Me marché enseguida del cuarto de baño limpiandome las lágrimas con mis dedos, nada más doblar la esquina de daba al salón del hotel donde se celebraba el acontecimiento me encontré con Aaron que venia a buscarme.

— ¿Estás mejor cariño?, estaba preocupado por ti mi amor – me dijo

— Si no te preocupes, vamos con los demás invitados, quiero bailar bien pegadita a ti — le dije acariciando su mejilla con mi mano, viendo como me miraba y me sonreía

Volvimos los dos abrazados al salón, Aaron rodeo mi cintura con sus fuertes brazos y yo su cuello con los míos, mientras rozamos nuestros labios y me besaba el cuello dulcemente, viendo segundos después pasar por nuestro lado a Kevin sin apartar su mirada de mi. Seguimos bailando hasta que la música para, fuimos a la barra del bar que había, pidiendo Aaron dos copas de champán y sin esperar la sorpresa que me esperaba, cogió una cuchara y empezó a tintinear su copa llamando la atención de todos los invitados.

— Señores y señoras, por favor entie