Arman se encuentra sentado tras su escritorio, la mirada fija en la resolución del juez que tiene en sus manos. Su mirada se mueve lentamente por aquel documento. La lectura minuciosa de cada palabra lo llena de satisfacción. Sus peticiones fueron tomadas en cuenta, y al fin puede confirmar que ni Lena, Nikolay o su padre tienen a alguien infiltrado dentro del proceso. Esto le otorga un alivio momentáneo, sabiendo que, al menos en este punto, tienen ventaja.Dejando el documento sobre el escritorio, se recuesta mejor en el espaldar de su silla y exhala profundamente. La carga de trabajo que tiene por delante antes del juicio es considerable, pero está decidido a llevar este caso hasta el final y esta vez de la mejor manera.Su concentración y pensamientos de diferentes escenarios se ve interrumpida por un leve golpe en la puerta. Apenas si levanta la vista, creyendo que se trata de su secretaria trayendo los expedientes que solicitó para comenzar a armar la defensa. Sin embargo, cuand
Nikolay yace sobre el estrecho catre de metal de su celda, con los brazos cruzados detrás de la cabeza y los ojos fijos en el techo sucio y agrietado. Su expresión es tranquila, casi relajada, llegando al punto de ser escalofriantemente contrastante para alguien en su condición. Pero si se le presta mayor atención, es fácil notar que la sonrisa que se dibuja en sus labios está cargada de una satisfacción oscura, como la de un depredador que sabe que su presa está justo donde la quiere y pronto se estará desangrando entre sus fauces. No hace ni dos horas que recibió la llamada que le confirmó que su encargo se encuentra listo. La información le llegó de manera discreta, a través de la visita de su abogado, y aunque se supone que debía estar presando atención a las palabras del hombre, la verdad es que su único interés fueron las palabras del guardia que acompañó a su defensor. Un mensaje velado en las ligeras palabras del guardia, un comentario aparentemente inocente antes de salir,
El sonido de los pesados pasos de Nikolay resuena con un eco ligero a lo largo de todo el pasillo mientras camina con la misma arrogancia de siempre, solo que ese día se siente más presente que nunca, la sonrisa cruel no ha dejado de curvar sus labios desde el día anterior, mostrando a cada segundo su desquiciado gesto de pura soberbia. Sus muñecas se encuentran sujetas por las esposas, pero aquello no parece importarle en lo más mínimo. Su andar es seguro, tranquilo, como si nada de aquello tuviera importancia y él fuera quien controlara aquel lugar. Y, en cierto modo, él realmente lo cree.Cuando el guardia lo hace detenerse frente a la puerta del privado, no sabe quién lo espera al otro lado, si su abogado o uno de aquellos dos idiotas, pero la expectativa solo añade diversión a su ya de por si buen humor. El guardia abre la puerta y él se toma un momento antes de llevar su mirada al interior, en cuanto la figura de Anastasia se hace visible, Nikolay no puede contenerse y suelta un
Layeska se encuentra sentada en la cama, abrazando sus piernas con tanta fuerza que sus rodillas presionan contra su pecho. Su pequeño cuerpo tiembla con ligeros espasmos. Con cada sollozo que trata de contener, muerde su labio inferior hasta hacerlo doler. No quiere hacer ruido. No quiere que la escuchen y molestar a esos señores.El cuarto en el que está encerrada es frío y oscuro. La única luz proviene de una bombilla en el techo que parpadea a ratos, amenazándola con dejarla en la oscuridad mientras proyecta sombras inquietantes en las paredes desnudas. Huele a humedad, a encierro. Al miedo que la envuelve y la oprime.Sus hombros se sacuden con cada lágrima que desciende silenciosa por sus mejillas. No para de repetirse a sí misma que todo va a estar bien, que pronto su papi vendrá por ella, que Inna también vendrá, la abrazará y le dirá que todo esto no fue más que una horrible pesadilla. Pero el pánico se aferra a su pecho con garras afiladas, negándose a soltarla y permitirse
Tan pronto como sale de la celda de visitas, Anastasia suelta un pesado suspiro, pero este no es suficiente para liberar la presión que siente en el pecho. Su estómago aún se revuelve con la repulsión que le provoca Nikolay, su frialdad, su descaro al actuar como si tuviera el control de todo. Sus manos se cierran en puños con tanta fuerza que sus uñas se clavan en su piel, pero apenas si siente algún tipo de dolor.Se queda de pie unos segundos en medio del pasillo, intentando disipar la rabia que aún arde en su interior. Pero rápidamente se recuerda que no hay tiempo para perderse en emociones inútiles. Tiene otro asunto pendiente. Uno que requiere aún más control de su parte que enfrentarse el imbécil de su ex esposo.Lena.El solo pensar en su hermana hace que su mandíbula se tense. No estaba en sus planes verla el día de hoy, mucho menos el tener que confrontarla tan pronto, pero todo cambió con la llamada de Arman mientras estaba de camino al centro de detención."El abogado d
༺༻ ABRAU DURSO ༺༻ HACIENDA ROMANOSVKAYA ༺༺La hacienda está en medio del caos. El polvo se levanta con cada golpe de martillo, con cada tabla que es retirada o colocada en su sitio. Vera lo sabe, pero, aun así, sigue pasando el trapo por los muebles, limpiando la superficie de la mesa de la sala solo para ver cómo una fina capa de polvo vuelve a instalarse en cuestión de minutos. Sabe que aquello es inútil, pero necesita hacer algo.Si se queda quieta, teme que su mente la traicione con pensamientos oscuros. Y sencillamente, se niega a permitirse imaginar lo peor. Confía en Anastasia y Dmitry, es por ello que se aferra a la seguridad de saber que ninguno de ellos se detendrá hasta traer de vuelta a su querida Layeska.Cuando el polvo nuevamente vuelve a cubrir la superficie de la mesa, Vera deja el trapo a un lado y, finalmente renuncia a su intento de limpiar la sala, por lo que se dirige hacia las habitaciones del fondo. Con cada paso que da puede sentir cómo su corazón late con m
Les tomó cerca de tres horas llegar hasta allí, y aunque el viaje fue largo, ninguno ha sentido el cansancio. La adrenalina es una corriente constante en sus venas que los mantiene con todos sus sentidos alertas.El motor del auto ruge levemente antes de apagarse, dejando tras de sí un silencio denso. Dmitry y Grigori permanecen sentados dentro del vehículo, con la mirada fija en la casa frente a ellos. El silencio proveniente de la casa y la falta de movimiento dentro de la misma, la hacen lucir como si estuviera abandonada, pero ambos saben que no lo está.Dmitry revisa el mensaje en su teléfono una vez más, la imagen enviada por Igor no solo le muestra el rostro de uno de los hombres que acaba de entrar a la casa, sino también el número exacto de la casa. La dirección coincide.—Es aquí —murmura más para sí que otra cosa, ya que sabe que no es necesario decirlo.Grigori suelta un resoplido, su mirada recorriendo la estructura fijándose con cuidado en cada detalle. Su atención se po
༺ Abrau-Dyurso / Rusia. ༻ ༻ Siete Años Atrás. ༺ ¿Cómo es que todo esto había podido pasar? Anastasia apenas siente el frío metal de las esposas rodeando sus muñecas. Las luces de los flashes la ciegan una y otra vez, pero no de la manera que ella lo había soñado. El vestido de encaje blanco que eligió con tanto cuidado, que debía ser el símbolo de su felicidad, ahora está cubierto de manchas intensamente rojas. La sangre, la misma sangre que cubre sus manos, tiñe de carmesí la tela inmaculada. Su mente no puede procesar lo que está sucediendo; unas horas atrás, estaba riendo, emocionada por su nueva vida, por el futuro que iba a compartir con el hombre que amaba. Ahora, todo lo que queda es el eco sordo de su respiración entrecortada, su mirada vacía y el caos a su alrededor. —¡¿Señorita Ivanova?! ¡Anastasia! —grita uno de los periodistas mientras las cámaras estallan a su alrededor, como si el horror frente a ellos fuera solo otro espectáculo para cubrir. Ellos no ven lo que ella