KELLENColoqué sus manos en mi pecho y la incité a tocarme. Necesita perder el miedo o quizá conmigo jamás lo haya tenido. Movió sus manos alrededor de mi cuerpo sin prisa y con calma, ante cada toque mi piel se erizaba más y más y mi polla resurgía como nunca lo había hecho.—Eres tan hermosa, Breen —volví a besarla, pero esta ocasión con más urgencia. Recorrí cada parte de su excelso ser. Cada toque y cada caricia, quería que le borrara lo vivido a lado de esos malnacidos. Quiero que los olvide, que los borre de su mente y que de ahora en adelante el único hombre que llegue a su mente ante estos recuerdos, sea exclusivamente yo.De pronto su mano llegó hasta mi falo, lo recorrió desde la punta hasta la base, por varias ocasiones. Hasta que expresó algo que me dejó helado.—¡Hazme el amor, por favor! —su elección de palabras quizá no fue la mejor, pero eso ahora no importaba demasiado.Ahora fue ella quien poseía mi boca con un ansia desmesurada. Quien, con cada toque, me pedía hacer
BREENDesperté con una sensación entre las piernas demasiado… no tiene sentido ni pensarlo. ¿Por qué le pedí que lo hiciera? ¡Carajo! Ahora me sentiré culpable por el resto de mis días. ¿Cómo pude fallarle de esta manera a Randy? No se lo merece, no podré mirarlo a los ojos cuando esté de vuelta en casa. ¿Con qué cara me presentaré ante él y le diré que no me puede tocar ni hacer el amor, pero otro hombre ya lo hizo? Soy una reverenda…Tres toquidos en la puerta me sacaron de mis pensamientos, la puerta se abrió y yo me cubrí con las cobijas hasta el cuello.—Buen día, señorita Greyson —Acosta me saludó y ni siquiera se inmutó al verme aún acostada—. El señor Brennan me pidió que le diga que la espera dentro de una hora para desayunar.—Yo… no bajaré, no tengo hambre —me miró y negó con la cabeza.—Solamente haga un esfuerzo o lo hará enfadar.—¿Puedes decirle que no deseo comer nada? —Asintió y salió de la habitación, más tarde me arrepentiría por haberle pedido eso.En cuanto se fue
KELLENYa lo hecho, hecho está. No hay cabida para arrepentimientos. Y no es que yo lo hiciera; sin embargo, algo en la actitud de Breen cambio, inició alejándose de mí. Me encontraba a punto de abrazarla y llevarla a mi pecho, pero me rechazó. Eso sí que no se lo voy a permitir, mucho menos a ella. Sé que le gusta estar a mi lado, no comprendo su cambio. Fruncí el ceño en cuanto ella se levantó de la cama, cubriéndose con una sábana. ¡Qué estupidez, le miré hasta el alma y ahora se cubre!—¿Por qué te cubres? —mi voz, para nada amistosa; más bien levanté la voz, sin querer hacerlo. Sonó más como un reclamo.—¿Puedes salir de mi habitación? Por favor —no lo podía creer.Me levanté de la cama y bufé. Recogí mi ropa y empecé a vestirme.—Sabes, no sé qué es lo que me da más rabia, si saber que te gustó estar conmigo o simplemente porque quieres hacerte la sufrida, por un pendejo que no lo vale —me miró con odio.—¿Tú qué sabes? —Espetó—. No tienes ni puta idea de cómo me siento, sí, me
BREENEs un maldito, estúpido, arrogante. ¿Quién se cree que es? Si está tan seguro de que caeré rendida a sus pies, pues se encuentra bastante mal de la cabeza. Ni que fuera el único hombre en la tierra. Además, estoy casada y… ese idiota tampoco se merece que me esté ahogando en un vaso de agua, cuando a la primera oportunidad que se le presenta, va y se acuesta con la primera puta que encuentra.¿Desde cuándo lo estará haciendo? No es que me preocupe que lo haya hecho con otras mujeres, sino que él me aseguró que jamás lo haría y ahora me sale con esto, yo aquí, sintiéndome mal por acostarme con Kellen y él, muy campante disfrutando con cuanta lagartona se le pone en frente.Aún tengo en la mente, su estúpida cara y cómo es que tenía sus manos sobre ella. Lo que aún no entiendo es, ¿cómo obtuvo esas fotos?, ¿cuándo y dónde las tomó? Puede que sean de algunos años atrás, ¡agh! ¿A quién quiero engañar? Traía puesta la jodida argolla de matrimonio, es un vil mentiroso al igual que tod
KELLENEn cuanto Daisy llegó, sabía que las cosas se pondrían bastante tensas. Ella decidió aparecer con un vestido demasiado sugestivo para mi gusto, aunque en realidad para esta ocasión es perfecto. Seguramente Breen no lo soportará y eso es lo único que estoy esperando.No suelo besar en la boca a este tipo de mujeres, uno nunca sabe en donde se ha encontrado esa boca con anterioridad; sin embargo, solo por esta única vez lo haría. Y con la finalidad que yo esperaba, jamás pensé que todo se volcaría en mi contra y yo terminaría siendo quien le rogará a ella.Breen se mantuvo en silencio la mayor parte de la cena, obviamente, Daisy marcando su territorio. Sus palabras y acciones eran en exceso sugerentes, trate de no mirar a Breen, seguro que torció sus ojos un par de ocasiones y vaya que no me equivoqué.—¿En cuánto tiempo subiremos a tu habitación? —preguntó Daisy, quien ya estaba ansiosa por tenerme dentro—. O también podemos quedarnos aquí y ofrecerle a tu invitada un grandioso
BREENToda esta situación es una completa locura, jamás llegué a considerar que puedo ser tan perversa y disfrutar plenamente mi sexualidad. Durante años, me sentí mal al seguir ocupando este cuerpo, hoy por hoy me doy cuenta de que necesito un hombre como Kellen para explotar cada una de esas facetas. No es que Randy no sea un buen hombre, es simplemente que… ni siquiera lo entiendo. Una vez que estoy dispuesta a hacer el amor con mi esposo, algo explota en mi mente y todos los malos recuerdos llegan. ¿Por qué con Kellen no? Esa pregunta ronda por mi cabeza desde el primer instante en que lo vi.Y ahora, me encuentro aquí, en esta habitación que ya considero como mía; esperando a que Kellen decida aparecer, mientras mi coño necesita nuevamente su toque, su polla o su lengua; lo que sea, pero que aparezca ya.Tal vez lo que le dije fue demasiado para su orgullo y me dejé con las ganas. Aunque sé que yo sola me las puedo quitar, no creo que sea lo mismo sin él. Me recosté en la cama, a
KELLENLa verdad es que no suelo dormir con las mujeres que me llevo a la cama. No es algo que me guste hacer y mucho menos me importa herir sus sentimientos. Sin embargo, con Breen, es totalmente diferente y no entiendo por qué, quizá se deba a que Adam es su hermano y no puedo defraudarlo.Levaba algunos minutos despierto, deleitándome con el aroma y la calidez que el cuerpo de Breen me proporcionaba, entonces me percaté que su mano se miraba distinta, le faltaba un objeto bastante peculiar. ¿A qué hora se lo quito?, ¿será que anoche ya no lo traía puesto? No entiendo cómo no me di cuenta antes.De pronto ella se movió un poco, yo mantuve los ojos cerrados y fingí estar dormido. Seguro que no tardaría en levantarse de mi pecho y correrme como la vez pasada; pero esta ocasión no se lo permitiré.Y como lo predije, poco a poco empezó a levantarse. No obstante, en esta ocasión la detuve. Además, también le pregunté sobre su argolla de matrimonio y por qué no la traía puesta.Al conocer
BREENHace demasiado tiempo que no uso este tipo de prendas y tengo que confesar que me sienta muy bien. Sé que reaccione un poco exagerada, pero… no tiene ningún sentido recordar el pasado. Solo es eso, pasado, ya ocurrió y no hay nada que pueda hacer más que superarlo y olvidar todo o vivir en el intento.A decir verdad, el vestido es realmente encantador. El color combina a la perfección con mi piel, y a pesar de que me queda arriba de las rodillas, no lo siento incómodo. Además, dentro de la caja había unos tacones hermosos, que combinan perfectamente con el vestido.Me terminé de maquillar, cepillé mi larga cabellera, un poco de brillo en los labios y bajé. Volví a mirarme en el espejo, con todo en su lugar y lista para salir. Sé que muchas miradas se posaran en mis piernas, en mi pecho, inclusive en mi culo, sin embargo, Kellen irá a mi lado, supongo que al igual que Acosta y los otros gorilas que trabajan para él.Lo único que me hacía falta era el bolso, no obstante, ni siquie