Cierro los ojos, sintiendo el beso de mi tío en mi frente. Es un gesto de amor y apoyo, y me da la fuerza para no sentir pena por la decision que he tomado. Me abrazo a él, sintiendo la calidez de su cuerpo y la seguridad de su amor.Sin embargo fue dificil, tenia que dejar una cosa por otra. Ambas importantes para mi, ambas era lo que me permitia seguir respirando y sin embargo tenia que elegir una porque ambas no podia tenerlas.Creo que ese siempre sera mi destino, perder una cosa, para mantener una.Perdi a toda mi familia, pero conserve mi vida.Ahora pierdo a mi segunda familia, pero me quedo con mi...— Te quiero mucho, tío —le digo, mi voz temblando de emoción.— Y yo a ti, Ocaso —me responde—. Siempre estaré aquí para ti.Me separo de él y me acerco al carruaje donde está mi prima. Ella no me mira, pero yo sé que está sufriendo. Me siento culpable por no haber podido proteger a su madre, y quiero que sepa que la amo y la quiero.— Lyra —le digo, tomándole la mano—. Lo siento
Estoy en una cámara de tortura, rodeada de sombras y olor a sangre. Venco se encuentra frente a mí, su rostro impasible mientras interrogaba al prisionero. El hombre está ensangrentado y golpeado, su cuerpo temblando de dolor. Me siento mareada, mi estómago revuelto por la escena que estoy presenciando.He matado, como también he visto como matan, me toco ver como mataban a mi familia, sin embargo tengo que decir que ver como una persona sufre es difícil de ver, de presenciar y asimilar.— ¿Cómo lograste escapar? —pregunta Venco, su voz baja y calmada.El hombre levanta la cabeza, su mirada desafiante. Me siento un escalofrío recorrer mi espalda. No puedo creer que esté viendo esto.— No diré nada —gruñe el hombre, su voz llena de desafío.Venco sonríe, su sonrisa fría y calculada. Uno de los lobos que lo acompañan se acerca al prisionero y le coloca un dispositivo en la muñeca. El hombre grita cuando la electricidad comienza a recorrer su cuerpo.— ¡No! ¡No diré nada! Por mi puedes m
Venco se vuelve hacia el prisionero, su mirada intensa.— ¿Quién te liberó? —le pregunta, su voz baja y amenazante.El prisionero se ríe, su sonrisa débil pero desafiante, no le quiere bajar la cabeza y no entiendo de donde viene tanta arrogancia.— No te voy a decir nada —dice, su voz apenas audible—. Ninguno de ellos me liberó. Fue mi Rey quien lo hizo.Venco se enfurece.— ¡El Rey soy yo! ¡El Alfa soy yo! —no le grita pero siento que esta a punto de matarlo.El prisionero se ríe de nuevo.— No, tú no eres mi Alfa —dice, su voz llena de desprecio—. Mi Alfa es el único, el verdadero. Tú solo eres una copia barata de lo que él es.Me siento un escalofrío recorrer mi espalda mientras escucho las palabras del prisionero. ¿Qué está pasando? ¿Quién es este Rey que menciona?— Quien nos liberó está más cerca de lo que tú crees —continúa el prisionero—. Y vamos a dejar que se revele cuando sea el momento. Pero te va a matar, te va a hacer lo que mi Alfa no pudo hacer.Venco se acerca al pri
La madre de Venco me lleva a través de las calles, mostrándome los diferentes comercios y mercados. Veo cómo los lobos trabajan juntos, intercambiando bienes y servicios. Es una escena vibrante y llena de vida, y me siento atraída por la energía y la actividad que la rodea.Mientras caminamos, la madre de Venco me habla sobre la historia de la manada y cómo ha evolucionado con el tiempo. Me explica cómo Venco ha trabajado para mejorar la vida de los lobos, y cómo ha luchado para protegerlos de los peligros que los rodean. Me doy cuenta de que hay mucho más en Venco de lo que inicialmente pensé, y comienzo a verlo de una manera diferente.La madre de Venco me lleva a un jardín hermoso, lleno de flores y árboles. Es un oasis en medio de la actividad de la manada, y me siento tranquila y en paz. Me doy cuenta de que esta es una de las cosas que me gustan de este lugar, la forma en que la naturaleza y la comunidad se entrelazan.Me siento agradecida por este recorrido, y por la forma en q
Estoy sentado detrás de mi escritorio, rodeado por mis mejores hombres: Thane, Kaid, Ryker y Orion. La oficina está en silencio, solo interrumpido por el sonido de la lluvia que cae fuera. La tensión es palpable.— ¿Caballeros, comenzamos? —pregunto, intentando mantener la calma.Thane esta de muy mal humor porque esto ya lo vivio y penso que ya habia termino.— ¿Se sabe algo sobre los atacantes, Venco?— Todavía no —respondo, sacudiendo la cabeza—. Estamos investigando, pero no hay pistas claras.Kaid se levanta y comienza a caminar por la habitación.— Eso es lo que más me preocupa. No sabemos si se trata de una manada rival o de algo más.Ryker se cruza de brazos.— ¿Y qué hay de Morax? ¿Se ha encontrado algún rastro de él?— Nada —respondo, frunciendo el ceño—. Es como si se hubiera esfumado.Orion habla por primera vez, su voz baja y pensativa.— Recuerdo la traición de las manadas de hace años. ¿Crees que pueda estar relacionada con esto?— Es posible —asiento—. Las manadas que
Me siento confundida y emocionada al mismo tiempo. Acepto la cena que él ha preparado para mí, pero mi mente está llena de contradicciones. Él quiere conocerme, pero yo tengo que mentirle. No puedo revelar mi verdadera identidad, mi propósito aquí. Soy la última sobreviviente de la manada que él mismo destruyó, y ahora estoy aquí para vengarme.Mientras me siento frente a él, siento una mezcla de excitación y locura. Es irónico que él quiera conocerme, que quiera estar cerca de mí, sin saber que soy su enemiga. Me pregunto cómo puede ser tan ingenuo, cómo puede creer que puedo ser alguien más. Pero al mismo tiempo, siento una pizca de diversión ante la situación. Es como un juego, un juego del gato y le raton. Él cree que tiene el control, pero yo sé la verdad. Yo soy la que tiene el poder.Me mira con ojos curiosos, buscando conocerme mejor. Pero yo solo puedo sonreír y mentir.Estoy sentada frente a él, en una mesa llena de delicias culinarias y una botella de vino que brilla bajo la
Me encuentro contra la pared, besando a Venco con una pasión que me consume. Me pregunto sinceramente por qué este hombre, que debería inspirarme odio, me hace sentir de esta manera. En vez de repulsión, siento deseó. Es como si mi cuerpo traicionara mi mente.No pensé que el asesino de mi familia fuera este tipo de hombre. No pensé que tuviera este aspecto, que emanara tanto dominio y virilidad. Es un lobo, un depredador que me atrae con su calor y su fuerza.Trato de luchar contra los besos que me ponen la boca ardiendo, pero no puedo evitar seguir pegada a sus labios. Absorbo su virilidad, su sabor, su olor. Sus manos están en mis caderas, apretando mis carnes con una posesividad que me hace temblar.No entiendo por qué mi cuerpo responde de esta manera. No entiendo por qué quiero más. Pero no puedo negar la verdad: estoy atrapada en su abrazo, en su beso, en su mirada. Venco me devora con su boca, su lengua explorando cada rincón de mi boca. Me siento débil, vulnerable, pero al mi
Es el mismo hombre que me viene chantajeando.Estoy en mi habitación, rodeada de oscuridad. La luna llena brilla a través de la ventana, iluminando la figura de un hombre que se cierne sobre mí. Mi corazón late con fuerza, pero trato de controlarme.— ¿Qué es lo que quieres? —le pregunto, intentando mantener la calma.Él sonríe, su mirada glacial.— Tú ya lo sabes —dice—. O vas a afrontar las consecuencias.Se acerca a mí, y yo intento alejarme, pero él me sujeta del cuello y me estampa contra la puerta.— Quédate quieta —me ordena.— No me toques —le digo, intentando mantener la firmeza en mi voz.Él se ríe.— Nuestro Alfa lo hacía —dice.— ¿Qué es lo que realmente quieres? —le pregunto.Él me mira fijamente.— No aquí el que hace las preguntas soy yo —dice—. Necesito saber qué es lo que estás buscando.— No entiendo de qué hablas —le digo—. ¿Si tú me estás chantajeando?Él sonríe de nuevo.— Liberaste a uno de los lobos más peligrosos que ha existido, enemigos de tu prometido —dice—