BREENUna semana después…Una semana ya ha pasado y no puedo creer que me siento demasiado bien estando aquí. Obviamente, extraño a Randy; sin embargo, el estar sin él durante estos pocos días me hace replantearme demasiadas cosas que creí eran las correctas.Esta mañana me desperté temprano, puesto Kellen desayuna demasiado temprano y no me gusta comer sola, además prefiero su compañía a la de Acosta. Finalmente, me enteré del nombre que identifica al sujeto que algunas noches me ha traído la cena a mi habitación.Tenía que agradecerle a Kellen, que ya no haya habido más interacción entre los dos; me refiero a un acercamiento más… íntimo. Sé que no lo habría podido soportar. Además, me he dado cuenta de cómo me mira, aunque intente disimular; lo sé porque es la misma forma que yo lo miro. Ha habido ocasiones donde quisiera ser yo quien comenzará a besarlo, a tocarlo, no lo sé y esperar para ver hasta dónde me llevará esa decisión, claro, si es que consigo hacerlo. No obstante, el tan
KELLENSupongo que Breen se dio cuenta unos días después de todas las cámaras que se encontraban alrededor de mi propiedad. Estuve pensando si colocar una de ellas en su habitación, sin embargo, si Adam se llega a enterar sé que me cortará las bolas y es lo último que deseo.Además, tampoco deseo enfrentarme con él, no porque le tenga miedo, sino porque es una parte vital en todo este proceso y es indispensable que se encuentre a mi lado una vez que capturemos a cada uno de esos cabrones.Cuando regresé a Chicago, lo primero que hice al entrar a mi departamento fue abrir el portátil y mirar lo que se encontraba haciendo Breen. Por suerte, también podía escuchar todo lo que hablara con el personal que ahí se encontraba. Siento que se está convirtiendo en una droga para poder estar en paz conmigo mismo y eso no me está gustando en lo absoluto.Las instrucciones que recibieron mis hombres antes de partir, fue solamente una, cuidarla y no dejarla salir por ningún motivo, a no ser que Acos
KELLENUna vez que Acosta se encontró lejos de donde ella pudiera escuchar la conversación, lo llamé. Necesitaba entender que rayos acababa de pasar.—¿Qué fue lo que pasó? —Espeté, como si él tuviera la culpa.—En realidad no lo sé, se encontraba bien, hasta que me llamaste. Al parecer tenía un mal sueño. Supongo que la observaste por la pantalla.—Sí, lo hice —contesté un poco más calmado— necesito que estés al pendiente de ella, si le vuelve a suceder algo parecido, no dudes en llamar. Y quizá, también tengan que instalar una pequeña cámara en su habitación, por… cualquier cosa. Te lo haré saber.—¡Mmmm! —pareció que estaba por decirme algo, pero al final no lo hizo— de acuerdo.Conozco muy bien a Acosta y quizá quería decirme que estaba por echarme la soga al cuello, pero hizo mejor en quedarse callado, al fin y al cabo, no tiene vela en este entierro. Y lo que sea que quería decirme, será mejor que se lo guarde solo para él.Me acomodé mi pantalón, tomé mi portátil y salí directo
BREENSupongo que mi conciencia me jugó una mala pasada. Mi sueño pasó de ser algo bueno y excitante a ser una pesadilla realmente horrible. ¡Dios! Todo parecía tan real, de verdad creí que Kellen se encontraba frente a mí. Todas las sensaciones, todo lo que vi, todo lo que sentí... qué vergüenza, si alguien me llego a ver o a escuchar, supongo que eso sería aún peor.¿Y si Acosta me escucho?, seguro ya debió de ir a decirle todo a su jodido jefe. ¡Ay por Dios! No puedo ni imaginar lo que debe estar pensando justo en este instante de mí. Soy una idiota, debí haber regresado a mi habitación, por lo menos aquí estoy segura de que no se encuentra ninguna jodida cámara. O al menos eso espero.Tal vez más tarde le pregunté a Acosta si ha hablado con Kellen, así por lo menos sabré qué decir a mi favor y no se empiece a generar ideas que no son. ¡Puff! ¿A quién quiero engañar? Ni yo misma me creo esa mentira. Es más que obvio lo que estaba sucediendo en ese lugar.Una vez que salí de la duch
BREENDías después…Ya casi se cumple una semana de no ver a Kellen, ¿de verdad no está casado? No me quedó ninguna duda cuando Acosta me lo aclaro, sin embargo, ahora lo dudo mucho. Quizá no está casado, pero considero que novia, por lo menos, sí debe de tener.Creo que es en lo último que tengo que pensar, no quiero que Randy se vuelva a aparecer frente a mí y me reclame por lo que estoy haciendo o pensando. ¿Qué se encontrará haciendo justo ahora? ¿Será que me está buscando? Tal vez ya perdió la esperanza de volverme a ver.No, dudo que Randy deje de buscarme algún día. Y si él no me encuentra, estoy segura de que Adam no descansará hasta encontrarme y… ¡Oh por Dios!, me agarré la cabeza y comencé a negar, mi corazón latía como loco y un sudor frío recorrió mi cuerpo.No puede ser lo que estoy pensando, ¡no!, ¡mierda, no! Adam no puede estar involucrado en todo este asunto. Me niego a creer que se encuentra ayudando a Kellen, quien además de todo es su jefe y… no, no, no, no, simpl
ADAMEsperé a que Kellen llegara a la empresa, no entiendo por qué tarda tanto en llegar. Siempre ha sido muy puntual, seguramente debe encontrarse con la zorra de Tatyana.Aunque en lo que no podía dejar de pensar era en las palabras de mi madre, que en realidad son ciertas, me ponen a pensar que Montgomery los tiene comiendo de la palma de su mano. Sobre todo, a mi madre, quien me culpó por todo.No comprendo cómo es que pueden creer más en ese bastado que en su propio hijo. Si supieran su verdadera vocación y con quién está relacionado, estoy más que seguro de que no lo idolatrarían tanto. Únicamente no he abierto la boca, porque lo necesitamos para arruinar a los bastardos, pero si por mí fuera, no volvería a poner un pie dentro de la casa de mis padres ni una sola vez más.No sé por qué sospecha de mí y me encuentro casi seguro de que quien le metió esa idea en la cabeza fue ese pendejo. Podría averiguarlo; sin embargo, lo que tengo pensado hacer no sé si resulte.Supongo que pri
ADAMQuizá no debí haber aceptado esa invitación a casa de la madre de Kellen, o quizá ese era mi destino. De cualquier forma, ya mi destino se encontraba escrito. Amina, la hermana de Kellen, la única mujer a la que no puedo follar, es más ni siquiera puedo pensar, es la que más se encuentra en mis pensamientos.Y después de lo ocurrido, fue aún más frustrante para mí. Sin embargo, creo que jamás debí acercarme a ella. La terminaré lastimando de la peor forma y Kellen, me terminará matando a mí.A la siguiente mañana, llamé a Madison. La noche anterior, cuando nos encontrábamos en la llamada, tuve que cortar. Pero este día, nada me impedía el poder hablar bien con ella, sobre todo, porque necesitaba su opinión.—Adam, mi clase está por terminar, te llamo en cinco —colgó. Los modales de esta chica son extraordinarios.Me estacioné y esperé a que llamara, seguro no tarda. Esperé cómo dijo, los cinco minutos ya habían pasado, entonces sonó mi móvil.—Listo Adam, mi clase ya termino, as
ADAMEn cuanto llegue a mi oficina, después del espectáculo y la charla con Kellen, por más que quise concentrarme en el trabajo no pude y sé que no lo haría. Y como de todas maneras me iría temprano, decidí adelantarme a la universidad de Amina. No tenía la menor idea de que Ashton se encontraba estudiando ahí mismo.Me despedí de Kellen, anunciándole que ya no regresaría por la tarde. Él asintió y me dirigí directo a mi auto. Conduje aproximadamente por dos horas, hasta que divisé el campus. Le mandé un mensaje a Amina avisándole que me encontraba en la entrada y la esperaría hasta que sus clases terminaran.Bajé del auto para fumar un cigarrillo, en cuanto lo hice, todas las miradas de las chicas cayeron sobre mi persona. A algunas chicas les sonreí y a otras cuantas les guiñé el ojo, pero en cuanto hacía eso solamente una mujer llegaba a mi mente, por supuesto que nada más y nada menos que Amina Brennan.Fue entonces cuando un chico se me hizo demasiado conocido, me acerque a él y