Cuando termine de hablar con mi nona y le devolví el teléfono al médico, nos quedamos los dos un buen rato en silencio mirando al vacio, aunque yo no dejaba de mirar la puerta de la habitación de Aaron, ya que se me estaba haciendo muy largo el poder volver a entrar y conocía muy a Annais, sabía que estaba intentando o engañar con sus mentiras de niña buena a Aaron para que se casara con ella y así poder arrebatarmelo ya que estaba muy celosa de mi desde que entré en la vida de él. cuando me contrato en su empresa de Londres— Alice,¿te duele algo? — me preguntó el doctor al verme la pastilla que compre en la farmacia en la mano— No doctor, esto es la pastilla del dia despues, anoche el padre de mi hija me forzó y no deseo tener otro bebe por ahora — le dije— Entonces para prevenirte, te voy a recetar unos anticonceptivos que espero que te vayan bien y asi podras estar tranquila para esos casos, ahora vengo, no te muevas de aquí — me dijo levantándose después de la silla marchandose
Los días fueron pasando y Aaron empezó a sentirse mucho mejor hasta el punto que él mismo habló con su doctor para que le diera el alta, pues deseaba volver a Londres cuanto antes. con su abuela. Los días que pasamos juntos en la clínica fueron de mucha angustia, pues a mi me hablaba gritando o con exigencias, todo lo contrario a cuando venía Annais a visitarlo y me lo hacía pasar muy mal ella, al ver los mimos y carantoñas que se hacían por no decir que un día que entré en la habitación de Aaron, después de subir de la cafetería, los vi en la misma cama haciéndose el amor, aunque yo sabía que si la puerta no estaba cerrada por dentro es porque mi rival lo había preparado para que yo me los encontrara de esa manera. El médico que estaba tratando a Aaron era mi confidente en el hospital, me decía cuando me llamaba mi nona, para poder marcharme a casa de Kevin ya que él no estaba y yo podía ir a cambiarme de ropa, asearme y estar un rato con mi hija, aunque siempre me parecía poco,el ti
Mientras mi nona llevaba a mi pequeña en brazos a la entrada de la casa, yo cogi mi maleta muy nerviosa del armario, pues quería darme prisa por si volvía Kevin antes de hora a su casa, metí en la maleta varias prendas y cosas precisas para mi, baje con el equipaje de mi hija y el mío hasta la puerta de la casa, metiendo el conductor del taxi el equipaje en el maletero de su vehículo. Mi nona y yo nos quedamos mirándonos por unos minutos como si ella me quisiera decir que estaba cometiendo una locura, le cogi a mi hija de sus brazos, abrazandome mi nona como si ya no nos volvieramos a ver. Cuando me separé de ella y con mi pequeña en mis brazos subí al taxi, cayendo alguna que otra lágrima por mi mejilla. Arrancando el conductor me quedé mirando la casa mientras el vehículo se alejaba de la casa. Al llegar al aeropuerto, el taxista me ayudó a llegar con el equipaje hasta el avión particular de Aaron, subí las escaleras viendo que él ya estaba sentado dentro del avión, le pagué al taxi
Cuando escuche la voz de Anais, me separé enseguida de Aaron, me puse en pie para marcharme de su dormitorio, cuando pase por al lado de Annais se quedó mirándome como si quisiera matarme— No te vuelvas a acercarte a Aaron puta — me susurro— Tu mentira no creo que dure mucho y luego cuando vea la verdad ¿que harás? — le dije con sarcasmoAl ver que no sabía contestar a mi pregunta, me disculpe marchandome del dormitorio hacia la cocina donde estaba Camila con mi hija. Los días fueron pasando y aunque Annais intentó varias veces venirse a la casa a vivir con Aaron, este no la dejó, cabreandose ella, echándome la culpa a mí de todo lo que a ella le pasaba con Aaron. Aparte de su trabajo en su empresa por las mañanas, Aaron venía muy tarde, cenaba lo que Angelina le preparaba, marchando después a su dormitorio, para luego marcharse de la casa y en su coche particular desapareciendo por toda la noche.Una noche me levanté de la cama al escuchar a mi hija llorar, salí de mi dormitorio a
Cuando vino Aaron por la noche, yo estaba en el dormitorio de mi hija cambiando el pañal ya que se había despertado llorando y me había despertado a mi al escucharla llorar, despues de ponerle el pañal limpio le arregle su ropita viendo entrar Aaron en el dormitorio de mi pequeña.— Buenas noches, ¿tenía hambre la peque? — me preguntó— No, es que tenía el pañal sucio y es muy señorita mi niña — le dije poniendo a mi pequeña en mis brazos para mecerla– Alice ¿conoces a un tal Kevin Taylor? — me preguntó— ¿Por qué debería de conocerlo? — le pregunté temblando mis piernas en ese momento, como si fueran de gelatinas— Es que ha venido esta tarde a mi empresa y quería hablar urgentemente conmigo, nada más verlo entrar por la puerta y aunque me ha costado un poco, todo lo tengo que admitir, lo he conocido ya que eramos muy amigos, pero lo raro es que me ha preguntado por una tal Alice, como tu nombre — me dijo— A si que casualidad, hay muchas que se llaman como yo — le dije ocultando mi
Después de ducharnos juntos, salimos los dos de la ducha y cogimos dos toallas que había en la puerta, yo enrede mi cuerpo con ella mientras Aaron se secaba con ella su cuerpo, ya que el se tenia que marchar a su empresa a trabajar, después de darme un hermoso beso en mis labios Aaron se marchó de mi dormitorio al suyo, me sequé el cuerpo con la toalla, me puse unos pantalones y un jersey, tumbandome en la cama, quedándome dormida enseguida— Alice cielo, ¿Quieres que te suba la comida al dormitorio? — me preguntó Angelina despertandome— No tengo hambre ahora, luego bajaré yo a la cocina — respondíAngelina me toco la frente con su mano dando un pequeño grito, haciendo que casi me estallara la cabeza del dolor que tenía— Ves mi niña, ya te lo dije, no se te ocurra acercarte a la niña, estas ardiendo voy a llamar a Aaron para que llame al médico y que le diga que venga cuantos antes a la casa — me dijo sin poder decirle nada, ya que no podía ni abrir los ojosCuando volví a despertar
Al no responderme Aaron a mi pregunta y ver el semblante de su cara tan serio, comprendi que aún no se acordaba de mi y lo que él tenia conmigo simplemente era sexo. — Alice, ella es mi prometida y si, nos casaremos en dos semanas — me dijo — Me alegro mucho por ti Aaron, pero yo tengo que marcharme con mi hija y tiene que ser ya — dije — Pero Alice de quien estás huyendo y porque esas prisas — me dijo — No te voy a decir nada más Aaron, solo que necesito que me prometas que no le dirás a nadie que mi hija y yo estamos en tu casa, por favor prométemelo — le rogué — De acuerdo, te lo prometo, pero quedate por lo menos hasta que estés mejor de tu catarro por favor – me dijo Aaron me lo prometió y confíe en él y en su promesa, igual que yo le dije que me quedaría hasta que me encontrara mejor, pero las cosas no eran siempre como uno quería, dos días después, la policía londinense toco la puerta de la casa de Aaron, en ese momento entre en el dormitorio de mi hija, la cogi en brazos
Cuando ya recuperamos el aliento, nos levantamos los dos de la cama, dirigiéndonos al cuarto de baño, entramos los dos en la ducha abriendo el grifo poniendo el agua ni muy caliente ni muy fría, Aaron masajeo mi cuerpo con el jabón, lavando tambien mi pelo haciendo yo lo mismo despues con él, cuando ya estabamos sin jabon, salimos de la ducha, cogimos dos toallas secándose él su cuerpo mientras volvíamos a mi dormitorio. Aaron se vistió amantes que yo, pero antes de marcharse, cogió mi barbilla con sus dedos, acercando sus labios a los mios besandonos, marchandose después de mi dormitorio. Yo termine de secarme vistiendome despues, marchandome tambien de mi dormitorio, acercandome al dormitorio de mi hija, viendo a Camila durmiendo a mi pequeña en sus brazos. Por la tarde, estaba en el salón leyendo un libro cuando escuche el timbre de la puerta, dejé rápidamente el libro encima de la mesita, me marché del salón y subiendo las escaleras, entré en el dormitorio de mi hija. preparada pa