KELLENEntre a la habitación de Tatyana y la miré, se encontraba completamente dormida, tomé una pequeña manta que se encontraba a un lado de su cama, deje una lámpara prendida y apague la luz, me hallaba a punto de salir, cuando entre sueños Tatyana empezó a decir frases, para nada entendibles y parecía como si se encontrara luchando contra alguien, como si le estuvieran causando alguna clase de daño. Rápidamente, me acerqué a ella, la tomé de la mano y me la apretó en cuánto me sintió.—Tatyana, soy Kellen, abre los ojos —traté de despertarla, no sabía si lo hacía de una manera brusca resultaría contraproducente.Le hablé al oído, diciéndole que me encontraba a su lado, que nadie le haría daño y ella pareció entender cada una de mis palabras, porque poco a poco se calmó y también abrió los ojos, supongo que para mirar si lo que escuchaba era cierto o solo producto de su imaginación.—¿Kellen?, tú… —se encontraba un poco desorientada.—¡Shhh!, no hables, me quedaré a tu lado, así que
TATYANAJamás creí contarle a nadie, mucho menos a Kellen, todo lo que he vivido desde hace bastantes años. Pero ya no puedo más. Necesito sacarlo o juro que no podré seguir viviendo con este dolor que me carcome por dentro.Cuando preguntó por qué le temía a mi propio hermano, todos mis malos recuerdos volvieron, sobre todo al verlo de nueva cuenta ayer. Pero decidí no callar más. Quizá Kellen… pueda ayudarme.—¿Alguna vez has sentido que ni siquiera tu propia familia desea que seas parte de ella? —, mis palabras detuvieron sus movimientos— ¿te has sentido extraño a lado de todos ellos?, como si no pertenecieras ahí, como si te odiaran, por el simple hecho de existir —seguramente no entendía ninguna de las palabras que acababa de decir.—¿Por qué lo dices?, creí que… —negué con la cabeza.—Lo que sea que estés pensando, no tiene nada que ver conmigo, siempre he sido la relegada de mi familia, la que llegó en el peor momento, el error. Siempre me han tratado como la oveja negra, cuand
TATYANAEl decir esas palabras en voz alta, ver el rostro asqueado de Kellen, quizá no debí haberle dicho nada.—Pero que no se supone que para ese entonces ya deberías tener algún tipo de enseñanza sexual en la escuela —reí amargamente.—Mis padres siempre fueron muy fanáticos de la enseñanza en casa, su religión no les permitía hablar de ningún tipo de esos temas, contrataron un profesor, el cual solo tenía permitido enseñar cosas básicas, por supuesto que con Wilton fue totalmente diferente, el sí iba a la escuela y se le tenía permitido asistir a cualquier clase de eventos, en cambio, a mí no, es por eso por lo que me sentí más confundida que nunca, creí que mis padres me cuidarían del verdadero demonio que habitaba en casa.—Jamás me dijiste que fuiste educada en casa —alzó los hombros para restarle importancia.—Te aseguro que no es nada de lo que quisiera hablar. Durante años tuve que soportar que ese cerdo se acercara cada vez más. Yo no entendía lo que mi cuerpo expulsaba cad
KELLENCada palabra que salía de la boca de Tatyana era como una puñalada a mi estómago, realmente no me cabe en la cabeza cómo pueden existir personas así de enfermas.Es un maldito degenerado, no puedo siquiera pensar en hacer algo parecido, es asqueroso, enfermo, degradante, ¿por qué abuso de su propia hermana? No es por justificar a Tatyana, pero en cierto modo, ahora entiendo su actitud.No es que sea una persona mala, sino que la vida se ha ensañado con ella, esa mujer está rota por dentro, rota en muchos niveles. Pero tarde o temprano, podrá vengarse de ese hijo de puta, y solo así podrá seguir adelante con su vida, sin temer que alguien le vuelva a hacer ningún tipo de daño. Podrá vivir en paz, al igual que todos, al igual que Breen y Amina y todas aquellas mujeres, que han pasado por lo mismo, a lo largo de todos estos años.Hoy no pensaba poner un pie en la empresa, por ello, en cuanto salí del departamento de Tatyana, conduje directo a casa de mi madre. Después de todo el a
KELLENAl avanzar por el pasillo hacia la cocina, un olor agradable invadió mi nariz. Me dirigí hacia allá y ahí estaba, no recordaba cuánto tiempo había pasado desde la última vez que nos vimos, sobre todo desde que una pelirroja se cruzó en mi camino. Negué con la cabeza y me hice notar.—Hola, nana —la saludé, ella se giró para verme mejor y abrazarme.—¡Oh, mi niño! Hace tiempo que no te veía, ¿cómo has estado? Cada vez que te veo, pareces más alto —reímos.—Sigo igual que siempre —dije con una sonrisa y ella me miró con astucia.—No —replicó—, tienes… —Me miró a los ojos—, tienes un brillo especial en tus ojos —sonrió de oreja a oreja, reflejando una mezcla de curiosidad y desafío—. Seguro que se trata de alguna chica, ¿verdad? —esta vieja, siempre tan observadora como siempre.—No, para nada, nana —el horror en mi rostro no se hizo esperar; sin duda alguna, esta veja es más sabia que nunca.—¿A quién quieres engañar, muchacho? Sabes que nunca me equivoco —dijo con seguridad la m
AMINADesde hace algunos días había estado tratando de localizar a Kellen, fui a visitarlo varias noches a su departamento, pero jamás lo encontré. Es algo extraño que no nos haya comentado a mi madre o a mí que salía de la ciudad, siempre que se va de viaje de negocios, nos avisa, aunque sea por una simple llamada, pero lo hace, ¿por qué ahora no lo hizo?Llegué a comentarle mi sentir al último con el que no debí haberme metido; no obstante, solo le daba puras vueltas al asunto, alegando que no tenía idea de donde se encuentra, aunque sospecho que él, más que nadie lo sabe.Terminé abandonando ese tema por mi paz mental, además tengo otras cosas en la cabeza, las cuales me han estado robando el sueño, como por ejemplo Adam Greyson; ya tendré tiempo para descubrir lo que Kellen está escondiendo.Días después, sucedió lo impensable, no podía creer que la zorra de Tatyana se encontrara armando semejante escándalo afuera de la casa de mi madre, parecía que se encontraba ebria.Decidí lla
ADAMCuando colocó el seguro de la puerta, decidí girarme para poder verla mejor. Esta mujer me tenía vuelto loco.—Supuse que tardarías más en subir, no que lo harías de inmediato —negó con la cabeza, mirando mi falo—. No sabes las ganas que tengo de verte ahora mismo arrodillada frente a mí.—No pude esperar, tenía que verte con mis propios ojos, imagine que te habías tomado antes la foto, no que de verdad estuvieras aquí —, aún no se daba cuenta de la sorpresa que la aguardaba— y a mí también me encantaría arrodillarme frente a ti, aunque no puedo tardarme demasiado —, su cara de fastidio no se hizo esperar— Kellen parece sospechar algo, quizá debí ser más discreta —espetó con molestia.—Entonces será mejor que regreses ahora mismo, yo te esperaré aquí, tú regresa con tu madre y él, pero eso sí, en cuanto se vayan, quiero que de inmediato subas a la habitación —asintió, me acerqué a ella y la besé.Por supuesto que Amina me correspondió, posó su mano en mi polla e inició un vaivén,
AMINAEn cuanto pronuncié esas palabras, Adam se acercó. Mi cuerpo ansiaba su toque, sus besos y todo lo que pudiera darme. Este hombre era en verdad un maestro del sexo. Justo lo que necesitaba.—No sabes las ganas que tenía de salir de entre estas cuatro paredes y traerte aquí conmigo, aunque todos me vieran —reí.—¿Y qué fue lo que te impidió hacerlo? —me miró con los ojos entrecerrados.—Kellen, obviamente. En cuanto me hubiera visto en pelotas, seguro que me las arranca y después me mata.—No seas tan fatalista Adam, Kellen no te haría algo parecido, se molestaría, de eso no tengo duda, quizá sí que te arranque las bolas, pero de ahí, a matarte hay una gran brecha —entendía los miedos de Adam, y no es como si yo fuera a salir bien librada de todo esto, pero quien se llevaría lo peor es él.—De todas formas, eso ahora no importa, ya nos preocuparemos más adelante, cuando Kellen se entere —asentí con un movimiento de cabeza— entonces, dices que ya estás lista, ¿lista para qué? —pre