Me siento frente al espejo, peinando mi cabello en dos trenzas mientras Lyra, mi prima, se sienta a mi lado, observándome con una mirada preocupada.—Ocaso, ¿no te parece extraño que ese preso tenga tanto conocimiento sobre el castillo y sobre la llave que abre todas las puertas? —pregunta Lyra, su voz llena de dudas—. ¿Cómo puede saber tantas cosas?Me detengo un momento, pensando en la pregunta. La verdad es que también me ha parecido raro, pero no tengo tiempo para investigar.—Sí, es extraño —admito—, pero no puedo permitir que eso me detenga ahora. Tengo que sacar a ese hombre para mañana o todos mis planes se derrumbarán.Lyra pone una mano en mi hombro, su contacto cálido y reconfortante.—Ocaso, por favor, reflexiona un momento. Analiza bien las cosas. ¿Estás segura de que puedes confiar en ese preso? ¿Qué sabes de él, realmente?Me vuelvo hacia ella, mirándola a los ojos. Lyra siempre ha sido mi confidente, mi amiga más cercana.—Lyra, no tengo otra opción —le explico—. Ese p
El silencio es pesado, casi palpable, insostenible. Me siento como si estuviera suspendida en el tiempo, esperando a que algo suceda. El hombre no se mueve, pero siento que está esperando a que yo haga algo.Sigue de pie, pero la corpulencia me dice quién podría ser, el olor también, sin embargo el saber que están detrás de mi cabeza me juega en contra.Me quedo inmóvil, mi corazón latiendo con fuerza, mientras Venco da un paso adelante y la luz de la luna ilumina su rostro, destacando sus facciones angularidades y su mirada intensa. Es él, sin duda, y mi respiración se vuelve irregular, como si mi cuerpo estuviera anticipando algo.—¿Qué estás haciendo aquí? —pregunto, intentando mantener la calma, aunque mi voz tiembla ligeramente.Venco sonríe, su mirada penetrante y sensual, y se acerca a mí, su cuerpo cercano al mío, de manera que puedo sentir el calor de su piel y su aroma masculino, que me envuelve y me hace sentir débil.—No, yo hice la pregunta —dice, su voz baja y sensual, c
Sus labios se posan en mi clítoris dándole un suave beso que me pone a temblar el pecho por lo delicioso que se sintió. Parece que adora mi coño mientras la observa y aprieto las sabanas cuando abre la boca caliente, abarcando toda mi intimidad antes de dedicarse a chupar como un demente, un maldito moribundo el cual chupa con una intensidad que me sacude todo el cuerpo.—Venco—musito estremecida con la tibia sensación que avasalla todo mi sexo.No me dice nada, simplemente siento como sus pulgares separan mis pliegues untados de su saliva y mis fluidos. Abriéndolos, dándose mas acceso al sexo que lame con movimientos envolventes, vibrantes, enloquecedores que separan mi espalda de las sábanas de la cama.—Que delicia—musita y el aliento cálido que choca contra mi intimidad, crea una nueva sensación que me roba la respiración—lo sabía y quiero más.—¿Qué quieres de mí? —pregunto en medio del abismo.—Ya te lo dire.Contesta antes de volver a mi sexo, chupando con más ímpetu del que te
Su polla palpita en mi mano y restriego la punta contra el clítoris que hace pocos minutos saboreo como un animal. No se que pasara mas allá, no del todo, me han hablado de la primera vez, que duele un poco pero después dependiendo del amante se disfruta un montón y Venco hasta ahora ha demostrado ser capaz de proporcionar un placer inimaginable.—Marquena—vuelve a decirme así, revolviéndome las emociones—espera.Sostiene mi mano, y me voltea, sin embargo no suelto su polla, se siente demasiado bien, tenerlo en mis manos.—¿Por qué te detienes? —le pregunto, mi voz suave y seductora.Él me mira con ojos llenos de dudas y yo también tengo las mías, pero me concentro en que en unas horas morirá.—No quiero hacer algo que no estés segura de querer —responde.Me río suavemente y la boca se me hace agua, queriendo tener lo que agarro contra mis labios. saboreandolo mientras se contrae en mi boca, asi como en mi palma.—También lo deseo —digo—. No hay nada que temer. Somos lobos, una vez un
—¿Cuál es el menú especial para esta noche?La empleada se agacha ligeramente y responde:—Señora, hemos preparado un banquete especial para la ocasión. Comenzaremos con una sopa de tortuga, seguida de un pato asado con salsa de frutas y verduras frescas.—¿Y después? —pregunto, curiosa.—Luego tendremos ternera al horno con salsa de vino y hierbas frescas, acompañada de un plato de pescado fresco con salsa de limón y hierbas —explica la empleada.—Mmm, suena delicioso —digo, sonriendo.—Sí, señora. El chef ha preparado un menú especial para la ocasión —dice la empleada con orgullo.—¿Y los postres? —pregunto.—Tendremos pastel de frutas, tarta de crema y mousse de chocolate, acompañados de helado de vainilla y frutas frescas con crema chantillí —enumera la empleada.Me siento impresionada por la variedad y sofisticación del menú.—Está bien, gracias —digo, sonriendo.La empleada se inclina y sigue trabajando, mientras yo observo el bullicio de la cocina, tratando de mantener mi compo
Me miro en el espejo, admirando el vestido hermoso que me cubre el cuerpo. Los cristales en el pecho brillan bajo la luz, haciéndome sentir como una reina. Pero a pesar de la elegancia y la belleza que me rodea, no puedo evitar sentir un vacío en mi interior. Algo no está bien.Me siento como si estuviera caminando por una cuerda floja, sin saber qué hay debajo de mí. He hecho lo que debía hacer, he seguido el plan, he prometido que mataría a Venco. Pero ahora que estoy tan cerca del objetivo, no siento la satisfacción que pensé que sentiría. En su lugar, siento una sensación de inquietud, de duda. Me pregunto si me he equivocado. Si he estado tan enfocada en mi misión que no he visto lo que realmente importa. Me miro en el espejo, buscando respuestas en mi propio reflejo. Pero solo veo una mujer hermosa, con un vestido hermoso, y una expresión de confusión en mi rostro.Pienso en todo lo que he hecho para llegar hasta aquí. En todas las mentiras que he contado, en todas las personas
La fiesta continúa con un ritmo vertiginoso, los invitados bailando y riendo mientras la música llena el salón. Me siento como una reina, sentada en mi silla, con Venco a mi lado, mientras los invitados se acercan a ofrecerme regalos y felicitaciones. Los vestidos de las damas son elegantes y sofisticados, pero el mío sobresale sobre todos, un verdadero espectáculo de seda y encaje que me hace sentir como una verdadera princesa.Mi tío y mi prima se encuentran cerca, sonriendo y charlando con los demás invitados, mientras que los padres de Venco se sitúan en un lugar de honor, cerca de nosotros. La madre de Venco, una mujer elegante y refinada, me sonríe y me hace una reverencia, mientras que el padre de Venco, un hombre severo y autoritario, me mira con una expresión de aprobación.Estoy sofocada, ansiosa, nerviosa.Miro a mi alrededor, viendo a los invitados que se divierten y bailan, sin saber que su diversión está a punto de terminar de manera trágica. Veo a los criados que circul
La sala se llena de gritos y chillidos. La gente corre en todas direcciones, intentando escapar del caos. Venco se pone de pie, su mirada fija en los atacantes.La escena se despliega ante mis ojos como un caos absoluto. El hombre con la máscara de cuero sobre el rostro, el único que debía atacar, parece ser el líder, pero no entiendo por qué hay tantos otros lobos atacando. Me entra una confusión absoluta. ¿De dónde salieron todos estos lobos? Parecen ser los mismos que estaban en las celdas, los que estaban presos.Esto no debería estar pasando, solo debería estar el hombre con la máscara de cuero. Nada más, no este ataque sangriento.¿Qué hice?Me siento horrorizada al ver cómo están matando a los invitados, cómo la fiesta se ha convertido en una batalla sangrienta. No entiendo qué está pasando. ¿Qué fue lo que desencadenó esto? ¿Qué hizo que los lobos se liberaran de sus celdas y atacaran?Miro a mi alrededor, intentando encontrar alguna respuesta, pero solo veo caos y destrucción