BREEN

El abrazo se prolongó un poco más de lo esperado; la verdad, ni siquiera esperaba ese grado de compasión de su parte.

—¿Sabes? Sé que sonará tonto, pero… tú me haces sentir bien. A pesar de que te conozco de solo hace un par de semanas, no sé, me siento cómoda a tu lado.

—¿Y con Montgomery no? —preguntó con cierto recelo. Sé que es una estupidez, pero en realidad, hay veces que no lo hago.

—De un tiempo para acá no y no logro entender por qué. Se supone que me casé con él porque me sentía a gusto a su lado; sin embargo, todo fue empeorando.

—¿Por qué lo dices? —me miro a los ojos al preguntar.

—Cada que se acerca a mí, recuerdo todo lo que aún no te termino de contar —frunció el ceño.

—Entiendo, ¿y conmigo no te pasa lo mismo? —negué con la cabeza.

—No, y es bastante extraño, digo. Al principio creí que era únicamente por mi rechazo ante el acercamiento de cualquier hombre, pero después de la boda, todo se fue para abajo y no comprendo la situación. Quizás solo soy yo, no lo sé