—¡Un auto! —y ella lo abrazó con euforia.—Espero que te guste, es todo tuyo, princesa. —le dijo su hermano mayor.—Gracias hermano, de verdad gracias.—¿Si te gustó este regalo?—Me encantó demasiado, ¿Eso quiere decir que tengo la libertad de conducirlo, a donde yo quiera? —le preguntó Sun-Ji.—Así es, pero solo si me prometes, que lo harás con responsabilidad. —le dijo a su hermana Seok con una sonrisa. —Por supuesto que te lo prometo, seré muy responsable hermano, estarás orgulloso de mí.—Mi preciosa, espero que nuestro regalo te guste. Eso es para demostrarte que nosotros estamos dispuestos a no sobreprotegerte tanto. —le dijo su padre con una sonrisa.—Gracias papá, yo estoy muy feliz por este maravilloso regalo, de verdad muchísimas gracias. Gracias por confiar en mí y, gracias por estar dispuesto a darme más libertad. Yo sé que para ti no es tan fácil aceptar que ya soy una mujer adulta, pero yo siempre seré tu princesa. —le dijo ella y lo abrazó con ternura.—Por supuesto q
—Estás muy preguntona hoy. —Le dio un beso para distraerla, pero no lo consiguió por mucho tiempo.—Lo siento, pero si voy a estar contigo, aunque sea a escondidas, tengo que saber cosas sobre ti—¿Por qué? —Su tono no fue muy amable.—Porque... porque salgo contigo, y me importas. —En su gesto había total sinceridad, y Kyong quiso desesperadamente creerle. Se entregó sin querer a ese momento, a esos ojos tan bellos y traviesos que le decían que él le importaba, su forma tierna de acariciarle el rostro, una simple caricia, de simple afecto, impulsiva, espontánea, no en un intento para seducirlo, pero no, no debía desviarse de su objetivo. Esa niña sólo sentía por él un capricho pasajero, y él, no iba a tenerle compasión.—No sé ni las cosas elementales que debería saber de ti, no sé dónde vives, qué haces; y nunca me hablas sobre tu familia. En resumen, yo no sé nada sobre ti.—¿Y no te hago ni un poquito feliz? —él le dio una sonrisa.—Es por eso que quiero saber todo sobre ti, porqu
—¿Quién es Jiyeon? —La voz de Kyong se escuchó muy seria.—Él es... —Sun-Ji seguía mirándolo indecisa sobre si debía contestar.—¡Te pregunté quién es! —Gritó más fuerte, haciendo que ella casi cayera en el lago, porque estaban a la orilla.—Es... es un amigo de la infancia. —le dijo ella completamente aterrada.—¿Un amigo? —Su tono fue suave, pero nada convencido.—Sí, es un amigo.—¡Mírame a los ojos! —Ella lo miró temblando de miedo.— Júrame que es sólo un amigo.—Juwon, Jiyeon es un amigo de la infancia, en algún momento quiso tener una relación conmigo, pero, ahora está viviendo en Londres.—Así que es un amigo que está interesado en ti, de forma romántica el cual vive en Londres, pero se acordó de tu cumpleaños... ¡Qué romántico! Y resulta que mañana lo irás a buscar en el aeropuerto para que cenen juntos. —Dijo él con ironía y, con una sonrisa apretada que daba terror.—Como escuchaste, tenía meses que no me llamaba. Desde hacía mucho no sabía de él y, me emocionó su llamada po
La deseaba a rabiar, era demasiado el deseo el que sentía por ella. Mientras más decía o sentía odiarla, más quería tenerla para él, por alguna razón, quería poseerla en todos los sentidos, ¡Y cuanto antes ocurriera mejor!Pero había algo que lo alentaba a continuar. Eran las ganas no expresadas de Sun-Ji por ser poseída. Él se esforzaba por asustarla, quería que le temiera, porque disfrutaba su temor, pero a pesar del miedo, ella tenía una tenacidad inquebrantable, era una virtud que él admiraba en los negociantes, aunque la odiaba en los Kim, pero en ella la amaba, amaba que tuviera esa virtud porque de no tenerla, desde hacía mucho ella hubiese salido de su vida. En un semáforo en rojo, él la miró con un rostro lleno de arrepentimiento, y cuando ya pudo conducir se estacionó en un lugar lejano y le dijo:—¿Todavía estás muy enfadada conmigo? Yo no quiero que tú y yo empecemos esta nueva etapa de nuestra relación, peleándonos y discutiendo.—¿Y tú crees que yo sí quiero eso para nos
—¿Y quieres perder la virginidad conmigo? —Se señaló a sí mismo.—Yo te he conocido y me has gustado siendo virgen, ¿Qué quieres que haga? —Alzó los brazos, sin más explicación.—¿Por qué me has elegido a mí para que sea tu primera vez? —Tomó suave su mentón y la miró a los ojos. Lo que ansiaba era que ella le diera una buena razón, para arrepentirse y dejarla fuera de sus verdaderas intenciones.—No es que te haya escogido para que me desvirgues y ya, es que... creo que me enamoré de ti, y desde que lo descubrí, solo he estado soñando con el momento, de ser completamente tuya. —le respondió ella.—<<¿Cree que se enamoró de mí? Él no creía en esos sentimientos. Y lo que ella sentía, no era más que un capricho del momento. Una niña curiosa que quería experimentar, cómo sería perder su virginidad con un hombre mayor. Entonces, ¿Él era su conejillo de Indias? No, no iba a ser utilizado por ninguna otra mujer, fuera de la manera que fuera, y mucho menos, por una niña boba como Sun-Ji, que
Kyong corrió a la sala de emergencias, y le dijo a la enfermera que estaba en la recepción:—Buenas tardes, por favor estoy buscando a la señorita Kim Sun-Ji, ¿Me podría dar información sobre su estado de salud? Ella acaba de ser ingresada a urgencias, porque estaba completamente inconsciente.—Espere un momento y verifico el nombre de la paciente. —la enfermera le dijo, y empezó a chequear los datos en la computadora, luego lo miró y le preguntó: —¿Usted es algún familiar de la paciente?—No, no lo soy, yo soy un amigo de ella, pero yo vi cuando cayó al suelo inconsciente, y necesito saber cómo se encuentra.—Espere que un momento, llamaré a uno de los doctores, para que este pueda darle más información al respecto. —y la enfermera salió en búsqueda del médico. Al cabo de unos minutos, el doctor que estaba de guardia llegó hacia donde estaba él y le dijo:—Buenas tardes, mi nombre es Jin Jungkook, y soy el médico tratante general de la señorita Sun-Ji, y la enfermera me dijo que alg
—Juwon yo… no sé qué decirte. —le dijo ella de forma entrecortada, al finalizar el beso de ambos.—No digas nada, no es necesario. Yo sé que te lastimé mucho, que en algunos momentos no sé controlar mis emociones y, que debo respetarte de forma completa, eso lo sé muy bien, pero te pido que no me alejes de ti. —le dijo él desesperado.—No sé si estar cerca nos conviene a los dos, y no me malinterpretes, escucharte decir que me amas de esta manera tan intensa, le dio vida a mi corazón, pero yo no sé si sea lo más conveniente que tú y yo continuemos con esta relación, o por el contrario, que mejor aceptemos que lo nuestro fue un error desde el principio.—No digas eso mi vida, por favor. Mi Princesa, tú no puedes pensar que no es conveniente que estemos juntos, porque gracias a ti, yo he vuelto a tener vida, una vida que me pertenece a mí y que hoy sé, que quiero compartir a tu lado para siempre.—¿Eso qué quiere decir?—Que si por mí fuera, yo le dijera a un abogado o a un juez, para q
—¡Papá! Yo puedo explicártelo todo… yo… quiero decir… —dijo la chica asustada.—Tranquila mi Princesa, tú no te alteres por favor, pero necesito una explicación y la quiero ya. Sin embargo, lo más importante ahora es que tú estés tranquila, porque el doctor me dijo que no puedes alterarte ni un poco, ya que eso empeora tu estado. Así que tú no te alteres por nada.—Sun-Ji, tu papá tiene razón, tú no puedes alterarte ni un poco, recuerda lo que dijo el médico, por lo que las explicaciones se las daré yo, y tú, no tienes que preocuparte por nada, ya que todo estará bien. Señor Kim, yo soy el novio de su hija, y quiero pedirle formalmente su consentimiento para ser su novio oficial, y en un futuro cercano, me gustaría pedirle su permiso para que me permitiera ser su prometido y futuro esposo, ya que mis intenciones con ella son absolutamente honorables. —le dijo Kyong con voz firme, sorprendiendo tanto a Sun-Ji como a su padre.—¿Usted me está pidiendo el consentimiento para ser el novio