Electra observaba en silencio cómo el grupo se preparaba para salir. El calor que sentía en su pecho aún era solo una chispa dentro de ella, un poder latente que aparecía esporádicamente, sin dar señales de su verdadero potencial. Aunque eso la frustraba, sabía que no podía forzar el despertar completo de su poder, pues aun faltaban pocos días paraque aquello sucediese. Tenía que confiar en lo que tenía, por ahora.
Derek se acercó a ella, con una expresión de preocupación. —¿Estás segura de que no deberías venir? —preguntó—. Sabemos que tu poder aún está dormido, pero cualquier ventaja que puedas darnos... Electra lo interrumpió, negando con la cabeza. —No, Derek. Si Izan siente mi presencia, podríamos arruinarlo todo. Mi poder... aún no es lo suficientemente fuerte para enfrentarlo, ni a él ni a nadie. Solo se manifiesta en momentos impredecibles, y no puedo arriesgarme a que algo salga mal.— miró a los demás en la sala y—¿Pensaron que sería tan fácil? —dijo el joven , sus ojos brillando con malicia.Sin darles tiempo a reaccionar, el joven levantó una mano y un aura oscura surgió a su alrededor, lista para atacar. Derek, James e Isabella retrocedieron, sabiendo que cualquier magia usada en ese momento sería anulada si llegase aparecer Izan y ahí sí estarían perdidos —Asi que descubrieron a Izan, no? — dijo mientras sonreía con malicia—. Creyo que no vendrían por él —continuó, caminando lentamente hacia ellos—. Hugo está debilitado, su poder ha hecho invencible a Izan. ¿De verdad creen que pueden vencerlo a él, o… tal veza mí?Derek no dudó. Lanzó un golpe directo al idiota hablador, pero el mago oscuro lo esquivó con facilidad. El enfrentamiento físico había comenzado, pero el mago oscuro no planeaba pelear limpio. Con un movimiento rápido, levantó su mano de nuevo, y la habitación se llenó de una presión oscura, que parecía aplastarlos.—No necesitan magia
— Debemos irnos ahora, podrían llegar más— Dinorah estaba fuera de sí, ese tipo estaba muy loco. Más que ella, porque jamás se había planteado algo tan fuerte como aquella acción. Dereck y James salieron con Hugo y las chicas le siguieron, mientras Barrick aún seguía viendo el lugar donde antes yacía el mago.Con una mirada de desconcierto. —Vámonos Barrick, debemos llegar con Electra.Este solo asintió y salió del lugar. El auto en el que iban era un tanto pequeño por eso habían decidido que una parte tomaría un taxi y luego a una distancia prudente podrían hacer la desmaterializacion. En el taxi se irían Barrick y Dinorah, y en el auto Sarah, Isabella y ambos lobos. Habían logrado sacar a Hugo con vida pero su debilidad tenía preocupados a los lobos, podían sentir el débil latido de su corazón y estaba más que seguros que no aguantaría ese traslado, tendrían que ingeniárselas de otra forma.— El no aguantará la desmaterializacion
Electra se encontraba sumida en la oscuridad, un lugar donde el silencio era ensordecedor y la confusión la envolvía. —Donde estoy? —Se preguntó asi misma al sentirse en la nada.— Es exactamente eso,Electra. La nada.—respondió una voz muy conocida. Iluminando con fuego el lugar—¡ Fyre!— exclamó con alegría Electra al ver a su amigo.— Tienes que ser fuerte Electra, debes aguantar y controlar el dolor. Esta vez despertaré con más fuerza y la energía negativa de mi contraparte es más poderosa que aquella vez, se fuerte y no dejes que te controle.— le dijo con seriedad el hombre que tenía la apariencia de su padre.—Más fuerte que antes?—Este solo asintió —Si no lo controlas y aguantas el dolor, morirás y lo que despertara en tu lugar no será nada bueno, puedo asegurarte que será el final para el mundo.— Las palabras de Fyre traían peso, uno que cargaba Electra en sus hombros al cambiar el destino de todos.— Entonces, solo tengo que resistir, no— preguntó con determinación, aunque s
Ya Electra había vivido aquello, sabía del amor que el sentía por Izan, y esa traición era más que posible que lo estuviese destruyendo por dentro, toda esa rabia que sentia solo era por haber sido engañado de aquella forma.Quería tenerlo de su lado pero jamás obligarlo y menos hubiera querido haberlo herido. James negó con la cabeza al escuchar la contrariedad en el interior de Electra, tenía una lucha interna de sí era la responsable por el odio y dolor que experimentaba Hugo en ese momento.●No niña, no eres la responsable. Todo esto sucedió antes de que llegaras a su vida, por lo tanto el único culpable aquí es el por confiar demasiado en un idiota niño bonito.● Te equivocas James, si es mi culpa. Izan lo busco para poder hacerse con mi poder cuando Gwyddyon así lo decidiese, me haría lo mismo que hacía con Hugo.— le respondió Electra a James por el enlace mental, sorprendiéndose luego de aquella acción. Miró a James con asombro y este solo
— Claro que puedo escucharte, no estoy sorda y todos aquí te escuchamos— señaló a todos en la sala literalmente con sus manos y sonriendo al no entender las caras de los demás— todos escucharon las preguntas que hacía no?— todos negaron, pero Electra estaba nerviosa, aterrada se podría decir, pensando en si estaba o no haciendo lo correcto —Derek, ustedes tienen un lazo mucho más fuerte, has podido comunicarte con ella de esa forma?— preguntó intrigada Sarah, y Derek sólo negó. —Nunca intenté usar ese lazo, por miedo a su reacción y… rechazo— murmuró avergonzado ganándose una risa de burla de Hanna y Dinorah — Eres muy tonto lobito— le dijo Dinorah y Hanna dejo de reir y la miro mal—es cierto que sería algo fuerte para la muñequita del bosque pero es fuerte y además tiene mi mismo espíritu. Me caes bien Hanna A Hanna no le agrado para nada que llamará así a Derek y que se refiriera a ella como muñequita, le pareció despectivo. —
Electra sabía que estaba caminando por la cuerda floja intentando cambiar el destino.Cada vez que reescribía el tiempo, cada vez que torcía los hilos del futuro para salvar a quienes amaba, una parte de su ser se desmoronaba. Pero no había vuelta atrás. Estaba dispuesta a continuar, a sacrificarlo todo, incluso si ello significaba perder lentamente su parte de ella. Lo único que la mantenía en pie era el firme convencimiento de que su lucha valía la pena.Sin embargo, en lo más profundo, Electra temía perderse por completo a sí misma. Sabía que jugar con el tiempo no era algo que una persona normal pudiera soportar eternamente. Pero ella no era normal, y eso también la aterraba.Mientras tanto, Hanna, su verdadera confidente, no entendía por completo lo que estaba en juego. Electra la había protegido, había mantenido en secreto los verdaderos costos de reescribir el destino. Pero el momento de la verdad estaba cerca, y cuando Hanna lo supiera, ¿cómo reaccionaría? Electra temía que su
—¿Qué estás diciendo? —preguntó, su voz temblando ante la posibilidad que nunca había considerado.—Lo que te dije —respondió él, su mirada intensa y decidida—. Eres mi mate, Electra. Si tú caes, yo igual. La conexión que compartimos va más allá de cualquier cosa que entiendas. Estamos unidos por el lazo de la diosa luna.Electra sintió que el aire se le escapaba. Sabía que había tomado decisiones que podían llevarla a la destrucción, pero nunca imaginó que su final también significara el de James. Se suponía que iba a salvarlo, no a herirlo y menos a llevárselo entre las garras.—No puedes estar hablando en serio, James. Me estas diciendo que...?— Electra se movia de un lado a otro pensando en todo lo que habia hecho para llegar hasta allí—. No,no,no, eso no debe pasar, esto lo he hecho por ti, Hanna, por todos James.—Quisiera entender tu frustración Electra, pero no se en verdad que mas nos ocultas. El lazo de una alfa y su mate es tan fuerte q
—James…. Estás solo?—James dio un paso atrás, el corazón latiéndole con fuerza mientras observaba a Celeste entrar con una confianza deslumbrante. Su cabello rubio caía en suaves ondas alrededor de su rostro, y su mirada había estado entrenada para buscarlo en cualquier rincón.—¿Dónde estás? —preguntó ella, su voz melodiosa pero cargada de insinuaciones—. Te estuve buscando.La incomodidad creció en el aire, y Electra sintió cómo la tensión se acumulaba en su pecho, las insinuaciones de esa mujer hacia James la enojaban en gran manera. Pero, no podía permitir que su presencia alterara todo lo que había construido.—Celeste, estoy... ocupado —respondió James, tratando de mantener su tono neutro mientras sus músculos se tensaban.— ¿Qué estás haciendo aqui, a estas horas?—¿Ocupado? —repitió ella, avanzando un paso más hacia él—. ¿Ocupado con qué? Siempre hay tiempo para nosotros. Y como mahoma no fue a la montaña, pues la montaña ha venido a mahoma.