Dmitry camina con paso presuroso y por momentos el eco de estos se extiende por el amplio y vacío pasillo del piso superior. Sabe que no tiene mucho tiempo para buscar lo que desea, pues no sabe cuánto tiempo en realidad Tania y Layeska estén ocupadas en el huerto, razón por la cual se apresura en ir hasta la habitación de Inna. De no ser por el ocasional crujido de la madera bajo sus pies, la casa estaría asumida en un silencio profundo y casi sepulcral, y es que dentro de la casa solamente hacen vida Inna, Tania y él durante sus horas de trabajo, además de Layeska los días que va de visita después de la escuela, de resto ninguno de los trabajadores entra en la casona más allá de la cocina. que recibí el mensaje de gregory la idea de buscar alguna respuesta dentro de la casa se estableció en su cabeza, pero nunca esperó que fuese a tener tan rápido una oportunidad para poder buscar aquello que cree pueda responder sus dudas. Pero dentro de él también sabe de que si no tiene cuidad
Para el momento que el auto se detiene frente a la prisión, y Arman Apaga el motor del mismo, el silencio que se mantiene dentro del pequeño espacio solo es una capa más para el aura incómoda que existe entre el y la pelinegra.Arman permanece con ambas manos en el volante, más por tener un lugar en donde colocarlas que porque este pronto a iniciar un nuevo viaje, por un momento, ladea levemente su rostro y con el rabillo del ojo observa a Inna. Ella se mantiene en todo momento en silencio y su mirada se encuentra fija en la entrada imponente del lugar, sus labios apretados en una delgada línea que apenas puede contener las emociones que se agolpan en su interior. La prisión se muestra ante ella imponente, con las rejas que la rodean, con sus muros que ocultan un mundo gris y cruel, se muestra desalmada, justo como un monstruo que finge estar dormido mientras la observa con ojos invisibles, a la espera de un pequeño descuido de su parte para así atraparla dentro de sus fauces.Arma
Al llegar a su oficina, Dmitry entra en la habitación y entender a la puerta detrás de él, Caminando hasta el escritorio, abre uno de los cajones superiores y tras levantar una de las carpetas donde guarda el registro de gastos de la hacienda, coloca allí la carpeta que sacó de la habitación de Inna y se asegura de que quede oculta entre aquellos documentos.Tomando asiento, se dispone a seguir revisando la documentación relacionada el pago de los nuevos ejemplares, tal vez se usaba eso para distraerse el tiempo de espera antes de volver a casa se le haría más corto. Pero antes de que pueda hacer aquello, escucha un toque suave sobre la puerta y en girarse ve a Tania de pie en el umbral de la oficina—Señor Dmitry, el almuerzo está listo —anuncia sin moverse de aquel lugar y usando un tono de voz bastante calmado y que por primera vez no tiene un deje de nerviosismo por estar sola con él.Fijando su mirada en ella, Dmitry le dedica un ligero esbozo de sonrisa mientras cierra la gaveta.
༻ ABRAU DURSO ༺༻ CASA DE DMITRY ༺Al abrir la puerta de la casa, Dmitry tiene cuidado de no hacer demasiado ruido para no despertar a la pequeña Layeska quien duerme entre sus brazos, al fijarse en el rostro de su hija puede notar como este se encuentra tranquilo al tiempo que refleja la paz de los sueños infantiles. A esas alturas del día, su cabello negro se encuentra totalmente desordenado mientras cae en suaves ondas oscuras sobre su mejilla mientras murmura algo ininteligible en su sueño, apretando su pequeño oso de peluche contra ella. Al ver aquel gesto, Dmitry no puede evitar sonreír con dulzura mientras comienza a subir las escaleras con mucho cuidado para luego ir en dirección a la habitación de su pequeña.Al llegar ante el cuarto de Layeska, aparta con el pie la puerta entreabierta y se adentra en el cálido espacio. La habitación se encuentra decorado con tonos pastel y juguetes cuidadosamente organizados en las estanterías. Al estar frente a la cama, hace a un lado el dos
Cuando el motor del auto se apaga con un ronco susurro, también se detienen los dos autos negros que vienen tras de él. La tarde gris y el aire frío, funcionan como el presagio del encuentro pesado que está por desarrollarse. Dmitry desciende del auto con calma, ajustando la chaqueta de su chaqueta de cuero. Volviéndose hacia sus hombres, da la orden de que solo cuatro de ellos lo acompañen.Mientras avanza hacia la escalinata de piedra que conduce a la Iglesia, sus manos encuentran refugio en los bolsillos de su pantalón, haciendo que su imagen se vuelva más imponente.A su paso, las personas que pasean por la plazoleta al pie de la iglesia hacen lo posible por apartarse de su camino, susurrando entre ellas, pero bajando su rostro ante él.Dmitry no presta atención a los murmullos ni a las miradas furtivas, ya está lo bastante acostumbrada a ellas.Cuando llega al final de las escaleras, sus hombres se adelantan unos pasos y se colocan con postura firme a los lados de la puertandenla
Ante aquella pregunta tan directa, el cuerpo del sacerdote se tensa al instante. Moviéndose rápidamente entre todas sus ideas, el padre Artem intenta encontrar una forma coherente para responder ante aquella acusación, pero las palabras parecen atorarse en su garganta. Dmitry no necesita más. Su postura tranquila y su tono controlado son suficientes para transmitir su mensaje aun por medio de la reja del confesionario.—¿Qué cree Padre? ¿Es posible mentirle a Dios?—No —niega finalmente, pero aun con esa única palabra, es fácil ver el miedo presente en su voz —. No existe forma alguna de mentirle a Dios. Puedes mentirte a ti, pero jamás a él.El padre se queda en silencio después de esto, a la espera de alguna otra palabra por parte de Dmitry, pero cuando esta no llega, levanta su mano derecha y se prepara para darle la absolución, pero las nuevas palabras de Dmitry lo detienen.—Sí, supongo que tiene razón — agrega mientras deja que su tono sea aún más bajo y amenazante—. Supongo tam
༺༻ INSTITUTO ORLOVSKAYA ༺༻ SHIROKAYA BALKA༺༺El salón se encuentra lleno con el bullicio típico de los niños, mismos que dejan salir sus voces mientras se encuentran emocionados preparando sus bolsos antes del final de la jornada escolar. Pero en el rincón izquierdo, cerca de la ventana del espacioso salón, Layeska se encuentra de pie, rígida, con los puños fuertemente apretados y el ceño fruncido. Frente a ella, una niña peli castaña de rizos perfectos y ojos traviesos la observa con una expresión de burla y maldad. Es Alina, la niña que siempre parece encontrar una razón que ella considere válida para molestar a Layeska.—¡Eres una mentirosa! —dice Alina, manteniendo en todo momento su sonrisa burlona—. No tienes mamá, y todos aquí lo sabemos. Por eso es que siempre es tu papá quien viene a los actos, así que deja de decir que ella vendrá mañana. Solo estás mintiendo.Layeska escucha sus palabras, y su única reacción es la de apretar aún más los puños, y lo hace de tal manera, qu
Cuando el auto se detiene frente a la entrada de la casa, la pequeña Layeska no espera a que Dmitry apague el motor por completo; abre la puerta con rapidez, toma su mochila contra el pecho y corre hacia la entrada. Por su parte, Dmitry la observa en silencio desde el puesto del conductor, permitiéndole bajarse sin decir nada para intentar detenerla, respetando su espacio.Al momento que cruza la puerta principal, Layeska no saluda ni mira a nadie. Su pequeña figura desaparece rápidamente tras el marco de la escalera. Subiendo los tan rápido como puede se dirige a su habitación. La puerta se cierra con un leve golpe, y por fin, a solas, se lanza sobre su cama y se siente en libertad de dejar salir sus emociones.El llanto contenido después de todo lo ocurrido y durante el tiempo que estuvieron en la dirección escuchando a su profesora y a la madre de Alina hablar sin permitirle defenderse, finalmente encuentra salida en ese momento. Layeska hunde su rostro en la almohada mientras abra