KELLENUna vez que Acosta se encontró lejos de donde ella pudiera escuchar la conversación, lo llamé. Necesitaba entender que rayos acababa de pasar.—¿Qué fue lo que pasó? —Espeté, como si él tuviera la culpa.—En realidad no lo sé, se encontraba bien, hasta que me llamaste. Al parecer tenía un mal sueño. Supongo que la observaste por la pantalla.—Sí, lo hice —contesté un poco más calmado— necesito que estés al pendiente de ella, si le vuelve a suceder algo parecido, no dudes en llamar. Y quizá, también tengan que instalar una pequeña cámara en su habitación, por… cualquier cosa. Te lo haré saber.—¡Mmmm! —pareció que estaba por decirme algo, pero al final no lo hizo— de acuerdo.Conozco muy bien a Acosta y quizá quería decirme que estaba por echarme la soga al cuello, pero hizo mejor en quedarse callado, al fin y al cabo, no tiene vela en este entierro. Y lo que sea que quería decirme, será mejor que se lo guarde solo para él.Me acomodé mi pantalón, tomé mi portátil y salí directo
BREENSupongo que mi conciencia me jugó una mala pasada. Mi sueño pasó de ser algo bueno y excitante a ser una pesadilla realmente horrible. ¡Dios! Todo parecía tan real, de verdad creí que Kellen se encontraba frente a mí. Todas las sensaciones, todo lo que vi, todo lo que sentí... qué vergüenza, si alguien me llego a ver o a escuchar, supongo que eso sería aún peor.¿Y si Acosta me escucho?, seguro ya debió de ir a decirle todo a su jodido jefe. ¡Ay por Dios! No puedo ni imaginar lo que debe estar pensando justo en este instante de mí. Soy una idiota, debí haber regresado a mi habitación, por lo menos aquí estoy segura de que no se encuentra ninguna jodida cámara. O al menos eso espero.Tal vez más tarde le pregunté a Acosta si ha hablado con Kellen, así por lo menos sabré qué decir a mi favor y no se empiece a generar ideas que no son. ¡Puff! ¿A quién quiero engañar? Ni yo misma me creo esa mentira. Es más que obvio lo que estaba sucediendo en ese lugar.Una vez que salí de la duch
BREENDías después…Ya casi se cumple una semana de no ver a Kellen, ¿de verdad no está casado? No me quedó ninguna duda cuando Acosta me lo aclaro, sin embargo, ahora lo dudo mucho. Quizá no está casado, pero considero que novia, por lo menos, sí debe de tener.Creo que es en lo último que tengo que pensar, no quiero que Randy se vuelva a aparecer frente a mí y me reclame por lo que estoy haciendo o pensando. ¿Qué se encontrará haciendo justo ahora? ¿Será que me está buscando? Tal vez ya perdió la esperanza de volverme a ver.No, dudo que Randy deje de buscarme algún día. Y si él no me encuentra, estoy segura de que Adam no descansará hasta encontrarme y… ¡Oh por Dios!, me agarré la cabeza y comencé a negar, mi corazón latía como loco y un sudor frío recorrió mi cuerpo.No puede ser lo que estoy pensando, ¡no!, ¡mierda, no! Adam no puede estar involucrado en todo este asunto. Me niego a creer que se encuentra ayudando a Kellen, quien además de todo es su jefe y… no, no, no, no, simpl
ADAMEsperé a que Kellen llegara a la empresa, no entiendo por qué tarda tanto en llegar. Siempre ha sido muy puntual, seguramente debe encontrarse con la zorra de Tatyana.Aunque en lo que no podía dejar de pensar era en las palabras de mi madre, que en realidad son ciertas, me ponen a pensar que Montgomery los tiene comiendo de la palma de su mano. Sobre todo, a mi madre, quien me culpó por todo.No comprendo cómo es que pueden creer más en ese bastado que en su propio hijo. Si supieran su verdadera vocación y con quién está relacionado, estoy más que seguro de que no lo idolatrarían tanto. Únicamente no he abierto la boca, porque lo necesitamos para arruinar a los bastardos, pero si por mí fuera, no volvería a poner un pie dentro de la casa de mis padres ni una sola vez más.No sé por qué sospecha de mí y me encuentro casi seguro de que quien le metió esa idea en la cabeza fue ese pendejo. Podría averiguarlo; sin embargo, lo que tengo pensado hacer no sé si resulte.Supongo que pri
ADAMQuizá no debí haber aceptado esa invitación a casa de la madre de Kellen, o quizá ese era mi destino. De cualquier forma, ya mi destino se encontraba escrito. Amina, la hermana de Kellen, la única mujer a la que no puedo follar, es más ni siquiera puedo pensar, es la que más se encuentra en mis pensamientos.Y después de lo ocurrido, fue aún más frustrante para mí. Sin embargo, creo que jamás debí acercarme a ella. La terminaré lastimando de la peor forma y Kellen, me terminará matando a mí.A la siguiente mañana, llamé a Madison. La noche anterior, cuando nos encontrábamos en la llamada, tuve que cortar. Pero este día, nada me impedía el poder hablar bien con ella, sobre todo, porque necesitaba su opinión.—Adam, mi clase está por terminar, te llamo en cinco —colgó. Los modales de esta chica son extraordinarios.Me estacioné y esperé a que llamara, seguro no tarda. Esperé cómo dijo, los cinco minutos ya habían pasado, entonces sonó mi móvil.—Listo Adam, mi clase ya termino, as
ADAMEn cuanto llegue a mi oficina, después del espectáculo y la charla con Kellen, por más que quise concentrarme en el trabajo no pude y sé que no lo haría. Y como de todas maneras me iría temprano, decidí adelantarme a la universidad de Amina. No tenía la menor idea de que Ashton se encontraba estudiando ahí mismo.Me despedí de Kellen, anunciándole que ya no regresaría por la tarde. Él asintió y me dirigí directo a mi auto. Conduje aproximadamente por dos horas, hasta que divisé el campus. Le mandé un mensaje a Amina avisándole que me encontraba en la entrada y la esperaría hasta que sus clases terminaran.Bajé del auto para fumar un cigarrillo, en cuanto lo hice, todas las miradas de las chicas cayeron sobre mi persona. A algunas chicas les sonreí y a otras cuantas les guiñé el ojo, pero en cuanto hacía eso solamente una mujer llegaba a mi mente, por supuesto que nada más y nada menos que Amina Brennan.Fue entonces cuando un chico se me hizo demasiado conocido, me acerque a él y
KELLENNo había día que no mirara el portátil o computador para saber lo que se encontraba haciendo Breen. Supongo que al darle todos esos aparatos ya no se encuentra aburrida o sin hacer nada que no le guste. Varias noches la observé leyendo, o pasando simplemente el rato.Obviamente, la dejé andar a sus anchas, solo que con algunas restricciones. Necesito que cuando yo llegue tenga más confianza en mí. Sé que será algo difícil ganármela, es por ello por lo que Acosta se encuentra trabajando en mi nombre.Además, aún no he podido sacarme de la cabeza aquella escena de la piscina. No hay noche que no piense en ella y en lo que yo puedo hacer para hacerle perder la razón; sin embargo, soy consciente de lo que implica meterme con ella y considero que el resultado no me gustará.Sobre todo, porque no me he sacado de la cabeza una frase que, se supone, no debí haber escuchado; no obstante, lo hice y no me avergüenzo por ello. “Con Kellen es todo lo contrario”, cada una de sus palabras cal
KELLENLe pedí a Amina que me diera un momento, para poder atender la llamada. Como no sabía de quién se trataba, pude hablar libremente.—Montgomery —respondió mi saludo de la misma forma—. Sí, mi abogado y yo ya lo revisamos, aunque he de decirte que con esa cantidad que pides, es imposible. ¿Tienes la noche libre? De acuerdo, sí, te veré en mi oficina a las cinco y te explicaré cada detalle. Bien, nos vemos en un rato.—Al parecer estarás ocupado por la tarde —asentí. Si Amina supiera que el primero de sus perpetradores está por caer, seguro que no se encontraría tan tranquila, o quizá sí, al saber que una mierda como esas no existiría más, ni causaría más daño a nadie.El último en pagar será Wilton Adams, quien fue el primero en aprovecharse de su inocencia. Él, sufrirá el doble o triple que los demás; a Adam le dará gusto que finalmente el primero de ellos se encuentre a nada de caer en su propia tumba.—Sí, negocios. Ya sabes —sin decir nada más, le pedí que siguiéramos con la