Después de ducharnos juntos, salimos los dos de la ducha y cogimos dos toallas que había en la puerta, yo enrede mi cuerpo con ella mientras Aaron se secaba con ella su cuerpo, ya que el se tenia que marchar a su empresa a trabajar, después de darme un hermoso beso en mis labios Aaron se marchó de mi dormitorio al suyo, me sequé el cuerpo con la toalla, me puse unos pantalones y un jersey, tumbandome en la cama, quedándome dormida enseguida— Alice cielo, ¿Quieres que te suba la comida al dormitorio? — me preguntó Angelina despertandome— No tengo hambre ahora, luego bajaré yo a la cocina — respondíAngelina me toco la frente con su mano dando un pequeño grito, haciendo que casi me estallara la cabeza del dolor que tenía— Ves mi niña, ya te lo dije, no se te ocurra acercarte a la niña, estas ardiendo voy a llamar a Aaron para que llame al médico y que le diga que venga cuantos antes a la casa — me dijo sin poder decirle nada, ya que no podía ni abrir los ojosCuando volví a despertar
Al no responderme Aaron a mi pregunta y ver el semblante de su cara tan serio, comprendi que aún no se acordaba de mi y lo que él tenia conmigo simplemente era sexo. — Alice, ella es mi prometida y si, nos casaremos en dos semanas — me dijo — Me alegro mucho por ti Aaron, pero yo tengo que marcharme con mi hija y tiene que ser ya — dije — Pero Alice de quien estás huyendo y porque esas prisas — me dijo — No te voy a decir nada más Aaron, solo que necesito que me prometas que no le dirás a nadie que mi hija y yo estamos en tu casa, por favor prométemelo — le rogué — De acuerdo, te lo prometo, pero quedate por lo menos hasta que estés mejor de tu catarro por favor – me dijo Aaron me lo prometió y confíe en él y en su promesa, igual que yo le dije que me quedaría hasta que me encontrara mejor, pero las cosas no eran siempre como uno quería, dos días después, la policía londinense toco la puerta de la casa de Aaron, en ese momento entre en el dormitorio de mi hija, la cogi en brazos
Cuando ya recuperamos el aliento, nos levantamos los dos de la cama, dirigiéndonos al cuarto de baño, entramos los dos en la ducha abriendo el grifo poniendo el agua ni muy caliente ni muy fría, Aaron masajeo mi cuerpo con el jabón, lavando tambien mi pelo haciendo yo lo mismo despues con él, cuando ya estabamos sin jabon, salimos de la ducha, cogimos dos toallas secándose él su cuerpo mientras volvíamos a mi dormitorio. Aaron se vistió amantes que yo, pero antes de marcharse, cogió mi barbilla con sus dedos, acercando sus labios a los mios besandonos, marchandose después de mi dormitorio. Yo termine de secarme vistiendome despues, marchandome tambien de mi dormitorio, acercandome al dormitorio de mi hija, viendo a Camila durmiendo a mi pequeña en sus brazos. Por la tarde, estaba en el salón leyendo un libro cuando escuche el timbre de la puerta, dejé rápidamente el libro encima de la mesita, me marché del salón y subiendo las escaleras, entré en el dormitorio de mi hija. preparada pa
El taxista paró el vehículo en la dirección que mi nona le dio, fijandome cuando baje del vehículo en un edificio no muy alto y con un letrero muy luminoso donde ponía pensión, una vez que el taxista sacó del maletero nuestro equipaje, nona le pagó al hombre marchandome casi de inmediato de allí. Cogi el equipaje y entramos en el edificio, subimos hasta la primera planta donde estaba la habitación. Al entrar me di cuenta que era igual de cómodo que un hotel.Pasamos la noche como bien pudimos en la habitación de la pensión, marchandonos a primera hora de la mañana, cogimos un taxi que nos dejó en la misma entrada del aeropuerto, nos sentamos en las sillas llevando siempre mi nona a mi pequeña en sus brazos, cuando escuchamos por los altavoces que ya podíamos ir a la puerta de embarque, nos levantamos de las sillas acercándonos, pero antes de pasar, empecé a escuchar mi nombre, me gire para ver quien me llamaba viendo a Aaron correr hacia donde estábamos — Señora, si no entra ya, perder
En Roma con mi amiga Cati y mi nona era muy feliz, todas las mañanas, después de desayunar, mi amiga se marchaba a su trabajo, mientras mi nona y yo le dábamos a mi hija el desayuno, la vestíamos con uno de sus vestiditos rosas o según el color que ese día le apetecía a Cati o a mi nona, dejabamos a mi pequeña en su cochecito y nos íbamos a pasearla siendo mi pequeña la admiración de todo el que se paraba para mirarla, ya que cada día le ponemos una cinta en su linda cabecita con estrellitas, flores, o cualquier cosita. Uno de esos días, nos sentamos mi nona y yo en una cafetería para tomarnos un refresco ya que estábamos muy cansadas y acaloradas, cuando empezó a sonar el móvil de mi nona, lo sacó de su bolso, miró quien la llamaba mirandome a mi despues con el semblante muy serio, poniendo el manos libres de su teléfono para que yo también escuchara la conversación.— Dime Kevin — dijo ella— ¿Dónde estás nona? te marchastes de mi casa sin despedirte de mí — escuche la voz de Kevin—
Después de marcharse el doctor vimos entrar en la sala a un empleado de la clínica, para llevarme a una de las habitaciones como ya me dijo el médico. Ya en la habitación le dije a mi nona que se marchara a la casa de Cati con mi hija, pero ella no quiso quedandose esa noche conmigo, Por la mañana me desperté sintiendo unos dedos en mi mejilla acariciandome, pensando que era mi nona, abri los ojos sonriendo encontrándome a Aaron sentado a mi lado en la cama. — Buenos días princesa, me encanta verte despertar —me dijo — ¿Qué haces tú aquí? vete no quiero que estes conmigo, marchate — le dije gritando y dando patadas en la cama para echarlo de la habitación — Nona, no te dije que no lo llamarás que mi bebe es solo problema mio — grite — Lo siento mi niña, pero esta vez, su padre tenía que saberlo — respondió mi nona — Claro para que me la juegue y me amenace como hizo Kevin conmigo, ¿no? Pero Aaron se puso de pie, me cogió de los brazos con sus manos aplastando mi cuerpo contra la
Me quede inerte de pie en la misma puerta de mi habitación cuando me dijeron que estaba detenida, viendo como lloraba mi nona y el rostro desencajado de Aaron, los policías me pusieron los brazos detrás en mi espalda poniéndome unas esposas, haciendo seguidamente que los siguiera hasta la puerta de la clínica donde había un coche de la policía esperando.— Por favor esperen — escuche gritar a Aaron, quedandose los policias parados por un momento— Esto tiene que ser una equivocación, ella no secuestró a su propia hija — les dijo Aaron— Perdone señor ¿usted quien es? — le preguntó el policía— Aaron Duncan, el prometido de Alice — contestó él— ¿Usted también participó en el secuestro de la hija del señor Taylor? — preguntó el policía a Aaron— No señor, yo anoche vine de viaje desde Londres, pero Alice es su madre biológica, no la pueden detener — respondió Aaron— Por favor señor policía, no se lleven a mi niña, ella es su madre — dijo mi nona llorando sin consuelo— Lo siento señor
El hombre que Kevin mando a la comisaría para que me dijera qué opciones tenía, sacó de una carpeta grande que tenía debajo de su brazo unos documentos, dandomelos a través de la reja de la celda donde yo me encontraba ofreciendo también su bolígrafo. Cogi la documentación y sentándome en la cama que había me dispuse a leer por temor de que el hombre también me estuviera engañando, viendo en el documento que tenía razón, ya que nos casariamos Kevin y yo con el contrato de un año, siendo yo después libre y con la custodia de mi hija compartida con su padre. Cuando ya termine de firmar todas las hojas del documento, se lo devolví al hombre del traje, revisando él primero que todo estuviera firmada por mi puño y letra.— Esta todo bien señorita Anderson, ahora vendrá un guardia para abrirle la puerta de la celda, yo la esperaré fuera en mi vehículo y le aconsejo que no trate de huir, ya que hay dos guardaespaldas del señor Taylor hay fuera que la acompañarán — me dijo marchandose de allí