—Seok, es el sexto ingeniero que despides en cinco años.—¿Y qué quieres que haga? Ninguno ha sido competente. Ninguno ha podido hacer de esta empresa lo que era antes, nos hemos quedado obsoletos.Jun y Seok, estaban preocupados. En los últimos años, las ganancias habían sido casi nulas. Lo que le hicieron a Kyong, fue una espada de doble filo. Se libraron de la cárcel, habían destruido a ese hombre, era cierto, pero en el camino, se estaban destruyendo a sí mismos.—Buenas tardes, señores.—Adelante, Jiwoon. —Seok suspiró y dejó que entrara, la encargada de publicidad y mercadeo.—No son buenas noticias.—¿Ahora qué? —El hombre dio un golpe en el escritorio.—Los de Second Chance no quisieron renovar el contrato, les enviaron una carta y un cheque por los últimos tres meses de servicio.—¡Me lleva el diablo! —gritó Seok. Estaba tan furioso que su rostro se había enrojecido por completo.—Pero, ¿No dieron un motivo por el cual no quisieron renovar después de tantos años? —Jiwoon dudó
Ella sólo se encogió de hombros, entonces, él la llevó a donde él quiso. Sin embargo, era una operación que él debía manejar con discreción, así que no encontró un mejor lugar que un lago cercano al café. El hermoso lugar, no contaba con servicio los días de semana, lo que significa que no habría alguien en la entrada del lugar.—¿Tenemos que saltar esa verja? —Sun-Ji le preguntó preocupada.—Me temo que sí. ¿Tienes miedo? —y él la abrazó por su cintura, e inmediatamente, el aire se hizo más difícil de respirar.—Sinceramente, si tengo miedo porque, si me llego a caer me podría hacer un daño. Y si eso ocurre, mi padre es capaz de encerrarme para siempre.—Entonces, tendré que llevarte en mi espalda, para poder entrar, súbete sobre mí y sujétate con fuerza. —Él se lo dijo al oído, sin separar su cuerpo del suyo, ella sentía que moría por dentro.Kyong analizó la verja. No era muy alta, al menos no para él. Podía pasarse al otro lado sin ninguna dificultad.—Sujétate bien. No te voy a d
—No por favor, no llores. Yo te pido que me perdones, no sabes lo arrepentido que estoy por haber causado que te sintieras mal.—Antes también me dijiste lo mismo, y siempre haces algo para lastimarme, a veces, creo que te causa placer hacerme daño, y ahora creo que realmente, tú no lo sientes, porque si fuese así, no te comportarías como lo haces. —Estaba temblando, por lo que le costó hablar.—No sé porque me comporto de esa manera contigo, quizás sea porque, yo siento que todo lo que siento por ti, me ha estallado en la cara de una manera inexplicable, y sinceramente no sé cómo manejarlo.—Eso no es excusa, porque para mí también es nuevo todo esto que estoy sintiendo, y aún así, yo no me comporto como tú lo haces conmigo. Y ya estoy harta, te lo dije, yo no quiero sufrir más, y si nuestra relación será de esta manera, que tú solo me lastimes, pues no quiero tener nada que ver contigo.—Por favor mi amor, perdóname—¿Cómo me dijiste? -—le dijo ella sorprendida.—Te dije mi amor, po
Kyong se había ido de allí riendo, Debido a la felicidad que sentía. Sin embargo, tenía un dolor insoportable en la entrepierna, y el pulso acelerado de puro deseo. Reconoció que de haber tenido ella sus dieciocho, se la hubiera llevado en ese mismo momento y, en el mismo auto, la habría hecho suya. La estaba deseando, cada día más. No sólo se trataba de sus planes de venganza, sino de su propia satisfacción personal. La había tratado de manera más profunda, y no conseguía aburrirse con ella, o de ella. Reconocía, no de buen talante, que lo había encantado y, en ocasiones, hasta lo había conmovido.Ella tenía algo que la hacía única, algo que él no podía describir porque no lo conocía. Era cierto que era tímida, quizás por haber sido criada de forma tan sobreprotegida por su enfermedad, la cual ahora reconocía que era bastante delicada, ya que él sintió en carne propia lo que su familia debía sentir, cada vez que ella colapsaba, y aunque le costaba admitirlo, era cierto que tenía mied
—¿Crees que puedes jugar este juego en el que te has embarcado junto a ese hombre y salir ilesa? —Le preguntaba Sunmi, que no solo era su prima, sino también su confidente. —Sun-Ji, de esas relaciones, de hombres como el tal Juwon, jamás se sale ilesa. —Dijo con su gesto melancólico.—¿Entonces no hay nada que pueda hacer? Te confieso que mi corazón está lleno de dudas, anoche lo llamé por teléfono y él me asegura que me ama, que lo que siente por mí no lo había sentido antes y que sus sentimientos son honestos, pero, tengo el presentimiento que voy a terminar con el corazón roto.—Puedes no verlo más, sólo así te salvarías, de terminar con el corazón roto.—Ese es el problema, lo he intentado varias veces, pero, sinceramente no sé si pueda no verlo más, porque todo el día y toda la noche, lo que quiero es volvérmelo a encontrar. Incluso, él me dijo que cuando cumpliera 18 años, hablaría con papá para que él le diera su permiso, para ser mi novio.—Te digo nena, que cuando te bese, cu
—¡Un auto! —y ella lo abrazó con euforia.—Espero que te guste, es todo tuyo, princesa. —le dijo su hermano mayor.—Gracias hermano, de verdad gracias.—¿Si te gustó este regalo?—Me encantó demasiado, ¿Eso quiere decir que tengo la libertad de conducirlo, a donde yo quiera? —le preguntó Sun-Ji.—Así es, pero solo si me prometes, que lo harás con responsabilidad. —le dijo a su hermana Seok con una sonrisa. —Por supuesto que te lo prometo, seré muy responsable hermano, estarás orgulloso de mí.—Mi preciosa, espero que nuestro regalo te guste. Eso es para demostrarte que nosotros estamos dispuestos a no sobreprotegerte tanto. —le dijo su padre con una sonrisa.—Gracias papá, yo estoy muy feliz por este maravilloso regalo, de verdad muchísimas gracias. Gracias por confiar en mí y, gracias por estar dispuesto a darme más libertad. Yo sé que para ti no es tan fácil aceptar que ya soy una mujer adulta, pero yo siempre seré tu princesa. —le dijo ella y lo abrazó con ternura.—Por supuesto q
—Estás muy preguntona hoy. —Le dio un beso para distraerla, pero no lo consiguió por mucho tiempo.—Lo siento, pero si voy a estar contigo, aunque sea a escondidas, tengo que saber cosas sobre ti—¿Por qué? —Su tono no fue muy amable.—Porque... porque salgo contigo, y me importas. —En su gesto había total sinceridad, y Kyong quiso desesperadamente creerle. Se entregó sin querer a ese momento, a esos ojos tan bellos y traviesos que le decían que él le importaba, su forma tierna de acariciarle el rostro, una simple caricia, de simple afecto, impulsiva, espontánea, no en un intento para seducirlo, pero no, no debía desviarse de su objetivo. Esa niña sólo sentía por él un capricho pasajero, y él, no iba a tenerle compasión.—No sé ni las cosas elementales que debería saber de ti, no sé dónde vives, qué haces; y nunca me hablas sobre tu familia. En resumen, yo no sé nada sobre ti.—¿Y no te hago ni un poquito feliz? —él le dio una sonrisa.—Es por eso que quiero saber todo sobre ti, porqu
—¿Quién es Jiyeon? —La voz de Kyong se escuchó muy seria.—Él es... —Sun-Ji seguía mirándolo indecisa sobre si debía contestar.—¡Te pregunté quién es! —Gritó más fuerte, haciendo que ella casi cayera en el lago, porque estaban a la orilla.—Es... es un amigo de la infancia. —le dijo ella completamente aterrada.—¿Un amigo? —Su tono fue suave, pero nada convencido.—Sí, es un amigo.—¡Mírame a los ojos! —Ella lo miró temblando de miedo.— Júrame que es sólo un amigo.—Juwon, Jiyeon es un amigo de la infancia, en algún momento quiso tener una relación conmigo, pero, ahora está viviendo en Londres.—Así que es un amigo que está interesado en ti, de forma romántica el cual vive en Londres, pero se acordó de tu cumpleaños... ¡Qué romántico! Y resulta que mañana lo irás a buscar en el aeropuerto para que cenen juntos. —Dijo él con ironía y, con una sonrisa apretada que daba terror.—Como escuchaste, tenía meses que no me llamaba. Desde hacía mucho no sabía de él y, me emocionó su llamada po