El como hijo jamás va a creer que su madre fue capaz de hacerle eso a su padre, pero el no conoce los alcances de la señora Ferrer
Esa noche, Darién no puede dormir, pensando en todo lo que estuvo dispuesto a sacrificar por Miranda y la forma en que ella le pago, ¡no solo se fue con otro hombre, se atrevió a tener un hijo con él!—¿Quién está allí?… Cuestiona Alma asustada cuando alguien entra a su habitación.—Soy yo.— Le responde Darién un poco tomado.—¿Qué necesitas?— Cuestiona ella poniéndose de pie.—A ti.— Le responde él, el trato acaba de terminar, quiere que su matrimonio sea real, su esposa ha estado para él en las buenas y las malas.—¿Estás seguro? Después de esto no habrá vuelta atrás.— Asegura ella, con un nudo en la garganta.—Nunca estuve más seguro en toda mi vida.— Responde y la besa con dureza, con toda la rabia que siente por Miranda.Alma responde de forma apasionada a la petición de su marido, después de tres años de matrimonio, finalmente está a punto de consumar su matrimonio.Darién no puede sentir nada, su masculinidad no quiere funcionar, y para que lo haga cierra los ojos y evoca a Mir
— ¿Qué es lo que buscas con todo esto?— Pregunta el con el ceño fruncido soltándola—Quiero irme lejos, ya obtuve la justicia que buscaba. — Suelta sincera.— ¡Justicia! ¿De qué justicia hablas? ¡Mi madre es inocente!— Grita el, con los ojos llenos de lagrimas.—No lo es, yo recuerdo ahora todo, eso no podría quedarse así, no tienes idea de todo el daño que me hizo tu madre, que nos hizo. — Le responde ella.— ¿Qué vas a inventar ahora?— Cuestiona el con las manos echas puño, para el todo lo que sale de la boca de Miranda es mentira.—¡No es ningún invento, la noche que estuvimos juntos, tu madre y tu padre discutieron muy fuerte, ella le acuso de infiel.— Le responde Miranda con la mirada perdida, reviviendo dentro de ella ese momento de nuevo.— ¿Y qué? Eso no es ningún pecado. — Le aclara el, burlándose de lo que ella dice, para él no tiene importancia.—Ella insistía que yo era una bastarda hija de un amorío entre tu padre y mi madre, por eso me fui, sentí que lo que habíamos hec
Miranda se encuentra devastada, a pesar que logro todo lo que venía a buscar, no puede soportar la idea de que Darién la odie de la forma en que lo hace, puede recordar la forma en que gritaba cosas en su contra y se le escapan las lagrimas.—Mama.— Susurra el bebe acurrucado en sus brazos, mirándola directo a los ojos con amor e inocencia, sacándola de sus tétricos pensamientos.Miranda sabe que nunca podrá olvidar a Darién, tiene su mini copia frente a ella—¿Dime?.— Responde ella, tratando de recomponerse.—Hamble.—Ella sonríe y responde.—Tu siempre tienes hambre——¡Comel, comel!— Exige el, bajando de la cama y empujándola hacia la cocina.Christian es tan dominante como su padre,¡ lo peor que tiene un abuelo que le cumple todos su caprichos!—Está bien ¿Qué quieres comer?.— Pregunta ella con dulzura, caminando junto a él, tiene tres años y no le gusta que lo carguen ni lo traten como un bebe.Darién por su parte recorre su habitación como un león enjaulado con emociones encontr
Darien FerrerApenas ella se retira el llama a su investigador y sin saludar Ordena.— Quiero que averigüe todo sobre ese Alex que sale con Miranda.——Si señor.— Responde somnoliento el investigador viendo la hora en su mesa de noche, se muerde la lengua para no mandar al diablo a su jefe.—Quiero esa información temprano.— Exige intransigente Darién.—Como usted ordene.— Responde el hombre poniéndose de pie.Cuando cuelga la esposa le pregunta—¿A dónde crees que vas?.——A trabajar mujer.— Le responde el pobre hombre vistiéndose.—¡No soy ninguna estúpida! , de aquí tu no sales a esta hora.— Le responde ella celosa——¡Bien, no voy! Dejo que el señor Ferrer me despida, aquí sobra el dinero.— Responde el con sarcasmo y con las manos en la cintura.—¿Ese hombre cree que no tienes vida propia.— Se queja ella, comprendiendo que su marido esta tan frustrado como ella.—Si no lo hago, busca a alguien más que lo haga, no podemos darnos el lujo de perder este trabajo, la universidad de nuestra
Como tu desees, pero recuerda una cosa, la única culpable de toda esta situación eres tu.— Le responde Darién sujetando con fuerza excesiva de la las muñecas a Miranda para que no pueda seguir golpeándolo—Déjame decirte todo la verdad.—Suplica ella.—El tiempo de hablar termino.— Le responde el, da media vuelta y se marcha, el corazón de Miranda tiembla de miedo, la determinación que vio en los ojos de Darién fue demasiado para ella.—Yo creí que éramos hermanos.— Gimotea viéndose al espejo, a su mente vuelven en esos momentos todo lo que vivió al descubrir que estaba embarazada, ¡Intento matarse! Si no fuese porque su padre estaba allí, su hijo ni siquiera llega a existir.—Trata de recomponer su aspecto en el baño, enfrentarse a Darién no es fácil para ella, cada vez que discuten su corazón se rompe en mas pedazos.—Cuando vuelve a la mesa el padre sonriente le pregunta ¿Por qué tardaste tanto?——Vámonos, no quiero seguir aquí.— Gimotea.—¿Sucedió algo malo? ¿Te sientes mal?— Cuest
Darién presenta las pruebas de que desconocía la existencia de su hijo y que además Miranda pretendía marcharse del país pasando por encima de sus derechos.Se siente seguro narrando todo, el fue bien asesorado por su abogado, no hay forma que el juez beneficie a Miranda esta vez.—Darién te juro que lastimarte no fue mi intensión, todo lo que hice fue por el beneficio de Christian. — Confiesa ella, pero Darién ni siquiera voltea a verla.—No me quites a mi hijo, el es lo mas importante en mi vida— Suplica poniéndose de rodillas ante él.—Señora Hill conténgase por favor, la justicia hará lo mejor para su hijo. — Le responde el juez.— ¡Lo mejor para mi hijo es que este conmigo!— Le responde ella, con el rostro bañado en lágrimas.—Señora usted procedió de forma incorrecta, no solo le negó al señor Ferrer el derecho de conocer a su hijo, usted le negó a su hijo el derecho de conocer a su padre, usted no es quien para determinar nada.— Le responde el Juez.—Señorita Hill, debe guardar l
Al día siguiente Miranda va a la mansión Ferrer a ver a su hijo, toca la puerta durante horas y no le abren—¡Déjenme ver a mi hijo!— Chilla, hasta que el chofer de la familia que le tenía mucha estima llega.—Señora, el señor dio órdenes explicitas de que no se le abra la puerta, si alguno desobedece quedamos sin empleo, lo siento mucho, la única forma que usted vea al niño es que hable con el.— Sugiere.— Gracias señor Homero.— Responde ella, con la voz temblorosa, no piensa darse por vencida, así ella acompañada por sus guardaespaldas llega a la empresa y abre la oficina de presidencia sin tocar, nadie se atreve a detenerla, quieran o no es una de las socias mayoritarias.Entra sin los guarda espaldas quiere hablar a solas con Darién.—Te estaba esperando ¿Dónde estabas?— Cuestiona descarado, cerrando la puerta con seguro.—Vengo de la mansión Ferrer y no se me permitió la entrada.— Le responde ella con la voz rota.—Lo intuí— Le responde el, relajado se ve mejor que nunca, el tiene
Miranda FerrerDurante todos estos años Miranda siempre soñó con estar de nuevo en los brazos de Darién, pero no de esta forma.Ella tiembla como una hoja, cuando Darién la besa, el tiene sentimientos encontrados por ella, quisiera odiarla con todas las fuerzas de su corazón, hacerle daño por haberlo separado de su hijo…Esta totalmente excitado y desea a Miranda como nunca deseo a otra mujer en su vida, sus manos recorren perezosas el cuerpo de Miranda como si quisiera grabar cada centímetro de su piel en su memoria.Hasta que escucha los gemidos de Miranda, y no son de placer, cuando se percata y observa el rostro de Miranda esta bañado en lagrimas.—No soy un maldito violador, vístete. — Ordena poniéndose de pie, y dándole la espalda para que ella no se dé cuenta de su excitación, se siente asqueroso y no puede seguir con lo que él estaba haciendo.—No, por favor, yo, yo necesito ver a mi hijo. — Suplica entre balbuceos Miranda, poniéndose de rodillas de nuevo y sujetándolo por las