KELLENCada palabra que salía de la boca de Tatyana era como una puñalada a mi estómago, realmente no me cabe en la cabeza cómo pueden existir personas así de enfermas.Es un maldito degenerado, no puedo siquiera pensar en hacer algo parecido, es asqueroso, enfermo, degradante, ¿por qué abuso de su propia hermana? No es por justificar a Tatyana, pero en cierto modo, ahora entiendo su actitud.No es que sea una persona mala, sino que la vida se ha ensañado con ella, esa mujer está rota por dentro, rota en muchos niveles. Pero tarde o temprano, podrá vengarse de ese hijo de puta, y solo así podrá seguir adelante con su vida, sin temer que alguien le vuelva a hacer ningún tipo de daño. Podrá vivir en paz, al igual que todos, al igual que Breen y Amina y todas aquellas mujeres, que han pasado por lo mismo, a lo largo de todos estos años.Hoy no pensaba poner un pie en la empresa, por ello, en cuanto salí del departamento de Tatyana, conduje directo a casa de mi madre. Después de todo el a
KELLENAl avanzar por el pasillo hacia la cocina, un olor agradable invadió mi nariz. Me dirigí hacia allá y ahí estaba, no recordaba cuánto tiempo había pasado desde la última vez que nos vimos, sobre todo desde que una pelirroja se cruzó en mi camino. Negué con la cabeza y me hice notar.—Hola, nana —la saludé, ella se giró para verme mejor y abrazarme.—¡Oh, mi niño! Hace tiempo que no te veía, ¿cómo has estado? Cada vez que te veo, pareces más alto —reímos.—Sigo igual que siempre —dije con una sonrisa y ella me miró con astucia.—No —replicó—, tienes… —Me miró a los ojos—, tienes un brillo especial en tus ojos —sonrió de oreja a oreja, reflejando una mezcla de curiosidad y desafío—. Seguro que se trata de alguna chica, ¿verdad? —esta vieja, siempre tan observadora como siempre.—No, para nada, nana —el horror en mi rostro no se hizo esperar; sin duda alguna, esta veja es más sabia que nunca.—¿A quién quieres engañar, muchacho? Sabes que nunca me equivoco —dijo con seguridad la m
AMINADesde hace algunos días había estado tratando de localizar a Kellen, fui a visitarlo varias noches a su departamento, pero jamás lo encontré. Es algo extraño que no nos haya comentado a mi madre o a mí que salía de la ciudad, siempre que se va de viaje de negocios, nos avisa, aunque sea por una simple llamada, pero lo hace, ¿por qué ahora no lo hizo?Llegué a comentarle mi sentir al último con el que no debí haberme metido; no obstante, solo le daba puras vueltas al asunto, alegando que no tenía idea de donde se encuentra, aunque sospecho que él, más que nadie lo sabe.Terminé abandonando ese tema por mi paz mental, además tengo otras cosas en la cabeza, las cuales me han estado robando el sueño, como por ejemplo Adam Greyson; ya tendré tiempo para descubrir lo que Kellen está escondiendo.Días después, sucedió lo impensable, no podía creer que la zorra de Tatyana se encontrara armando semejante escándalo afuera de la casa de mi madre, parecía que se encontraba ebria.Decidí lla
ADAMCuando colocó el seguro de la puerta, decidí girarme para poder verla mejor. Esta mujer me tenía vuelto loco.—Supuse que tardarías más en subir, no que lo harías de inmediato —negó con la cabeza, mirando mi falo—. No sabes las ganas que tengo de verte ahora mismo arrodillada frente a mí.—No pude esperar, tenía que verte con mis propios ojos, imagine que te habías tomado antes la foto, no que de verdad estuvieras aquí —, aún no se daba cuenta de la sorpresa que la aguardaba— y a mí también me encantaría arrodillarme frente a ti, aunque no puedo tardarme demasiado —, su cara de fastidio no se hizo esperar— Kellen parece sospechar algo, quizá debí ser más discreta —espetó con molestia.—Entonces será mejor que regreses ahora mismo, yo te esperaré aquí, tú regresa con tu madre y él, pero eso sí, en cuanto se vayan, quiero que de inmediato subas a la habitación —asintió, me acerqué a ella y la besé.Por supuesto que Amina me correspondió, posó su mano en mi polla e inició un vaivén,
AMINAEn cuanto pronuncié esas palabras, Adam se acercó. Mi cuerpo ansiaba su toque, sus besos y todo lo que pudiera darme. Este hombre era en verdad un maestro del sexo. Justo lo que necesitaba.—No sabes las ganas que tenía de salir de entre estas cuatro paredes y traerte aquí conmigo, aunque todos me vieran —reí.—¿Y qué fue lo que te impidió hacerlo? —me miró con los ojos entrecerrados.—Kellen, obviamente. En cuanto me hubiera visto en pelotas, seguro que me las arranca y después me mata.—No seas tan fatalista Adam, Kellen no te haría algo parecido, se molestaría, de eso no tengo duda, quizá sí que te arranque las bolas, pero de ahí, a matarte hay una gran brecha —entendía los miedos de Adam, y no es como si yo fuera a salir bien librada de todo esto, pero quien se llevaría lo peor es él.—De todas formas, eso ahora no importa, ya nos preocuparemos más adelante, cuando Kellen se entere —asentí con un movimiento de cabeza— entonces, dices que ya estás lista, ¿lista para qué? —pre
ADAMEn cuanto entré al departamento, sentí el ambiente realmente tenso, Kellen tenía un rostro de furia, Paige entre furia y resignación, Ashton tenía la cabeza gacha, quizá no llegue en el mejor momento, los miré a los tres y sin decir una sola palabra, camine directo a la habitación que él usa como oficina, ¿qué es lo que habrá hecho ahora?, seguro algo lo bastante grave como para que se hayan reunido los tres. Me serví un trago y lo esperé, confío en que no tardará demasiado su reunión.Treinta minutos después, Kellen entro, parecía más calmado, pero aún seguía con su cara seria. Así que me toco preguntar lo que le sucedía.—¿Y ahora porque esa cara? —sé que no solo tenía que ver con Ashton, se acercó al bar y se sirvió un vaso de whisky, se lo tomo de un solo trago y se volvió a servir otro igual —supongo que debe ser algo lo bastante fuerte para que te encuentres así —me miró y afirmo, pero me observó de una manera bastante peculiar— y por cierto, ¿ya sabes en qué andan metidos
ADAMTodo el camino de regreso a casa de Amina, conduje con un nudo en la garganta. Si Kellen me pidió ese favor es porque de verdad no quiere que su hermana sufra. Quiere conocer a la persona que en este momento se encuentra a lado de ella. Si, por cualquier motivo, se llega a enterar de que soy yo, no sé siquiera lo que hará en mi contra.Quizá lo mejor sea dejarlo todo por la paz. No quiero problemas con Kellen, tampoco quiero terminar mi asociación con él. En fin, hay muchas cosas que nos unen, y su hermana, no es una de ellas, sino al contrario.Estacioné mi auto en el lugar de costumbre, y caminé directo a la habitación de Amina, me colé por su ventana y la observé, seguía tal y como la dejé, solo que ahora se encontraba completamente dormida. Le tomé una foto con el móvil y enseguida empecé a desatarla.Traté de que no se despertara, no quería, ni tenía la cabeza para hablar con ella en estos momentos, pero lamentablemente fallé en el intento.Amina abrió los ojos lentamente, y
KELLENNo entiendo por qué Adam se opuso tanto a vigilar a Amina, no es nada fuera de lo común o algo que no hubiese hecho con anterioridad, solo necesitaba un par de fotos, y entonces sí me encargaría del cabrón que esté con ella.Bueno, primero lo investigaría para saber qué clase de hombre es, tampoco planeo hacerle pasar un mal rato a mi hermana y si me doy cuenta de que sus sentimientos son sinceros, pues entonces yo mismo les daré mi bendición, sin embargo, si es todo lo contrario, entonces yo mismo me encargaré de mandarlo al mismísimo infierno.Me tomé un par de tragos más, aún no tenía ninguna noticia de García y en cierta forma me encontraba un poco nervioso. No sé si ya cuente con alguna información extra o realmente no encuentre nada, pero de ser así, entonces tendré que darle la noticia a Adam y sé que no le gustará.De todas formas, tengo que esperar a que me envíe cualquier información, sé que en cuanto la tenga me la hará llegar o el mismo se presentará, así que prefie