"Adolescente Extraña"
Comisaria de San Carlos.
Me encuentro tomando un sorbo de café negro que trajo mi compañera Reina, mientras como una Dona llena de Glaseado rosa.
Y a un lado leo los informes de la muerte de Helen Garcia, la causa de su muerte es muy obvia se ahogó luego de un fuerte golpe en su cabeza o al menos eso muestran los exámenes del cráneo y pulmones.
Pobre era muy hermosa y joven , lo noto por las fotos que trajeron hace poco para investigarlo, sus padres no creen que ella simplemente se a resbalado y golpeado al estar en la piscina, por ello me han autorizado a investigar bien a fondo.
Alguien carraspea y levanto la mirada de los informes para toparme con Reina quien me da una sonrisa forzada.
—La familia y algunos amigos están afuera.
—Dios, ¿Amigos?—asiente y hace una mueca con los labios—Pobres chicos, ya voy.
Me levanto y esta desaparece por la sala, camino pasando los cuatro escritorios que están antes de llegar a la entrada, tomo una fuerte bocanada de aire y salgo.
Mi corazón se está arrugando un poco, tres chicas y un chico junto a sus padres no paran de llorar, carraspeo para llamar la atención y lo consigo de inmediato.
—Bien, yo soy Alfredo Casas y emm, soy quien está a cargo de informarles los detalles de lo obtenido en el caso.
—¿Es mentira cierto? ¿Es una confusión? ¡Helen No murió!—Escucho el grito del chico, quien mantiene en su mano un teléfono y que por su manera de hablar puedo notar que tiene una orientación sexual diferente.
—Alex Cálmate, quizás sea una confusión no pagues con él.
Esta vez es una chica, que por así decirlo, apareció de un lugar a otro en menos del tiempo que me costó pestañear
—La verdad joven, si es ella—se escuchan nuevamente los sollozos—mi más sentido pésame.
—Ella —sorbe su nariz—Ella ¿Sufrió?
Observo a la morena, que por lo que veo en sus ojos no ha dejado de llorar ni un segundo.
—No creo, el golpe que sufrió antes de caer al agua la dejo inconsciente.
—¿Golpe?
—¡Joder! ¿Cómo has llegado hasta aquí? —La chica da una media sonrisa, pero en su cara veo otro sentimiento parece ¿Apenada?, debo preguntarle cómo le hace para llegar a otros sitios sin ser notada.
—Lo siento... —Se aleja un poco dándome espacio y toma asiento en una silla cerca de la pared, se nota incomoda en ella.
—Sí, bueno se dio un fuerte golpe en la cabeza antes de caer, creemos que pudo haber resbalado y pegar a la orilla de la piscina pero aun no estamos muy seguros.
El chico de hace un momento deja de mirarme para teclear como loco en su teléfono
—Disculpa pero ¿Qué haces?— no debo dejar que ninguna información se filtre en caso de que sea un asesinato.
Alza un poco la mirada llena de lágrimas y la vuelve a bajar viendo su teléfono, no pasan ni cinco segundos cuando los demás teléfonos suenan, cada chico y adulto lo saca de su escondite.
—Oh cariño—comenta la mujer que me presentaron como madre de la fallecida—es tan...—Se echa a llorar un buen tiempo sobre las piernas de un hombre de piel morena.
—Él tiende a escribir lo que siente y demostrarlo solo por mensajes.
—¡Mierda!—grito asustado al ver de nuevo a la chica tan cerca de mí—Lo siento, me has asustado—Esta asiente y se va junto con las demás familias quienes van saliendo una a una de la sala para marcharse.
Me doy cuenta que una pequeña rubia con gafas y una vestimenta algo parecida a los chicos que sufren de bullyng en la televisión toma notas en un pequeño diario de color naranja.
Nota que la he observado y enseguida lo guarda en su bolso—Hola—pronuncia apenas audible y con voz quebrada.
Le dé vuelvo el saludo y sale por la puerta, doy vuelta para entrar cuando me doy cuenta que Reina me ve de manera interrogante.
—¿Que has descubierto?—niego y tomo asiento en uno de los bancos antes ocupados por uno de los chicos.
—Nada, y eso me preocupa. Más tarde tendré que ir de nuevo a la piscina y buscar a los alrededores. —suspira y me da una mirada cansada, no es para menos últimamente hemos estado hasta tarde investigando todo tipo de casos.
—Si gustas ve a casa. Puedo hacerlo solo—sonríe y me saca la lengua.
—Este es mi trabajo, dame treinta minutos y estaré como nueva. Tu—me señala y frunce el ceño—deberías tomarte también unos treinta minutos amigo— río por lo bajo y le hago caso, entro al despacho y tomo una manta me acuesto sobre la silla quedando profundamente dormido.
Siento un movimiento de un lado a otro abro los ojos y observo a Reina reír —uo, solo te dije treinta minutos no dos horas— me levanto de un brinco y me arreglo el cabello, veo la hora en mi reloj y me doy cuenta que son las ocho de la noche.
—¡Joder! Tengo que encontrar pistas y a esta hora será imposible. —escucho a mi compañera mover las llaves en su mano y sacar unas linternas.
—Vamos ya y deja de quejarte.
Tomamos uno de los autos de la comisaria y nos encaminamos al lugar, al llegar todas las luces se encontraban encendidas. Bajamos y comenzamos con nuestra tarea mi compañera por un lado y yo por otro.
—No veo nada fuera de lo normal.—comento para que mi compañera me dé su información.
—Lamento decirte que yo si, después de todo no fue un accidente—me giro para verla y esta tiene un bate de béisbol en la mano lleno de sangre.
—No lo puedo creer, lleva eso a el auto ¿tomaste las fotos antes? —asintió y guardo en una bolsa de evidencias el objeto.
—¿Dónde lo encontraste?—me señalo los arbustos y mientras ella buscaba la cinta de restricción yo me encamine a buscar algo más.
El sitio era oscuro, por lo poco que me dejaba ver la linterna no habían huellas ni marcas sólo gotas de sangre donde se encontraba el bate, camine un poco más y me di cuenta que había una puerta trasera.
La observe detenidamente y me di cuenta que antes había sido forzada—aquí hay más—comento al tener a Reina a unos pasos—alguien forzó la puerta para entrar—asiente y toma unas cuantas fotos para el informe.
—Así que después de todo alguien mato a Helen Garcia.
Me adentro al lugar y busco más pistas pero no doy con nada, bufo y me siento un rato en donde supongo deberían estar los bancos.— Los removieron antes para una limpieza—asiento y noto todo a mi alrededor, es una piscina muy hermosa es una lástima que usaran el lugar para cosas malas.
—Vámonos, hay que llamar a los demás y avisar que hay un asesino
"¿Quién mató a Helen?"A una semana de haberse realizado el funeral y sepultar el cuerpo de la chica, el grupo de amigos se encontraba como de costumbre, sentados en la mesa del comedor, pero esta vez con caras pálidas y ojos rojizos.—¿Cómo pudo pasar?—digo Helen era muy buena en nado, y ni se hable de toda la precaución que tomaba para entrar al agua.Las mirada de las chicas se posaron en su compañero y amigo Alex quien no levantaba su vista del teléfono—Quizás, solo se ha resbalado como ha dicho el oficial—Lisa y Zury al parecer eran las únicas que creían en ello.—Yo no creo eso, seamos sinceros Zury ¿Cuantas veces te dijo Helen que revisaba el sitio antes de entrar al agua?—comento Angel al aparecer a un lado de la morena.—He perdido la cuenta sobre eso, por cierto ¿c&oa
"Pruebas"Zury tomo la ropa de su madre, lo cual era un uniforme de enfermera del hospital central, aprovecho a que se durmiera y se escabullo por la ventana de su habitación.Al caer de tan alto dio gracias a Dios por no romperse ninguno de sus huesos en el intento. Corrió hasta la otra calle y encendió la moto que su padre le había regalado en sus quince años.La encendió y se fue a donde había planeado. Entro al hospital por la parte trasera actuando como si ya trabajara allí desde antes, las enfermeras de turno nocturno estaban en el lado de pediatría, se dio cuenta gracias a que paso por la puerta y debió arrojarse al suelo para arrastrarse al otro lado.Llego a la sala principal de pruebas forenses entro y se dio cuenta que las luces ya estaban apagadas, choco con varias cosas en su paso por encontrar las luces.Luego de tres moretones en su pierna
"Mucha Información"Zury llego a casa de Lisa toco varias veces la puerta y Angel abrió.— Ya estás aquí, ¡Pasa! Todos están en la cocina.Quiso preguntarle donde estaban los señores Robins pero cuando se volteó ya su amiga no estaba y la puerta se encontraba cerrara.—Puff, ella es perfecta para trabajar con la CIA.Camino por el pasillo directo a la cocina y como dijo su amiga ya todos estaban allí sentados, Alex escribiendo en su famoso Blog desde el ordenador, Lisa dejando galletas en uno de los platos.Se iba a sentar donde hace un momento vio que Lisa dejo las galletas pero esta le dio un alto con la mano.—Hay no. Ya debe venir Angel.Y como por arte de magia su amiga salió de uno de los cajones y tomo asiento.—¿Qué? ¿Por qué me miran así? —comento con la
"Algo va mal"Los chicos ya no se reúnen como antes, Zury tiene ese mal presentimiento acerca de sus amigos. La castaña y el moreno trataron de entablar una conversación con ella de manera que entendiera que ellos no tenían nada que ver con la muerte de su amiga, pero esta no les creía en nada.En el instituto se notaba la diferencia, aunque los alumnos seguían adorándolos como siempre había que admitir que estaban comenzando a creer sobre los rumores esparcidos por allí, los cuales decían que ellos habían matado a Helen.―¿Puedes creerlo?―miró a la rubia tomar asiento frente a ella y frunció el ceño, no podía negar que Lisa se veía mucho mejor que antes hace unas semanas se había desecho de sus enormes lentes y ahora usaba de contacto.―¿Qué?― observó tras la rubia unos segundos y not
"La llave maestra"―Zury se va a casa de sus abuelos―la castaña camino de un lado a otro mientras esperaba algún comentario por parte de su amigo.― Es mejor, al menos estará acompañada.―siguió tecleando sin parar en su ordenador, Angel se acercó para saber que mantenía tan entretenido al moreno.―¿Qué es eso?―Alex sintió su aliento chocar contra su oído y la alejo con una mano, para seguir escribiendo a su hermano.―Axel vuelve pronto a la ciudad, dice que le darán de baja en la milicia. A tenido muchos problemas por su conducta―volteó para explicarle mejor a la castaña pero esta ya no se encontraba en el lugar.―Dios, dame paciencia―comentó continuando con lo suyo.―Lisa está aquí―apagó su ordenador y salió a la sala de estar para encontrarse con sus amigas jugando a la hora de
"Sin Frenos"—Debo avisar en la comisaria.Zury iba a todo lo que podía dar el auto de su madre un Fiesta Power color azul del 2000. Al cruzar la primera vuelta sintió tambalear una rueda, en el segundo cruce todo se vio nublado y lleno de giros.Unas luces brillantes arboles tierra y rocas era lo que podía observar la chica mientras caía por la colina—¡Ahg!—soltó por última vez cuando el auto cayo dando un fuerte golpe contra el suelo y su cabeza choco con el volante.La castaña se encontraba en su casa tomando una taza de café mientras cambiaba la canción de la radio, su teléfono sonó y ya se encontraba contestándolo.—¿Diga?—la respiración al otro lado era agitada, lo que hacía que cada vello del cuerpo se le erizara.—¿Hola?—Soy Lisa—un breve silenc
"¿Quién es? ¡Aterrada!"Lisa no paraba de llorar sobre el hombro de su madre desde que se a enterado de la noticia no quiso despegarse de sus padres por el sufrimiento causado. —Cariño tu teléfono está sonando—se movió un poco y lo vio, soltó un gruñido dándole "eliminar" al mensaje.—No es nadie importante mamá, tengo hambre. —Su madre la miro con una amplia sonrisa y salió de la cama de su pequeña en busca de algo que le anime. La rubia observo el oso de felpa que se encontraba a un lado de la cama y no dudo en levantarse para tomarlo colocándolo a unos centímetros de la cara.—Zury, tu oso es hermoso. Gracias—seco sus lágrimas derramadas y abrazo fuerte el regalo de cumpleaños. Para Lisa era más que un simple oso de felpa, era su lazo de amistad con ella desde los diez a&ntil
"Recuerdos de un Verano"Era una noche fría de verano las luces de la ciudad alumbraban por poco las calles que eran transitadas por autos de colores. Helen caminaba como era de costumbre a paso rápido mientras frotaba sus brazos debido al frió producido.—Si llego tarde hoy seguro que mamá me deja sin comer de nuevo.Su madre y ella no tenían una de las mejores relaciones del mundo, para ser sinceros solo tenían una relación y estaba llena de odio.—¡Ya llegue!Entro a su hogar una casa pequeña en un barrio un tanto peligroso, su hermano menor John salió de su escondite bajo la mesa y le abrazo. —¡Al fin!, mamá no ha parado de hablar sobre lo irresponsable que eres—para tener solo diez años sabes más de lo que un infante normal sabría.—He ido a practicar solo un poco.Arreglo