KELLENEn cuanto Daisy llegó, sabía que las cosas se pondrían bastante tensas. Ella decidió aparecer con un vestido demasiado sugestivo para mi gusto, aunque en realidad para esta ocasión es perfecto. Seguramente Breen no lo soportará y eso es lo único que estoy esperando.No suelo besar en la boca a este tipo de mujeres, uno nunca sabe en donde se ha encontrado esa boca con anterioridad; sin embargo, solo por esta única vez lo haría. Y con la finalidad que yo esperaba, jamás pensé que todo se volcaría en mi contra y yo terminaría siendo quien le rogará a ella.Breen se mantuvo en silencio la mayor parte de la cena, obviamente, Daisy marcando su territorio. Sus palabras y acciones eran en exceso sugerentes, trate de no mirar a Breen, seguro que torció sus ojos un par de ocasiones y vaya que no me equivoqué.—¿En cuánto tiempo subiremos a tu habitación? —preguntó Daisy, quien ya estaba ansiosa por tenerme dentro—. O también podemos quedarnos aquí y ofrecerle a tu invitada un grandioso
BREENToda esta situación es una completa locura, jamás llegué a considerar que puedo ser tan perversa y disfrutar plenamente mi sexualidad. Durante años, me sentí mal al seguir ocupando este cuerpo, hoy por hoy me doy cuenta de que necesito un hombre como Kellen para explotar cada una de esas facetas. No es que Randy no sea un buen hombre, es simplemente que… ni siquiera lo entiendo. Una vez que estoy dispuesta a hacer el amor con mi esposo, algo explota en mi mente y todos los malos recuerdos llegan. ¿Por qué con Kellen no? Esa pregunta ronda por mi cabeza desde el primer instante en que lo vi.Y ahora, me encuentro aquí, en esta habitación que ya considero como mía; esperando a que Kellen decida aparecer, mientras mi coño necesita nuevamente su toque, su polla o su lengua; lo que sea, pero que aparezca ya.Tal vez lo que le dije fue demasiado para su orgullo y me dejé con las ganas. Aunque sé que yo sola me las puedo quitar, no creo que sea lo mismo sin él. Me recosté en la cama, a
KELLENLa verdad es que no suelo dormir con las mujeres que me llevo a la cama. No es algo que me guste hacer y mucho menos me importa herir sus sentimientos. Sin embargo, con Breen, es totalmente diferente y no entiendo por qué, quizá se deba a que Adam es su hermano y no puedo defraudarlo.Levaba algunos minutos despierto, deleitándome con el aroma y la calidez que el cuerpo de Breen me proporcionaba, entonces me percaté que su mano se miraba distinta, le faltaba un objeto bastante peculiar. ¿A qué hora se lo quito?, ¿será que anoche ya no lo traía puesto? No entiendo cómo no me di cuenta antes.De pronto ella se movió un poco, yo mantuve los ojos cerrados y fingí estar dormido. Seguro que no tardaría en levantarse de mi pecho y correrme como la vez pasada; pero esta ocasión no se lo permitiré.Y como lo predije, poco a poco empezó a levantarse. No obstante, en esta ocasión la detuve. Además, también le pregunté sobre su argolla de matrimonio y por qué no la traía puesta.Al conocer
BREENHace demasiado tiempo que no uso este tipo de prendas y tengo que confesar que me sienta muy bien. Sé que reaccione un poco exagerada, pero… no tiene ningún sentido recordar el pasado. Solo es eso, pasado, ya ocurrió y no hay nada que pueda hacer más que superarlo y olvidar todo o vivir en el intento.A decir verdad, el vestido es realmente encantador. El color combina a la perfección con mi piel, y a pesar de que me queda arriba de las rodillas, no lo siento incómodo. Además, dentro de la caja había unos tacones hermosos, que combinan perfectamente con el vestido.Me terminé de maquillar, cepillé mi larga cabellera, un poco de brillo en los labios y bajé. Volví a mirarme en el espejo, con todo en su lugar y lista para salir. Sé que muchas miradas se posaran en mis piernas, en mi pecho, inclusive en mi culo, sin embargo, Kellen irá a mi lado, supongo que al igual que Acosta y los otros gorilas que trabajan para él.Lo único que me hacía falta era el bolso, no obstante, ni siquie
BREENLa noche en que cambió mi vida por completo aún no logró superarla por completo. He aprendido a lidiar con ese suceso, más no he podido olvidarlo y ser feliz. Tengo muchos demonios que aún me siguen persiguiendo y temo que, debido a ello, me quedaré sola por el resto de mi vida.10 años antes…Me encontraba más feliz que nunca. Una etapa de mi vida estaba por concluir y otra por comenzar. Aunque mi mejor amiga, Amina y yo, tomaríamos rumbos distintos, ambas sabíamos que nunca nada podría separarnos. Eso, en realidad, es lo que al menos yo pensaba, pero todo estaba por tomar un rumbo bastante trágico en nuestras vidas. Estaba terminándome de arreglar para salir a una fiesta junto a ella. Amina ya me esperaba en el taxi, así que me despedí de mis padres y salí a su encuentro.—Déjame decirte, que esta noche te ves espectacular —bromeo Amina. —Sabes que solo voy a divertirme, no me interesa conquistar a nadie. Aún no me siento preparada —Amina puso los ojos en blanco.—Eres una a
ADAMA diario, me encuentro pensando en cada cosa que les haré a los hijos de puta que abusaron de mi hermana. No hay día que no lo haga, sé que disfrutaré hacerles pagar cada lágrima que derramó y que sigue derramando.Además, cuento con el apoyo y la ayuda de un gran hombre, llamado Kellen Brennan, que en poco tiempo se convirtió no solo en un socio, sino en un gran amigo y hermano. Él, al igual que yo, se encuentra en la misma situación. Desea venganza.10 años antes…Escuché cómo se cerraba la puerta de un auto. Supuse que se trataba de Breen, quien no tenía idea de que me encontraba en casa, para acompañarla el día de mañana en su gran día.Ella daría un pequeño discurso para su generación y, aunque le mentí, diciéndole que no podía acompañarla, sé que rápidamente se le pasaría el enojo al saber que era una pequeña mentira.Abrí la puerta de golpe con una enorme sonrisa en el rostro, pero esta rápidamente desapareció al ver el estado en que se encontraba.Su rostro magullado con e
BREENAmina se encontraba frente a mí, con la mirada perdida y su cuerpo cubierto por sangre. Ella me pedía que la ayudara, pero yo no podía hacer nada. Mientras intentaba hacerlo, sentía cómo se le iba la vida cada vez más rápido.Aquellos hombres se encontraban detrás de ella, tocándola mientras yo solo miraba. Trataba de moverme, pero ese hombre, me sostenía con una fuerza descomunal y me hablaba al oído. Describiéndome lo que le estaban haciendo a ella, con una risa siniestra.—No me dejes morir —fueron sus últimas palabras, antes de cerrar los ojos para siempre.Desperté dando un grito de agonía, con lágrimas en los ojos y completamente bañada en sudor, me senté en medio de la cama, prendí la lámpara de noche y subí mis rodillas hasta que tocaron mi pecho, mi cabeza colgaba entre ellas y abracé mis piernas con mis brazos, imágenes de aquella noche fatídica, mezcladas con el sueño que acababa de tener, no hacía más que agravar toda mi situación.Hacía bastante tiempo, que no soñaba
BREENY desde ese día, Randy comenzó a conquistarme, parecía intuir que no me gustaba que se acercaran mucho a mí, y eso él lo respetó demasiado, hasta que un día me preguntó por qué era así, por qué no me gustaba que me tocaran, porque no me gustaba que me abrazaran.Me aseguró que él quería hacerlo, y yo más que nadie lo sabía; sin embargo, cada vez que se acercaba, yo lo alejaba; le pedí que dejáramos de vernos, pero él se opuso, me advirtió que eso no pasaría, entonces le conté la verdad a grandes rasgos. Él estuvo atento mientras yo le relataba todo lo que sufrí durante y después, bueno, lo sigo haciendo, no obstante, en menor medida.Esa fue la primera vez que dejé abrazarme por él, me dio un beso en la frente y me aseguró que con él estaría a salvo, yo sabía que me hablaba con la verdad. Los meses posteriores a nuestra primera cita fueron progresando exitosamente, él me contaba cosas sobre sí mismo, su familia, sus amigos más cercanos, en fin, todo, y yo también hacía lo mismo.