AMINAEn cuanto pronuncié esas palabras, Adam se acercó. Mi cuerpo ansiaba su toque, sus besos y todo lo que pudiera darme. Este hombre era en verdad un maestro del sexo. Justo lo que necesitaba.—No sabes las ganas que tenía de salir de entre estas cuatro paredes y traerte aquí conmigo, aunque todos me vieran —reí.—¿Y qué fue lo que te impidió hacerlo? —me miró con los ojos entrecerrados.—Kellen, obviamente. En cuanto me hubiera visto en pelotas, seguro que me las arranca y después me mata.—No seas tan fatalista Adam, Kellen no te haría algo parecido, se molestaría, de eso no tengo duda, quizá sí que te arranque las bolas, pero de ahí, a matarte hay una gran brecha —entendía los miedos de Adam, y no es como si yo fuera a salir bien librada de todo esto, pero quien se llevaría lo peor es él.—De todas formas, eso ahora no importa, ya nos preocuparemos más adelante, cuando Kellen se entere —asentí con un movimiento de cabeza— entonces, dices que ya estás lista, ¿lista para qué? —pre
ADAMEn cuanto entré al departamento, sentí el ambiente realmente tenso, Kellen tenía un rostro de furia, Paige entre furia y resignación, Ashton tenía la cabeza gacha, quizá no llegue en el mejor momento, los miré a los tres y sin decir una sola palabra, camine directo a la habitación que él usa como oficina, ¿qué es lo que habrá hecho ahora?, seguro algo lo bastante grave como para que se hayan reunido los tres. Me serví un trago y lo esperé, confío en que no tardará demasiado su reunión.Treinta minutos después, Kellen entro, parecía más calmado, pero aún seguía con su cara seria. Así que me toco preguntar lo que le sucedía.—¿Y ahora porque esa cara? —sé que no solo tenía que ver con Ashton, se acercó al bar y se sirvió un vaso de whisky, se lo tomo de un solo trago y se volvió a servir otro igual —supongo que debe ser algo lo bastante fuerte para que te encuentres así —me miró y afirmo, pero me observó de una manera bastante peculiar— y por cierto, ¿ya sabes en qué andan metidos
ADAMTodo el camino de regreso a casa de Amina, conduje con un nudo en la garganta. Si Kellen me pidió ese favor es porque de verdad no quiere que su hermana sufra. Quiere conocer a la persona que en este momento se encuentra a lado de ella. Si, por cualquier motivo, se llega a enterar de que soy yo, no sé siquiera lo que hará en mi contra.Quizá lo mejor sea dejarlo todo por la paz. No quiero problemas con Kellen, tampoco quiero terminar mi asociación con él. En fin, hay muchas cosas que nos unen, y su hermana, no es una de ellas, sino al contrario.Estacioné mi auto en el lugar de costumbre, y caminé directo a la habitación de Amina, me colé por su ventana y la observé, seguía tal y como la dejé, solo que ahora se encontraba completamente dormida. Le tomé una foto con el móvil y enseguida empecé a desatarla.Traté de que no se despertara, no quería, ni tenía la cabeza para hablar con ella en estos momentos, pero lamentablemente fallé en el intento.Amina abrió los ojos lentamente, y
KELLENNo entiendo por qué Adam se opuso tanto a vigilar a Amina, no es nada fuera de lo común o algo que no hubiese hecho con anterioridad, solo necesitaba un par de fotos, y entonces sí me encargaría del cabrón que esté con ella.Bueno, primero lo investigaría para saber qué clase de hombre es, tampoco planeo hacerle pasar un mal rato a mi hermana y si me doy cuenta de que sus sentimientos son sinceros, pues entonces yo mismo les daré mi bendición, sin embargo, si es todo lo contrario, entonces yo mismo me encargaré de mandarlo al mismísimo infierno.Me tomé un par de tragos más, aún no tenía ninguna noticia de García y en cierta forma me encontraba un poco nervioso. No sé si ya cuente con alguna información extra o realmente no encuentre nada, pero de ser así, entonces tendré que darle la noticia a Adam y sé que no le gustará.De todas formas, tengo que esperar a que me envíe cualquier información, sé que en cuanto la tenga me la hará llegar o el mismo se presentará, así que prefie
KELLENLa siguiente mañana, cuando Amina despertó, lo primero que hice fue preguntar qué es lo que sucedió. Al escucharla, me di cuenta de que había algo más, pero mi madre llegó de pronto e interrumpió el interrogatorio. Quizá si hubiera presionado más, sabría exactamente lo que pasó.Cuando mi madre nos pidió salir para poder hablar a solas con Amina, no pensaba hacerlo, pero entendí que hay cosas que quizá solamente se puedan hablar entre mujeres, aunque en ese caso, el tema a tratar era o de hombres o de sexo, no hay más.Simplemente por eso decidí que sería mejor salir, ya más tarde le preguntaré a mi madre de que fue de lo que hablaron, puede que me lo diga o puede que no, pero de alguna u otra manera lo terminaré descubriendo.Obviamente, nos quedamos detrás de la puerta, no es que nos fuéramos a alejar demasiado, y si por alguna razón Amina sufría algún otro ataque de ansiedad, pues ya la ayudaríamos entre Ashton y yo; sin embargo, todo adentro parecía estar tranquilo. Pero, a
KELLENYa me urgía regresar a Seattle, llevaba más días de la cuenta aquí y tenía muchísimas ganas de ver a Breen. Algunas noches llamé a Acosta, me aseguró que todo se encontraba en orden. Breen ya se había acostumbrado a estar ahí la mayor parte del tiempo a solas, bueno, acompañada por Acosta. Sé que le agradará la compañía de la nana, aunque espero que esta última no haga muchas preguntas al respecto sobre Breen, porque no sabré cómo responderlas, quizá tenga que mentirle.Por supuesto, hablé con mi madre, una vez que Amina nos aclaró un par de detalles, no todos obviamente, pero sí lo indispensable; además, con la información que pronto obtendría con ayuda de Adam, todo resultaría más fácil y solo así mi madre me daría las respuestas que necesito escuchar. Ashton, también quedó advertido.No había tenido ninguna llamada de García, y no sé por qué, pero presiento que regresará con muy malas noticias. Por lo regular, me mantiene informado de los avances que lleva, pero ahora inclus
KELLENLa verdad es que no pensaba decirle nada; sin embargo, creo que se merece saber la verdad, sobre todo porque me ayudará a hacerle compañía a Breen. De todas formas, no creo que vaya a contarle a alguien sobre ella.—¿Y por qué piensas que tienes que ir a cuidar a alguien? —Primero tenía que saber de dónde saco esa teoría—. Yo jamás mencioné nada parecido.—No hace falta que lo hicieras —espetó— los conozco como la palma de mi mano, sé cuándo me ocultan cosas, inclusive cuando mienten, así que desembucha, anda, de todas maneras, será un vuelo largo y sé que en cuanto lleguemos a la cabaña, te harás el desentendido y no me dirás nada, por eso, mejor dímelo ahora.—De acuerdo, iras a hacerle compañía a una chica, cuando yo no me encuentre en Seattle, solo para que no se sienta sola y también para que nos prepares buena comida.—¿Y se puede saber quién es esa chica?, ¿de dónde la conoces?, ¿por qué la mantienes en ese sitio?, ¿por qué me pediste a mí hacerle compañía y no a alguien
BREENYa me estaba acostumbrando a pasar la mayoría del tiempo en soledad. Kellen iba y venía y no entendía por qué es que no lo podía acompañar. Bueno, es obvio, pero también necesito salir de este lugar. A pesar de que es un lugar demasiado grande y espacioso y puedo llevar a cabo diversas actividades, pues, aun así, me aburro.Además, he tratado de hacer que Acosta converse conmigo, pero su falta de entusiasmo me ha hecho desistir, solo responde con monosílabos o uno que otro escueto “mmmm”, con esa falta de interés, prefiero no hacerle la plática.Aunque solo quería que me respondiera cuando es que Kellen estaría de regreso, sé que solo lleva un par de días allá, pero lo extraño y eso no está para nada bien. Se supone que solo me metí en la cama con él por culpa del idiota de Randy, no que empezaría a enamorarme de él. ¡Oh por Dios! Creo que todo está yendo en la dirección equivocada, quizá sea mejor que no regrese en un par de días más.Me retiré a mi habitación sin cenar, hasta