Omar respiró hondo y le comentó. “Él te ha estado buscando todos estos años”. Quería ver su reacción. Lili sonrió. “No se para que, se nota que es muy feliz con su prometida”. Ella acomodo su cabello. “Es pasado y a pesar de que lo sigo amando como cuando éramos chicos, solo son recuerdos”. Las palabras de Omar se quedaron en su boca queriendo explicarle algunas cosas que pasaron con Roger, pero en ese momento se convirtió en un hombre egoísta y se quedó callado. Siguieron caminando por la playa por un rato más. Más tarde Omar y Lili salieron de la casa, lo acompañó a su coche, antes de abrir su auto Omar se detuvo tomando la mano de Lili besando el dorso. “Me divertí mucho, gracias por invitarme”. Lili apretó su mano regalándole una gran sonrisa. “Gracias a ti, es bueno que nos hayamos encontrado de nuevo, puedes venir a quedarte”. Omar sonrió por unos momentos y de forma pícara le dijo. “Volveré a la ciudad mañana, pero prometo volver en unos días, tenía pensado tomarme unas vac
Roger salió de la oficina después de un arduo día de trabajo, llegó a la mansión, al entrar su madrastra ya lo esperaba. “¡Roger!” El no se detuvo, la ignoró caminando hacia las escaleras. “¡Roger!”. Se escuchó la voz chillona y lamentable. La pensión que se les daba no costeaba todos sus gastos y tenía que rogarle a Roger que ayudará a su hijo en los negocios. Desde que perdió las acciones, vivían de forma precaria. Al fin se paró en el primer escalón y se giró para ver a la mujer. “¿Qué quieres?”. Le dijo fastidiado. La mujer se acercó apretando los puños y tragándose su orgullo. “José necesita dinero para hacer unos negocios”. Roger se burló acariciando sus labios. “¿De nuevo?”. La mujer asintió. “Él y Bianca necesitan dinero”. Roger la contempló por unos momentos, hace algunos años, su padre había decidido dejarle todo a su hermanastro, Roger no quería problemas y se alejó mucho más, Bianca empezó a salir con José por orden de sus padres, lo que les interesaba era que quedar
Días después… Lili terminaba de sembrar algunas verduras junto a sus hijos cuando llegó la ama de llaves. “Señora, tiene una visita”. Lili se levantó limpiando sus manos, mirando el sendero de tierra que conducía a la siembra, Omar caminaba hacia ellos con una gran sonrisa. Bruno y Clara también se levantaron para recibirlo. Omar al llegar abrazó a Lili. “Hola”. Beso su mejilla mientras ella le regalaba una gran sonrisa. “¡Oye! volviste rápido”. Omar afirmó nervioso. “Si, te extrañaba”. Lili se palmeó el pecho. “¡Qué lindo!”. Bruno se acercó. “Hola”. Clara estaba detrás de su madre mirándolo fijamente. Omar saludo a Bruno. “Hola… ¿Qué hacen?”. Los examinó estaban llenos de tierra y llevaban sombreros que los cubrían del sol. Lili le mostró. “Estamos plantando algunas verduras”. Omar se arremango la camisa. “¿Puedo ayudarlos?”. Los tres se miraron entre sí, Lili le advirtió. “Te ensuciaras…” Omar la tranquilizó. “Está bien, tengo ropa en el auto”. Lili ladeó un poco su cab
Omar y Bruno hicieron un buen equipo, la gente los grababa y estaban muy atentos, Alondra palmeó el hombro de Lili. “Está todo bajo control con ellos, ve a descansar”. Lili convino y se retiró al camerino a descansar por un rato. Omar y Bruno terminaron después de media hora, al bajar Omar busco a Lili entre la gente, Alondra se acercó. “¿Buscas a Lili?”. El se rascó el cuello nervioso. “si ¿Es tan obvio?”. Alondra se burló de él. “Lo es… ella fue a descansar al camerino”. Le entregó una bandeja con un vaso de agua y unas frutas. “Puedes llevarle esto”. Omar tomó la bandeja y se fue tras bambalinas, Bruno buscaba a Lili. “¿Dónde está mamá?”. Alondra miro al chico dudando de decirle. Clara se acercó a su hermano y con ojos muy grandes le dio una mirada inquieta a la mujer. Alondra hizo lo posible por no ver esa carita suplicante. “Su mamá está descansando, vendrá más tarde”. Bruno estaba preocupado. “¿En el camerino? Voy para allá”. Alondra los detuvo. “¡No!”. Ellos se asustar
La mujer no quería seguir hablando con Pilar. Levantó su vista y de forma cariñosa le dijo. “Cariño, papá te está buscando para presentarte algunos socios”. Gonzalo asintió y miró a Pilar una última vez. “Adiós Pilar, cuídate”. Pilar solo se quedó en silencio mirándolos alejarse, suspiró dejando el rico pastel en la mesa ya sin ganas de comerlo, tomó una copa y robo la botella del camarero saliendo del lugar. Pilar volvió en sí, Roger acarició su hombro, ella le regaló una tímida mirada, estaba borracha, se abrazó a Roger haciendo un puchero. “Estaba con su esposa… se veían… Felices”. Se río tristemente. “Él pudo seguir con su vida, ¿Porque yo no puedo olvidarlo?”. Roger la apretó más, recordó el día que se conocieron una noche en el bar… Roger entró al lugar pidió varias botellas y bebería hasta cansarse, no tenía ni una pista de Lili, se estaba desesperando, a un lado de él en la barra, una chica lloraba apretando con su mano un vaso de bebida. “¡Soy una estúpida!”. Se repetía a
Roger le explicó. “El señor Gallardo, me pidió algunos artistas para un evento, quiero tenerlo todo listo”. Ella se fue a la cocina buscando un vaso con jugo. Roger terminó y leyó el correo con los datos de donde sería el evento, recordó la invitación del hombre. “Pilar” “Si”. Ella contestó mientras guardaba el bote de jugo en el refrigerador. “¿Te gustaría acompañarme a un viaje?”. Levantó la vista de la laptop para preguntarle a la mujer. Ella intrigada salió de la cocina. “¿Un viaje? ¿A dónde?”. Tomó un sorbo de su jugo. “Es en la Isla Malvinas, mi amigo Omar está ahí vacacionando, surgió esta invitación y quisiera ir a verlo”. Roger seguía intrigado del porque su amigo no volvía a la ciudad a trabajar. ¿Qué había ahí para que Omar no volviera? Le daba mucha curiosidad conocer a la mujer que tenía a Omar desaparecido. Pilar lo pensó por algunos momentos. “Sería pedir un permiso en el trabajo”. Ella lo dijo coqueta y guiño un ojo. Roger bufó. “Soy tu jefe puedo darte algunos
Al llegar a la orilla, Omar ayudó a todos a bajar del barco, llevaban pocas cosas y las maletas eran ligeras, se quedarían solo unos días. Subieron al auto de Omar y condujeron por la carretera hasta llegar a la gran ciudad, Lili sentía nostalgia de volver después de tantos años. “Ha cambiado tanto aquí”. Omar estuvo de acuerdo. “La mayoría de los negocios han prosperado, algunas fachadas son distintas pero los lugares emblemáticos siguen ahí”. “Hay que buscar un hotel”. Lili sacó su teléfono para buscar algún lugar. Omar negó tomando la mano de Lili. “Nos quedaremos en mi casa”. Todos se giraron a mirarlo. Lili estaba nerviosa. “No queremos molestarte, somos muchos”. Omar acarició su mejilla. “No lo hacen, además me han dado hospedaje por tanto tiempo, ahora me toca a mí”. Bruno asintió hacia su mamá, Clara también concedió. Lili al ver que todos estaban de acuerdo aceptó. “Está bien”. Omar condujo por la ciudad hasta llegar a una zona de casas muy elegantes, bajaron del tax
Omar agradeció. “Me parece bien, te dejo que me están esperando”. “¿Están aquí?”. Roger quería saber más sobre la mujer y sus hijos. “Si, vinieron a la ciudad a algunos asuntos, nos iremos en un par de días”. Omar fue cortante con sus palabras. Roger se levantó de su lugar. “Me gustaría conocerla, organicemos una cena”. Omar se detuvo y apretó la perilla de la puerta. “No es el momento todavía, dame más tiempo y la conocerás”. Omar empezaba a salir con Lili no quería que Roger estropeara todo, haría hasta lo imposible por enamorarla. Roger no dijo nada más y dejó que se fuera, Pilar entró con unos papeles. “¿Se va?”. Roger afirmó y se sentó en el escritorio recargando su mejilla en su mano pensativo. Pilar camino hasta él. “Te fijaste que está muy feliz, sonríe más no es el típico ogro de siempre”. Roger se rio. “Si, lo noté”. Pilar se sentó en la silla frente a él. “La mujer debe ser muy hermosa para que él esté así”. Roger pensativo le dijo. “Es madre soltera”. Pilar se so