"¿Es malo?"
Contó Helen.
Raro, muy raro, me encontraba camino al comedor cuando los recuerdos del día anterior llegaron a mí sin más.
Ese hombre lo ha hecho a propósito, vi como subió las diferencias de la calle y la acera, también como acelero a último minuto.
Aunque, también le vi como dudo por unos instantes, antes de abalanzarse sobre mí amiga.
—Necesito hablar con ustedes.
Los chicos se voltearon sin dudar. Lisa trago su helado de manera brusca, Zury por su parte arrojo el libro de biología al suelo de la cafetería, logrando que todos en ella nos miraran.
—¿Ah pasado algo en la universidad?— comenta Angel saliendo bajo la mesa y sacudiendo su cabello.
Niego y fulminó con la mirada a las demás personas, quienes en sus movimientos nerviosos vuelven a lo suyo
—Es sobre ayer, no me parece que fuera un accidente—Alex asiente y me hace señas para que continúe.
—E visto como ese hombre lo a echo a propósito. Y creo que dudaba de cometer el crimen.
—¿Por qué? —pregunta Zury para luego observar a Angel.
—¿Te has metido con alguien? —La chica niega de manera efusiva, a lo que suelto un bufido.
—No importa, esta tarde iré a hablar con él al hospital— La conversación se dio por terminada al escuchar el timbre sonar.
Lisa se marchó junto a Zury, ya que ambas tendrían clases juntas, Alex sorprendido y extrañado comenzó a buscar a Angel la cual ya había desaparecido hace un rato.
Yo por mi parte revise mi horario y al notar que no tendría ninguna otra clase, me dispuse a hacer la tarea que dejaría para la tarde, hablar con él hombre del accidente.
Tome uno de esos buses de mediodía que estaban repletos con paso cerca del hospital, baje justo frente a él y me dispuse a caminar por los pasillos sin saber a qué parte ir.
—¿Disculpe señora?
Una mujer de unos cuarenta años, bajo sus gafas y me miro haciendo una mueca con sus labios.
—¿Sabe usted donde se encuentra un paciente que llego ayer por accidente de motocicleta?—negó y pensé una mejor manera de preguntar, es algo obvio que cada día suceden muchos accidentes en motocicletas.
—Disculpe—me miro esta vez con un gesto de fatiga— ¿Me diría usted donde puedo encontrar a mi primo? Llego ayer por la tarde. Tuvo un accidente en su moto al pasar las diferencias entre la calle y la acera de la plaza.
Buscó entre unos papeles que tenía cerca y al encontrar el que buscaba se quedó mirándolo fijo para luego alzar la vista hasta mí.
La mujer del uniforme blanco se arregló la falda y me hizo un movimiento con la cabeza para que la siguiera.
Al llegar a una las habitaciones, esta me coloco la mano en el pecho.
—Solo cinco minutos niña, y si eres familiar necesitare que llenes unas planillas.
Asentí y esta me dejo entrar para luego cerrar la puerta dejándome encerrada, el hombre quien se encontraba con su pierna izquierda dentro de un yeso, su cara hinchada con moretones, me observo confundido.
—Soy amiga de la chica que intento arrollar ayer.—Me miro con cautela por unos instantes.
—¿Ella se encuentra bien?
Después de unos minutos de pensar todo muy bien, sentía pánico de estar a solas con un desconocido.
—Sí, ¿Por qué lo ha hizo? Angel no...
Coloco una de sus manos en el aire y me hizo señas para que me acercara, con cautela y calma me acerque poco a poco hasta él.
—Lo que hice fue una estupidez, no debí aceptar el dinero, me llego en un sobre con indicaciones. Supongo que tu amiga habrá cometido algún crimen ¿No? —niego y este hace muecas de dolor.
—Pensé que hizo algo por eso me decidí por hacerlo.
—¿Sabe de quién provenía la nota?
—No, solo sé que la dejaron sobre mi motocicleta. Decía que era mi primer pago si me arrojaba sobre ella y que me enviarían más si la dejaba en un mal estado.
Quede atónita ante lo que comento, pero no me sorprende que aceptara el dinero la mayoría de las personas en este mundo son ambiciosos y él no sería la excepción.
—Ya veo pero usted...—La puerta se abrió y llego la enfermera cuarentona de mala gana.
—Se acabó el tiempo.
—Cinco minutos más por favor—coloque carita de perro mojado, pero creo que eso la hizo enojar aún más.
Negó con la cabeza y se acercó a mí para sacarme, algo que no deje que hiciera ya que corrí como alma que lleva el diablo hasta salir del hospital.
—Uff eso estuvo cerca, mejor llamo a Zury quizás ya este fuera de clases— saque el teléfono de mi bolsillo y camino por las calles sin alguna dirección.
—¿Diga? ¿Helen?
—Alguien le pago al motociclista, para que lastimara a Angel.
—¿Estas segura?
—Sip, dile que tenga mucho cuidado.
—¿A dónde iras?
—Iré a practicar un poco a la piscina, quiero relajarme.
—Está bien, hablare con los chicos.—Cuelgo y camino a paso decidido hasta aquel Gimnasio donde paso mis días entrenando para poder participar en las olimpiadas.
Los pensamientos van y vienen y no puedo evitarlo ¿Quién querría hacerle daño? Y ¿por qué?, coloco mi dedo índice sobre mi barbilla no doy con nadie en concreto.
—¿Sara? La líder porrista. Pienso en ella y las veces que se burló de Angel cuando en los deportes era pésima y se cansaba con facilidad. —niego con la cabeza, por más que trate de verla como una malvada no puedo ya que jamás subió de nivel con sus chismes y sobrenombres.
—Tal vez Gregori, ese chico jamás me ha caído bien. — ¿cómo caerle bien? Sí, siempre tendía a hacer maldades en clases tales como empujar a Alex y burlarse de lo afeminado que era.
—Puff, no creo. Él es tonto pero no tanto como para hacer eso, quizás Delansie—piensa en cada momento donde la chica trato de llamar la atención de los demás para ser popular, tanto fue que burlo a Zury y varias veces trato de difundir chismes sobre ella y su familia.
Niega y hala de sus cabellos. —No pueden ser ellos, por más que pienso todos ellos son muy poco inteligentes— se detuvo unos pasos antes de entrar al gimnasio para pensar.
—Con las únicas que no se han metido es con Lisa y conmigo, tal vez estén planeando algo para ambas—asiento y escucho unas ramas moverse, nerviosa se acercó hasta ellas y las reviso.
No había nada, solo ese olor peculiar que no sabía a quién le recordaba. Aspiro profundo sin dar con la persona y luego entre nervios salió corriendo hasta el gimnasio.
—Dios, ¿por qué he hecho eso? ¿Y si el psicópata estaba allí? —negó y fue a los vestidores para cambiarse.
"AdiósHelen"5:30pm. Piscina Techada.—Esto calma mis nervios.Helen quien ya se encontraba dentro del agua relajada luego de unas cuantas vueltas en nado de mariposa, decidió descansar un poco.—Lo bueno de venir por las tardes es que siempre se encuentra solo, y es perfecto para nadar como guste.Estiro su cuello hasta atrás, flexionando sus brazos a los lados mientras mantenía los ojos cerrados y respiraba con profundidad.La paz en el lugar era algo cómodo para ella, solo el sonido del agua al mover las piernas.Algo que se vio interrumpido, una persona golpeo a la chica en la cabeza haciendo que esta emitiera un gruñido de dolor, intentando salir de la piscina fue tomada por el cuello, abrió sus ojos de par en par al ver el rostro de la persona y lucho por un poco más de aire, su vista se tornó
"Adolescente Extraña"Comisaria de San Carlos.Me encuentro tomando un sorbo de café negro que trajo mi compañera Reina, mientras como una Dona llena de Glaseado rosa.Y a un lado leo los informes de la muerte de Helen Garcia, la causa de su muerte es muy obvia se ahogó luego de un fuerte golpe en su cabeza o al menos eso muestran los exámenes del cráneo y pulmones.Pobre era muy hermosa y joven , lo noto por las fotos que trajeron hace poco para investigarlo, sus padres no creen que ella simplemente se a resbalado y golpeado al estar en la piscina, por ello me han autorizado a investigar bien a fondo.Alguien carraspea y levanto la mirada de los informes para toparme con Reina quien me da una sonrisa forzada.—La familia y algunos amigos están afuera.—Dios, ¿Amigos?—asiente y hace una mueca con los labios—Pobres
"¿Quién mató a Helen?"A una semana de haberse realizado el funeral y sepultar el cuerpo de la chica, el grupo de amigos se encontraba como de costumbre, sentados en la mesa del comedor, pero esta vez con caras pálidas y ojos rojizos.—¿Cómo pudo pasar?—digo Helen era muy buena en nado, y ni se hable de toda la precaución que tomaba para entrar al agua.Las mirada de las chicas se posaron en su compañero y amigo Alex quien no levantaba su vista del teléfono—Quizás, solo se ha resbalado como ha dicho el oficial—Lisa y Zury al parecer eran las únicas que creían en ello.—Yo no creo eso, seamos sinceros Zury ¿Cuantas veces te dijo Helen que revisaba el sitio antes de entrar al agua?—comento Angel al aparecer a un lado de la morena.—He perdido la cuenta sobre eso, por cierto ¿c&oa
"Pruebas"Zury tomo la ropa de su madre, lo cual era un uniforme de enfermera del hospital central, aprovecho a que se durmiera y se escabullo por la ventana de su habitación.Al caer de tan alto dio gracias a Dios por no romperse ninguno de sus huesos en el intento. Corrió hasta la otra calle y encendió la moto que su padre le había regalado en sus quince años.La encendió y se fue a donde había planeado. Entro al hospital por la parte trasera actuando como si ya trabajara allí desde antes, las enfermeras de turno nocturno estaban en el lado de pediatría, se dio cuenta gracias a que paso por la puerta y debió arrojarse al suelo para arrastrarse al otro lado.Llego a la sala principal de pruebas forenses entro y se dio cuenta que las luces ya estaban apagadas, choco con varias cosas en su paso por encontrar las luces.Luego de tres moretones en su pierna
"Mucha Información"Zury llego a casa de Lisa toco varias veces la puerta y Angel abrió.— Ya estás aquí, ¡Pasa! Todos están en la cocina.Quiso preguntarle donde estaban los señores Robins pero cuando se volteó ya su amiga no estaba y la puerta se encontraba cerrara.—Puff, ella es perfecta para trabajar con la CIA.Camino por el pasillo directo a la cocina y como dijo su amiga ya todos estaban allí sentados, Alex escribiendo en su famoso Blog desde el ordenador, Lisa dejando galletas en uno de los platos.Se iba a sentar donde hace un momento vio que Lisa dejo las galletas pero esta le dio un alto con la mano.—Hay no. Ya debe venir Angel.Y como por arte de magia su amiga salió de uno de los cajones y tomo asiento.—¿Qué? ¿Por qué me miran así? —comento con la
"Algo va mal"Los chicos ya no se reúnen como antes, Zury tiene ese mal presentimiento acerca de sus amigos. La castaña y el moreno trataron de entablar una conversación con ella de manera que entendiera que ellos no tenían nada que ver con la muerte de su amiga, pero esta no les creía en nada.En el instituto se notaba la diferencia, aunque los alumnos seguían adorándolos como siempre había que admitir que estaban comenzando a creer sobre los rumores esparcidos por allí, los cuales decían que ellos habían matado a Helen.―¿Puedes creerlo?―miró a la rubia tomar asiento frente a ella y frunció el ceño, no podía negar que Lisa se veía mucho mejor que antes hace unas semanas se había desecho de sus enormes lentes y ahora usaba de contacto.―¿Qué?― observó tras la rubia unos segundos y not
"La llave maestra"―Zury se va a casa de sus abuelos―la castaña camino de un lado a otro mientras esperaba algún comentario por parte de su amigo.― Es mejor, al menos estará acompañada.―siguió tecleando sin parar en su ordenador, Angel se acercó para saber que mantenía tan entretenido al moreno.―¿Qué es eso?―Alex sintió su aliento chocar contra su oído y la alejo con una mano, para seguir escribiendo a su hermano.―Axel vuelve pronto a la ciudad, dice que le darán de baja en la milicia. A tenido muchos problemas por su conducta―volteó para explicarle mejor a la castaña pero esta ya no se encontraba en el lugar.―Dios, dame paciencia―comentó continuando con lo suyo.―Lisa está aquí―apagó su ordenador y salió a la sala de estar para encontrarse con sus amigas jugando a la hora de
"Sin Frenos"—Debo avisar en la comisaria.Zury iba a todo lo que podía dar el auto de su madre un Fiesta Power color azul del 2000. Al cruzar la primera vuelta sintió tambalear una rueda, en el segundo cruce todo se vio nublado y lleno de giros.Unas luces brillantes arboles tierra y rocas era lo que podía observar la chica mientras caía por la colina—¡Ahg!—soltó por última vez cuando el auto cayo dando un fuerte golpe contra el suelo y su cabeza choco con el volante.La castaña se encontraba en su casa tomando una taza de café mientras cambiaba la canción de la radio, su teléfono sonó y ya se encontraba contestándolo.—¿Diga?—la respiración al otro lado era agitada, lo que hacía que cada vello del cuerpo se le erizara.—¿Hola?—Soy Lisa—un breve silenc