer, ¿verdad? – pregunta Antonio con su celular en la mano. Alex toma el celular de la mano de Antonio y marca el número de Sophia.– Las
Rebecca siente todas las miradas dirigidas hacia ella mientras Alex la observa, esperando una respuesta. Ella reflexiona sobre toda la situación y se encara con él.– ¿Podemos esperar un poco más? Me gustaría quedarme un rato más con mis amigos. – Dice, intentando ganar tiempo para tomar una decisión.– Claro, como prefieras. – Le responde él, arqueando una ceja.– ¿Por qué no te sientas con nosotros, Sr. Baker? – Pregunta Melissa, con una sonrisa seductora en los labios.– No, gracias. Sr. Stain, ¿puede acompañarme por un momento? Necesitamos hablar. – Luan se levanta y sigue a Alex hasta la mesa.– Vamos, Rebecca, comienza a explicarnos. – Dice Marcelo.– No sé qué explicar, creo que ya escucharon la mayor parte de la historia. Samantha y Peter estuvieron juntos, fui al hotel para estar sola, terminé en el bar bebiendo hasta que no pude más. Y terminé conociendo al Sr. Baker, no hay mucho que decir. No me prestó mucha atención, de hecho me mandó a mi habitación, pero insistí hasta e
Rebecca mira a Alex de reojo, tratando de entender qué conversación había tenido con su padre.– ¿Qué fue eso? - Pregunta irritada, y Alex la ignora. - Te estoy preguntando, ¿qué demonios de conversación fue esa?– No te sienta bien hablar así, deberías guardar tu lengua para otras cosas. – Le responde de manera sarcástica. Ella frena el auto bruscamente, lanzando sus cuerpos hacia adelante. Sale del auto golpeando la puerta, y Alex ni se mueve. Ella camina de un lado a otro. Él abre la ventana. – ¿Qué estás haciendo? – Ella lo ignora y sigue caminando de un lado a otro. Alex suspira profundamente, sale del auto y se acerca a ella. – Rebecca, vamos, no lo compliques todo, por favor.– Estoy aquí preguntándome por qué estoy aquí. ¿Por qué te doy atención? Si todo lo que ofreces es rudeza tras rudeza.– Estás aquí porque quieres, no te forzaron a venir. Así que entra al auto y sigamos.– No, no voy a hacerlo. Explícame qué escena fue esa en el pub, ¿qué conversación fue esa con mi padre