El hombre que Kevin mando a la comisaría para que me dijera qué opciones tenía, sacó de una carpeta grande que tenía debajo de su brazo unos documentos, dandomelos a través de la reja de la celda donde yo me encontraba ofreciendo también su bolígrafo. Cogi la documentación y sentándome en la cama que había me dispuse a leer por temor de que el hombre también me estuviera engañando, viendo en el documento que tenía razón, ya que nos casariamos Kevin y yo con el contrato de un año, siendo yo después libre y con la custodia de mi hija compartida con su padre. Cuando ya termine de firmar todas las hojas del documento, se lo devolví al hombre del traje, revisando él primero que todo estuviera firmada por mi puño y letra.— Esta todo bien señorita Anderson, ahora vendrá un guardia para abrirle la puerta de la celda, yo la esperaré fuera en mi vehículo y le aconsejo que no trate de huir, ya que hay dos guardaespaldas del señor Taylor hay fuera que la acompañarán — me dijo marchandose de allí
Ya en el dormitorio de Kevin, se acercó a mí rodeando mi cuerpo desnudo con sus fuertes brazos, besó y mordió mi cuello, el lóbulo de mi oreja,mis hombros, lamió mis labios, hasta que le di un fuerte empujón apartandolo de mi viendo en el semblante de su cara lo enfadado que estaba. Se volvió a acercar a mi y dándome un fuerte bofetón que me tumbo en la cama— Tu te lo has buscado, abre las piernas para mi, te voy a hacer gritar mi nombre hasta que te quedes afonica — me dijoMe gire en la cama, para marcharme por la otra parte, pero Kevin consiguió coger mi tobillo, arrastrándome encima de la cama hasta donde él estaba de pie, poniendo sus brazos a cada lado de mi cuerpo, y su boca a milímetros de mi boca.— Aún no estamos casados y la denuncia no la he retirado, ¿quieres volver a la cárcel? o prefieres ¿portarte como una sumisa esposa? — me preguntó— Kevin por favor, dame tiempo ya que lo único que quiero es estar con mi hija — respondí— Pues si quieres tanto a tu hija, hazle cas
Unos días después de la pelea que tuvimos Kevin y yo en el jardín, Kevin tuvo la genial idea de hacer una fiesta en la casa para anunciar nuestro compromiso invitando a gente que conocíamos los dos y a gran parte de sus socios. El día que se festejaba nuestro compromiso, entré en el dormitorio de mi hija quedándome con ella hasta que los decoradores y los del catering se marcharon, encargándose una de las sirvientas de cuidar a mi hija mientras Kevin y yo estábamos atendiendo a los invitados. Me fui al dormitorio, entre en el cuarto de baño para ducharme, abri los grifos, me quite toda la ropa entrando en la ducha, cuando gire mi cuerpo para cerrar las puertas de la ducha, vi a Kevin de pie mirándome con su sonrisa ladina en la cara.— Eres realmente preciosa, — me decía mientras se quitaba él la ropa— Kevin ahora mismo están los invitados aquí y hay que salir a recibirlos — le respondí— Que esperen, primero es mi esposa — me contestó Se puso el jabon en su mano, acariciando cada c
Grité tan fuerte el nombre de Aaron, que la mayoría de los invitados se giraron para saber quién gritaba, entre ellos Kevin, mi nona y Caty. Corrí lo más deprisa que pude echándome a los brazos de Aaron, cogiéndome él tan fuerte en sus brazos que creía que me iba a partir en dos.— Aaron espera ¿y mi hija? — le pregunté— Cariño, ¿te olvidas que soy CEO y multimillonario y tengo los mejores abogados? — me contestó— No me importa tu dinero, te amo a ti — le dije, escuchando a Kevin gritar, amenazando con que no volvería a ver a mi hija nunca mas si me marchaba con AaronAaron me dejo de pie en el suelo suavemente al lado de un mercedes último modelo, abriendo la puerta del copiloto invitándome a sentarme en el sorprendiendome, sentándose él en el asiento del conductor, marchandonos de las inmediaciones de la casa de Kevin. Poco después aparcó el vehículo en el garaje del hotel más caro de Kansas. Abrió la puerta del vehículo para que yo bajara de él y cogidos de la mano, entramos en e
Cuando volví a ver a Cati y a mi nona, me alegré muchísimo aunque no dejaba de pensar en que había abandonado a mi pequeña con el monstruo de su padre, sintiéndome culpable. Sabía muy bien que Kevin jamas le haria daño, pero mi hija era muy pequeña y ya había pasado por muchas manos y por muchas casas— Ahora que, decirnos algo pareja — nos dijo Cati a Aaron y a mi— Ahora a casarnos en Londres, mis abogados ya tienen los papeles, nada más que lleguemos nosotros los firmemos y que nos case un juez, ¿verdad futura señora Duncan? — me preguntó Aaron juntando nuestros labios— Heyyy, vosotros dos que teneis compañia — nos grito Cati, separando nuestros labios riéndonos los cuatroNada más que terminamos los cuatro el desayuno, entramos en la habitación fijandome en que había encima de la cama un precioso vestido blanco y los zapatos a juego con el vestido, mire a Aaron porque él también me estaba mirando, acercándome a él besándonos los dos como dos recién casados que era lo que íbamos a
Después de firmar la licencia de matrimonio y dándole las gracias al juez, nos marchamos de la sala junto con Dylan el amigo de mi reciente marido, nos acercamos hasta donde estaban los ascensores subiendo al primero que paró en la planta donde estábamos apretando el botón de la planta baja, cuando paro, bajamos del ascensor despidiéndonos de Dylan antes de salir a la calle para subir a la limusina que ya nos esperaba el chofer con la puerta abierta— Felicidades señores Duncan .-- nos dijo el chofer— Gracias Tomas, vámonos a casa que Angelina y Camila están deseando volver a ver a mi esposa — contestó AaronEl chofer cerró la puerta cuando ya estábamos sentados en el vehículo, sentándose él en el asiento del conductor— ¿Que se siente señora Duncan al estar casada con un CEO millonario? — me preguntó— Que le amo señor Duncan, como jamas crei que podia amar a un hombre como tú CEO, guapo y encima multimillonario — respondí riendo, juntando nuestros labios poniéndome Aaron a horcaj
Intente abrir los ojos, pero casi no podía me pesaban mucho los párpados, hasta que las dichosas náuseas hicieron su aparición y como pude me levanté de aquella cama en la que me encontraba tumbada y que no conocía y cogiendome a todo aquello que estaba a mi paso para no caerme pude llegar hasta la puerta donde me parecia que habia un cuarto de baño, entre en él, subí a tiempo de no vomitar encima de la tapadera del inodoro vomitando después todo aquello que mi estómago rechazo, una vez que termine, volvi a lo que parecía un dormitorio viendo a mi verdugo y secuestrador en la puerta del dormitorio teniendo en su boca aquella sonrisa ladina.— ¿Qué hago aquí? — le pregunté a Kevin— Veo que el estupido de Aaron no ha perdido el tiempo contigo, ¿estás embarazada? — me preguntó— A ti que te importa, contesta a mi pregunta ¿dónde me has traído? — le pregunté muy enfadada— Ven conmigo, te lo demostrare — me dijo estirando su brazo ofreciéndome su manoComo no podía andar sin ayuda, no tu
La muchacha agacho la cabeza y mirando al suelo como si temiera algo desapareció del salón quedándonos solos Kevin y yo con nuestra hija.— Pobre muchacha, no tienes porque hablarle así — le dije— Alice cariño, soy yo quien le paga y puedo hablarme como a mi me de la gana — me respondioDespués de comer, me senté en uno de los sillones que había afuera en el cenador con mi pequeña, puse los pies en la mesita que allí se encontraba doblando mis rodillas, poniendo a mi hija en mis piernas sentada haciéndole varias pedorretas en su barriguita, riéndome con ella ya que risa era tan contagiosa, que tenía sí o sí que reírme con mi pequeña cuando le hacía las pedorretas.— Señora, el señor Kevin me ha dicho que luego ustedes dos darán un paseo con la pequeña Cintia — me dijo Amelia—- Amelia ¿dónde está el señor, en este momento? — pregunté— Trabajando en su despacho señora— me respondió— Entonces ven, sientate un ratito conmigo, — le dije— No puedo señora, si me ve el señor hablando c