¡JAAAAAAACK CALLEEEEN! fue todo lo que entendí de los comentaristas. El referí levantó el puño de Jack y miles de voces alemanas se escucharon lamentarse. ¿Jack ganó? ¿En serio ganó?
Vi los ojos de Charlotte llenos de lágrimas y me sorprendió. Ella se acercó darme un abrazo apenas cruzamos miradas.
—Fue una gran pelea. —afirmó. Asentí con una sonrisa. No podía creerlo. En serio ganó en su primera pelea a nivel mundial como peso pesado. Alex se acercó a él para darle la mano, Jack la tomó y lo abrazó. El público entero se convirtió en aplausos. Ambos sonreían, y aunque trataban de actuar profesionalmente, su amistad de años era evidente.
¿Yo? ¿Enamorándome de Ryan? negué con la cabeza enseguida. Jack me miraba atento.—¿Estás loco?—¿Lo estoy?Apreté mis labios con frustración.—Jack. Yo te amo a ti. —mi voz se quebró al decirlo. Él esbozó una pequeña sonrisa melancólica—. Eso no volverá a pasar. No lo veré nunca más. Por eso... perdón. Perdón. —bajé mi cabeza para que no me viera. Él estiró su mano hacia mí.—Levántate. Ven aquí.La tomé y me se
No podía creerlo. ¿Cómo? ¿Por qué? cuando pensé que no lo vería más, aparece justo frente a mi ojos. Estaba trotando, llevaba una camiseta y unos shorts deportivos. Se quitó susairpodsy caminó hacia mí con una sonrisa. Retrocedí un paso hasta chocar contra la cerca de metal. Sus ojos brillaban. El sudor corría por su frente y nuca.—Vaya sorpresa... —soltó, sus ojos se arrugaron de lo feliz que estaba. En cambio yo, solo podía mantener mi expresión de shock. Tragué saliva antes de hablar.—¿Qué haces aquí...? —pregunté apenas. Sentí tantas emociones al ver su rostro que me quedé inmóvil.
—Entonces... te gusta pero no harás nada al respecto. —concluyó Ethan.—¿Ni siquiera pensaste en terminar con Jack?Mis ojos fueron de los de Ethan a lo de Marc varias veces. Terminé bajando la cabeza abrumada.—Jamás pensé eso... —admití.—Pero si te gusta Nolan, quieres estar con él, ¿No es así?Yo... ¿Quiero estar con él? no pensé en esa posibilidad. No puedo. No puedo ¿No? nadie apoyaría eso. Creerían que estoy loca. Pero si pienso sólo por mi misma, un futuro con él. Imaginé muchas cosas que podrían conver
—Entonces mañana le responderás. —repitió Ethan.—¿Y qué le dirás?Miré los ojos se Marc y me tomé la cabeza desesperada.—No tengo idea. No sé porqué le dije eso.—Mejor piénsalo bien. Porque al parecer él va en serio contigo.Intercambiaron miradas entre ellos y asintieron resignados. Tienen razón... debía ser sincera con él. La seriedad con la que me afirmó que le gustaba era abrumadora. Y en todo caso, ¿Por qué le gusto? Ni siquiera he pensando en ello. ¿Y por qué a mí me gusta Ryan? si trato de buscar raz
Maquillé mis ojos tratando imitar lo que Mía hizo la vez pasada. Me quedó bastante decente para ser la primera vez. Deslicé con una brocha el iluminador por mis pómulos y la punta de mi nariz. Ethan se apoyó en la puerta y silbó al verme.—Vaya amiga, que divina. —soltó. Sonreí al verlo a través del espejo. Guardé el maquillaje en mi cosmetiquero y volteé hacia él.—¿Y tu? —pregunté. Le quité sus gruesos lentes dejándolo con un gesto de confusión—. Et, te ves genial. ¿Por qué no intentas ir así hoy?Me los quitó y se los puso de nuevo rápidamente.
—Hola belleza, ¿Estás sola?No otra vez. Sentí que hace mucho tiempo no me pasaba esto. Supieran que soy la novia del campeón, no se atreverían a acercarse. Levanté la cabeza y miré sus rostros asquerosos uno por uno.—Fuera. —gruñí, haciéndolos intercambiar miradas sorprendidas.—Qué ruda... —soltó uno de ellos. Eran tres. Mayores que yo. Se acercaron más.—Hey, solo venimos a invitarte unas copas.—Pues no me interesa. Lárguense. —me crucé de brazos y los miré con desinterés. Al parecer eso los enojó, porque su
Me siguió sin decir nada. Bajamos el ascensor en silencio, vi mi reflejo en el espejo y sonreí con nostalgia. Su camiseta que me quedaba como vestido. Observé su espalda mientras caminaba detrás de él. Mi celular sonó con una llamada de Marc.—¿Emma? ¿Dónde estás?—Los espero en la salida. —respondí. Y corté enseguida. Ryan se detuvo en la esquina y volteó a verme con las manos en los bolsillos.—Ahí está la entrada. —afirmó.—Gracias... —caminé unos pasos y me detuve frente a él. Mañana en la noche me iría a Riverlight. No lo vería más. Ahora sí es real. Miré sus o
Corrí hasta sus brazos sorprendiéndolo. Me afirmó fuerte de la cintura dando vueltas, quiso pronunciar mi nombre, pero se lo impedí besando sus labios. Un beso largo y profundo, ese que ya conocemos, pero al mismo tiempo se sintió como algo nuevo. Me separé de él y vi sus ojos brillando, con una inevitable sonrisa inocente. Qué bien se veía. Qué lindo es. Pensé, pegando mi rostro en su pecho. Entrelacé mis dedos apenas detrás de su gran espalda. Él acarició mi cabello.—¿Cómo has estado? —preguntó. Lo miré molesta y él abrió los ojos confundido.—¿Por qué no me dijiste que venías? ¿Qué pasó, no encontraste al campeón de ruso?—No, sí lo encontré. Íbamos a entrenar, pero le dije que me me tomaría una semana. Tení