Ella frunció los labios negándose rotundamente. “Lo siento, pero yo no trabajo en giras, ni me gusta la televisión”. La frente de Omar se arrugó refutando las palabras de Lili. “Pero eres muy buena, serias muy famosa”. Trató de convencerla. Ella sonreía cálidamente. “Tengo otras prioridades y me gusta ayudar a papá con el restaurante”. Omar contempló el rostro de la mujer con una gran sonrisa. “Supe que exoneraron a tu padre de los cargos, ahora son libres pueden volver”. Ella recordó un poco de su pasado. “Si, papá ahora es un hombre libre, pero ya tenemos una vida hecha aquí, no deseo volver… no hay nada para mí en esa ciudad". Omar observó su rostro, como se formaba un tinte de tristeza y melancolía al hablar, cambió la conversación comprensivamente y él ya no preguntó más. Hablaron durante un rato hasta que tocaron la puerta de Lili. "Pase". Se abrió la puerta y Bruno entró. "Mamá". Detrás caminaba la pequeña Clara y al ver al hombre extraño se detuvo escondiéndose detrás d
Lili caminó hasta su habitación, se dio una larga ducha y mientras se secaba el cabello recordó de nuevo a Roger, ella cerró sus ojos y aparecieron imágenes de él sonriéndole, jugando con ella, charlando y al final esa última noche juntos. Suspiró largo y cansado, habían pasado ya muchos años y ella seguía igual de enamorada como el primer día. Por la mañana Lili ayudó a Clara a vestirse, le puso un bello vestido rosa de princesa y peinó su cabello en un moño alto con un listón del mismo color, Bruno era muy independiente, pero le gustaba pasar tiempo con ellas, se peinaba en el espejo mirando a su madre y su hermana como conversaban y platicaban. “Estoy listo, iré a pedir verduras”. Lili estuvo de acuerdo y siguió peinando a su hija, exclamó feliz. “¡Te ves hermosa!”. Clara asintió bajando su cabecita con pena, Bruno salió de la hacienda, era muy grande y antigua, cuando llegaron a la isla, estaba abandonada, el padre de Lili la compró a un precio muy bajo, con el tiempo ellos fuer
Omar respiró hondo y le comentó. “Él te ha estado buscando todos estos años”. Quería ver su reacción. Lili sonrió. “No se para que, se nota que es muy feliz con su prometida”. Ella acomodo su cabello. “Es pasado y a pesar de que lo sigo amando como cuando éramos chicos, solo son recuerdos”. Las palabras de Omar se quedaron en su boca queriendo explicarle algunas cosas que pasaron con Roger, pero en ese momento se convirtió en un hombre egoísta y se quedó callado. Siguieron caminando por la playa por un rato más. Más tarde Omar y Lili salieron de la casa, lo acompañó a su coche, antes de abrir su auto Omar se detuvo tomando la mano de Lili besando el dorso. “Me divertí mucho, gracias por invitarme”. Lili apretó su mano regalándole una gran sonrisa. “Gracias a ti, es bueno que nos hayamos encontrado de nuevo, puedes venir a quedarte”. Omar sonrió por unos momentos y de forma pícara le dijo. “Volveré a la ciudad mañana, pero prometo volver en unos días, tenía pensado tomarme unas vac
Roger salió de la oficina después de un arduo día de trabajo, llegó a la mansión, al entrar su madrastra ya lo esperaba. “¡Roger!” El no se detuvo, la ignoró caminando hacia las escaleras. “¡Roger!”. Se escuchó la voz chillona y lamentable. La pensión que se les daba no costeaba todos sus gastos y tenía que rogarle a Roger que ayudará a su hijo en los negocios. Desde que perdió las acciones, vivían de forma precaria. Al fin se paró en el primer escalón y se giró para ver a la mujer. “¿Qué quieres?”. Le dijo fastidiado. La mujer se acercó apretando los puños y tragándose su orgullo. “José necesita dinero para hacer unos negocios”. Roger se burló acariciando sus labios. “¿De nuevo?”. La mujer asintió. “Él y Bianca necesitan dinero”. Roger la contempló por unos momentos, hace algunos años, su padre había decidido dejarle todo a su hermanastro, Roger no quería problemas y se alejó mucho más, Bianca empezó a salir con José por orden de sus padres, lo que les interesaba era que quedar
Días después… Lili terminaba de sembrar algunas verduras junto a sus hijos cuando llegó la ama de llaves. “Señora, tiene una visita”. Lili se levantó limpiando sus manos, mirando el sendero de tierra que conducía a la siembra, Omar caminaba hacia ellos con una gran sonrisa. Bruno y Clara también se levantaron para recibirlo. Omar al llegar abrazó a Lili. “Hola”. Beso su mejilla mientras ella le regalaba una gran sonrisa. “¡Oye! volviste rápido”. Omar afirmó nervioso. “Si, te extrañaba”. Lili se palmeó el pecho. “¡Qué lindo!”. Bruno se acercó. “Hola”. Clara estaba detrás de su madre mirándolo fijamente. Omar saludo a Bruno. “Hola… ¿Qué hacen?”. Los examinó estaban llenos de tierra y llevaban sombreros que los cubrían del sol. Lili le mostró. “Estamos plantando algunas verduras”. Omar se arremango la camisa. “¿Puedo ayudarlos?”. Los tres se miraron entre sí, Lili le advirtió. “Te ensuciaras…” Omar la tranquilizó. “Está bien, tengo ropa en el auto”. Lili ladeó un poco su cab
Omar y Bruno hicieron un buen equipo, la gente los grababa y estaban muy atentos, Alondra palmeó el hombro de Lili. “Está todo bajo control con ellos, ve a descansar”. Lili convino y se retiró al camerino a descansar por un rato. Omar y Bruno terminaron después de media hora, al bajar Omar busco a Lili entre la gente, Alondra se acercó. “¿Buscas a Lili?”. El se rascó el cuello nervioso. “si ¿Es tan obvio?”. Alondra se burló de él. “Lo es… ella fue a descansar al camerino”. Le entregó una bandeja con un vaso de agua y unas frutas. “Puedes llevarle esto”. Omar tomó la bandeja y se fue tras bambalinas, Bruno buscaba a Lili. “¿Dónde está mamá?”. Alondra miro al chico dudando de decirle. Clara se acercó a su hermano y con ojos muy grandes le dio una mirada inquieta a la mujer. Alondra hizo lo posible por no ver esa carita suplicante. “Su mamá está descansando, vendrá más tarde”. Bruno estaba preocupado. “¿En el camerino? Voy para allá”. Alondra los detuvo. “¡No!”. Ellos se asustar
La mujer no quería seguir hablando con Pilar. Levantó su vista y de forma cariñosa le dijo. “Cariño, papá te está buscando para presentarte algunos socios”. Gonzalo asintió y miró a Pilar una última vez. “Adiós Pilar, cuídate”. Pilar solo se quedó en silencio mirándolos alejarse, suspiró dejando el rico pastel en la mesa ya sin ganas de comerlo, tomó una copa y robo la botella del camarero saliendo del lugar. Pilar volvió en sí, Roger acarició su hombro, ella le regaló una tímida mirada, estaba borracha, se abrazó a Roger haciendo un puchero. “Estaba con su esposa… se veían… Felices”. Se río tristemente. “Él pudo seguir con su vida, ¿Porque yo no puedo olvidarlo?”. Roger la apretó más, recordó el día que se conocieron una noche en el bar… Roger entró al lugar pidió varias botellas y bebería hasta cansarse, no tenía ni una pista de Lili, se estaba desesperando, a un lado de él en la barra, una chica lloraba apretando con su mano un vaso de bebida. “¡Soy una estúpida!”. Se repetía a
Roger le explicó. “El señor Gallardo, me pidió algunos artistas para un evento, quiero tenerlo todo listo”. Ella se fue a la cocina buscando un vaso con jugo. Roger terminó y leyó el correo con los datos de donde sería el evento, recordó la invitación del hombre. “Pilar” “Si”. Ella contestó mientras guardaba el bote de jugo en el refrigerador. “¿Te gustaría acompañarme a un viaje?”. Levantó la vista de la laptop para preguntarle a la mujer. Ella intrigada salió de la cocina. “¿Un viaje? ¿A dónde?”. Tomó un sorbo de su jugo. “Es en la Isla Malvinas, mi amigo Omar está ahí vacacionando, surgió esta invitación y quisiera ir a verlo”. Roger seguía intrigado del porque su amigo no volvía a la ciudad a trabajar. ¿Qué había ahí para que Omar no volviera? Le daba mucha curiosidad conocer a la mujer que tenía a Omar desaparecido. Pilar lo pensó por algunos momentos. “Sería pedir un permiso en el trabajo”. Ella lo dijo coqueta y guiño un ojo. Roger bufó. “Soy tu jefe puedo darte algunos