—James…. Estás solo?—James dio un paso atrás, el corazón latiéndole con fuerza mientras observaba a Celeste entrar con una confianza deslumbrante. Su cabello rubio caía en suaves ondas alrededor de su rostro, y su mirada había estado entrenada para buscarlo en cualquier rincón.—¿Dónde estás? —preguntó ella, su voz melodiosa pero cargada de insinuaciones—. Te estuve buscando.
La incomodidad creció en el aire, y Electra sintió cómo la tensión se acumulaba en su pecho, las insinuaciones de esa mujer hacia James la enojaban en gran manera. Pero, no podía permitir que su presencia alterara todo lo que había construido.—Celeste, estoy... ocupado —respondió James, tratando de mantener su tono neutro mientras sus músculos se tensaban.— ¿Qué estás haciendo aqui, a estas horas?—¿Ocupado? —repitió ella, avanzando un paso más hacia él—. ¿Ocupado con qué? Siempre hay tiempo para nosotros. Y como mahoma no fue a la montaña, pues la montaña ha venido a mahoma.Electra se mantuvo inmóvil, observando la puerta por la que Celeste había desaparecido. Su mente giraba en torno a una sola pregunta: ¿quién era esa mujer, y qué tipo de relación tenía con James y con el destino que debía cambiar?—Electra… —La voz de James sonó cautelosa mientras se giraba hacia ella. Sabía que ella lo había visto todo, y lo que más le preocupaba ahora era la tormenta que estaba a punto de desatarse—. No es lo que parece.Electra, que aún sentía las chispas de energía correr por sus manos, trató de calmarse, pero no pudo evitar dar un paso hacia él, sus ojos ardiendo con furia y los celos dominaban casi por completo sus pensamientos. —¿No es lo que parece? —repitió, con un tono bajo pero cargado de rabia —. ¿De verdad esperas que me trague eso después de lo que acabo de ver? ¿Que diablos fue eso,James— escupió furiosa. La forma en que miraba a James decía todo lo que sentía. El tomó asiento en su escritorio mientras veía como se enojaba
Al entrar al departamento de James, Electra sintió una sensación de alivio y nerviosismo. El lugar era acogedor, con un estilo moderno que reflejaba su personalidad. La luz suave iluminaba los rincones, y un suave aroma a madera y cítricos llenaba el aire. Sin embargo, su mente seguía agitada por lo sucedido recientemente. —¿Te gustaría darte una ducha o cenamos primero? —sugirió James, rompiendo el silencio mientras se movía hacia la sala—. Te ves agotada.Electra sonrió, agradecida por su preocupación. —Una ducha suena bien. Y no tengo hambre— pero pronto su estómago la haría quedar mal,pues no había probado comida desde la mañana. Jaime sonrió y negó divertido— tu estómago no piensa lo mismo, ven subamos.James la guió hacia la habitación,la decoración la sorprendió con su elegancia sutil. Una cama grande con sábanas oscuras dominaba el espacio, iluminado por una lámpara moderna que creaba sombras intrigantes. Algunos libros y papel
PUNTO DE VISTA DE JAMES Me sentía en la puta gloria al tenerla así, dispuesta para mí. No podía controlar mi deseo y mi lobo amenazaba con salir y marcarla,estaba teniendo una lucha por mantenerlo ahí encerrado. Con Su piel sonrosada por el aumento de calor.Pero tenía que saber si ella realmente quería esto.—Electra, estás segura de esto, de continuar?— ella me mira, sus ojos se veían oscuro por el deseo y la excitacion. He olido su esencia desde que llegamos aquí y es lo que me estaba volviendo loco. Asiente pero no es suficiente, quiero escuchar que lo diga.— necesito escuchar que lo digas nena, me quieres aquí y ahora dentro de ti?—Sí, sí quiero —su respuesta me acelera el pulso y sonrío. Me posiciono encima de ella y la beso con desesperación, bajando por su clavícula hasta sus pechos. Con un solo tirón, arranco su vestido, y un gemido se escapa de sus labios, llenándome de deseo. Sin sujetador, su pecho se presenta ante mí, y mi erección
Por otro lado, los chicos seguían inmersos en buscar una forma de hacer que Electra le dijera que escondía realmente y cual sería el precio de haber retrocedido en el tiempo. —Llévame hasta donde está Electra, voy a darle una reverenda paliza— le exigió hanna a Derek. Hanna seguía molesta, pero tenerla lejos e imaginar que posiblemente la pierda en una estúpida carrera de la vida que ella quería cambiar la descomponian. —Es mejor que le demos este día Sherry, dale tiempo. Es seguro que te dira lo que sucede —Derek se había tratado de comunicar con James, pero no habia podido, hacia ya un buen rato, lo que lo tenía un poco alterado. —Querrás decir que deberá explicarnos. No sólo a Hanna, también a nosotros— espetó de mala manera Hugo, ya la mayoría de los recuerdos habían llegado a su mente y quería ayudar, pero necesitaba saber más sobre ese futuro incierto. —Ella lo hará, recuerden que ella no la tiene fácil. — expresó Is
PUNTO DE VISTA DE ELECTRA Estoy en algún lugar de Ebrerton, lo sé. Recuerdo bien este camino, va directamente hasta las montañas Novem Caudae. Pero, que hago aquí? Estoy segura que hace unas horas estaba teniendo las mejores y candentes noches junto a James, el solo pensarlo calienta mi interior. Dije que aprovecharía todo lo que pudiera de esta nueva vida y no daré marcha atrás. Detengo mis pensamientos al escuchar algo detrás de mí, volteo con premura pero no habia nadie. Se que no estoy sola siento que hay alguien más. —Que hace a estas horas de la noche, una chica tan hermosa sola?— salte del susto, sintiendo cómo el corazón se me salía de lo rápido que latía, pero la otra persona la pasaría igual de mal, porque al saltar una oleada de fuego salio disparada, lanzando a Akira contra un árbol. —Por favor, dime que estas bien?!— exclamé acercándome al árbol donde había colisionado.
—De qué estás hablando exactamente Electra??— me pregunta Hanna confundida. —No lo sé tampoco, no he sentido nada diferente en mi, excepto el calor intenso. — no sé cómo explicarles.—. Antes cuando despertó el Fénix casi muero, y además viaje entre mundos y al pasado después de haber luchado y ganado contra Fyre, por eso no creo que haya despertado. —Te equivocas Electra, si despertó. Observenla bien— le dice a los demás mientras me señala. — tus ojos son de un azul oscuro y ahora, aunque sigues conservando tu azul de siempre alrededor brillan de un dorado encendido. Casi semajando el fuego — siguió describiendo todo de mi, lo que estaba provocando que James se enojara.—. Miren su cabello, es un rojo claro el que tenías, ahora es mucho más notable,más rojizo. Y… algo que pudo acelerar el tiempo en que debería haber despertado, es eso.— señaló mi cuello y eso fue todo, James se lanzó hacia él, de no ser por Derek que leyó sus movimientos, Hugo no la estaría contan
RevelacionesElectra se sentó en la cama, el calor aún seguia ardiendo en su interior. La conversación con James ly los demás la había dejado más confundida que nunca, y la presión de los ojos de sus amigos sobre ella la hacía sentir vulnerable. Mientras el viento de Sylph seguía agitando la habitación, pensó en lo que significaba realmente despertar el Fénix en du interior. Aunque si Akira tenía razón ya estaba despierto y no lo que esperaba, pero ella no sentia nada extraño, solo ese dolor intenso que pasaba por sus costillas destrozandola con cada punzada.“¿Por qué me siento así?”, se preguntó. Cada vez que estaba cerca de James, su corazón latía más rápido, y ese fuego en su interior parecía intensificarse. No sabía qué quiso decir Isabella y James sobre qué estaba en celo. No sé se supone que eso sucedía sólo con los animales, especialmente en animales, o ¿no?—Electra, ¿estás bien? —preguntó James, acercándose con preocupación. Quiso darle espacio no leyendo sus pensamientos ya
Electra no dejo de mirar a la mujer frente a ellos,imponente y peligrosa, retrocedió un paso al ver la transformación de la impostora, pero no dejó que el miedo la dominara. Sintió la furia arder dentro de ella, el Fénix parecía removerse en sus entrañas buscando poder salir, era supervivencia estaba reconociendo la fuerza de su oponente. Los demás se colocaron en posición de defensa, formando una barrera entre ella y la impostora.—¿Quién eres realmente? Y que hiciste con Isabella y Barrick? —exigió saber Electra con voz firme, aunque el temblor en sus manos delataba su aprensión.La impostora lanzó una carcajada que resonó por toda la habitación, escalofriante y llena de desprecio.—¿Quién soy? Mmmmm, ¿Acaso importa? Solo deben saber que soy su fin —respondió, con una voz que causaba miedo como si estuviera rasgando un vidrio—. Pero si tanto insisten... pueden llamarme Kaira, la heredera del Caos y la Ruina.James se tensó a su lado, y Electra pudo sentir su preocupación. Ese nombre