La orden del Hades, era algo que no se discutía, tenían que ser seguidas al pie de la letra, además de que el mafioso tenía muy poca paciencia, aquel que lo desobedeciera le iba bastante mal, por lo menos unos dias de tortura física si se llevabaDylan no estaba dispuesta a rendirse, por lo general nunca le llevaba la contra a su jefe, pero ya no quería estar más tiempo en cama, eso era una perdida de tiempo para ella— ¡Nathaniel, quiero reintegrarme a mis labores, seré cuidadosa, no me voy a extralimitar, no puedo seguir en la cama sin hacer nada, además, tú todavía estás en convalecencia no has sido dado de alta por el médico y ya estás trabajando desde ayer, quiero el mismo trato para mí!— ¿Acaso estás cuestionando una orden mía a los gritos, Dylan? el apuesto mafioso enarcó una de sus perfectas cejas— No, yo... ¡ya me conoces, sabes que no me se quedar quieta, me siento inútil, quiero interrogar a los rusos, armar la estrategia por si Borjad nos ataca, además, no soy tan débil
Aunque al mano derecha ruso ya le había tocado ver al Hades, antes, no dejaba de impresionarle su imponente presencia, su aura era aterradora, podía decir sin temor a equivocarse que estaba frente a uno de los hombres más despiadados que había llegado a conocer— Creo que llegamos justo a la hora del comienzo de la fiesta — dos hombres vestidos de traje hechos a medida, uno gris a cuadros y el otro en azul a cuadros, ambos llevaban finos lentes aumados que cubrían su peculiar y hermosa mirada— Están aquí, yo también acabo de llegar, prácticamente huí de la mansión— Seguro que tú esposa quiere atarte a la cama, pero no sabe lo aguerrido que puedes llegar a ser— Pensé que solo hablaríamos con él Hades, ¿ustedes quienes son? ¿por qué han venido aquí, hoy? ¿acaso van a irrespetar el trato? — Lenin preguntaba, el ruso tenía valor, no sabía a quienes eran los que tenía frente a él — Bueno, nosotros somos los Boss de la mafia americana — los peligrosos hermanos se quitaron los lentes, de
Los dos mafiosos rusos no salían de su asombro, creían que el Hades tenía un matrimonio falso pero lo estaban viendo furioso, defendiendo a su esposa— No lo entiendo, usted no ama a esa mujer, la tiene a su lado solamente porque es la madre de sus hijos, ¿por qué no la deja ir con Borjad? él la hará felíz y la tratará bien— ¿Y quién dijo que yo no la trato bien? ¿alguna vez alguien me escuchó decir que no amo a mi esposa?— No, nunca te hemos escuchado decir tal cosa, solo hemos visto tus acciones y esas hablan por si solas, tú realmente la amas, ¿cierto? — Nathan, preguntaba al Hades— Por supuesto que sí, y ella a mí también, la puedo sentir cuando la hago mía, lo que comenzó como un matrimonio falso, se fué convirtiendo en uno verdadero, ahora tengo una familia, una esposa e hijos, y no me los voy a dejar quitar— Entonces Borjad.... está equivocado, la señora Diamantis, si está enamorada de usted, eso cambia las cosas, él no tiene oportunidad alguna para conquistarla y llevarla
El mafioso se carcajeaba frente a la aterrada Romina, ella creía que venía a quitarle la vida, todo lo contrario que pretendía hacer, él quería llevársela y hacerla su reina roja— ¿Vienes a matarme? pero... yo no te he hecho nada malo, ¿por qué te ensañas conmigo? ¿por qué te ensañas con mi familia? jamás te di una sola señal para que pensarás que yo iba a corresponderte, estás equivocado al pensar que tú y yo tenemos una posibilidad— Lo tuyo con él Hades es falso, él solo te tiene aquí solo por qué eres la madre de sus hijos, pero realmente no te ama, ¿por qué no lo ves? yo puedo hacerte feliz, que tengas un amor real, solo tienes que venir conmigo a Rusia, puedes comenzar una nueva vida — No, las cosas no son así, quizás... quizás Nathaniel, no me ama, pero yo sí lo amo, me he enamorado del padre de mis hijos sin saber cómo o cuando, no me iré, aquí soy felíz, por favor vete a tu país, si se dan cuanta de que estás aquí, van a matarte — ¡Eso no me importa, quiero que vengas conm
Todo era un caos en la mente de Romina, tenía un arma apuntando en su sien, sus hijos angustiados llorando, ese mafioso ruso queriendo llevársela con él a pesar de haberle dicho que no tiene oportunidad con ella, y ahora su esposo diciendo que le mostrará quien es realmente, ella estaba a punto del colapsoNathaniel pudo ver en la mirada de su mujer, confusión, miedo, terror, pero el momento había llegado, ya no podía ocultarselo más— Borjad, suelta a mi esposa, te lo advierto, debiste tomar la única oportunidad que iba a darte para largarte a Rusia y salvar tu miserable vida, eso fue lo que tú mano derecha negoció conmigo, que te dejará vivir e irte, pero en lugar de eso estás aquí amenazando con una pistola a mi mujer, como comprenderás las cosas han cambiado, no vas a vivir para contarlo— Deberías pensar mejor tus palabras, el que tiene la vida de Romina, en sus manos, soy yo, además, no te tengo miedo, puedo combatir contigo sin ningún problema, veremos quién mata a quién, ahora
Las palabras de su esposo, retumbaban en la cabeza de la bella mujer, por supuesto que había escuchado hablar de ese líder de la mafia griega, un hombre extremadamente cruel, un ser despiadado, que asesinaba a sangre fría a sus enemigos, carente de amor — ¡¿Qué... qué dijiste?! no, eso no puede ser cierto...— Eres demasiado ingenua, amore, has estado casada y tienes a los hijos del Hades de la mafia griega, un mafioso frío y cruel, Pero que se ha enamorado de ti como un loco, y que adora a nuestros hijos— Nathaniel, ¿cómo pudiste ocultarme algo como esto? ¡no sabes cuántas noches pasé sin poder dormir pensando que un mafioso vendría por nosotros, me daba terror que te matara, que no pudieras defenderte de él, si no fuera por la presencia de los gemelos Castrioli, me habría vuelto loca! — Lo siento, no se había dado el momento para decírtelo, como comprenderás no ando por ahí gritando a los cuatro vientos quien soy— ¡Pero yo no soy cualquier persona, soy tu esposa, debiste decirme
El Hades, hacía tiempo ya que se sentía como el hombre más afortunado del mundo, cada vez que le hacía el amor a su esposa y ella le correspondía, enterrarse en ella y hacerla gemir su nombre, era por mucho la felicidad más grande que había sentido en su mafiosa vidaSolo se le compraba al amor que sentía por sus mellizos, desde el primer día que Darriel llegó a su vida, lo quiso con toda su alma, era una gota de agua de su impetuoso mar, él mismo lo cuidó y estuvo al pendiente de todas las necesidades de su hijo, fue así que se dió cuenta que algo andaba mal con su supuesta madre, ella lo rechazaba, no queria cargarlo siquiera, nunca le dió una dicha, le molestaba escucharlo llorar, mientras que a él le preocupaba el llanto de su bebé, se imaginaba que le dolia algo, o que estaba enfermoHabría deseado tener en aquellos tiempos a Romina a su lado como ahora, podía compartir con ella la crianza de sus hijos, ya no se sentía en soledad como antes, su esposa podía calmar sus preocupacion
El Hades por fin se deshizo del molesto ruso que le habia causado tantos problemas, ahh... si no fuera por qué dió su palabra de no matarlo, a estas horas ya lo estarían velandoEntonces el esposo, buscando con la mirada a su mujer, la encontró en los brazos de uno de los gemelos Castrioli, su mirada se oscureció— ¿Otra vez tú, Nathaniel Castrioli? el Hades lo miraba mal — Ella se desmayó, ¿qué quieres que haga? ¿quieres que la dejé golpearse en el piso? — Hmmm... llevemosla adentro, todo esto ha sido demasiado para ella, ese imbécil estuvo a punto de llevársela Te vamos a dar espacio para que estés con tu familia, nosotros regresaremos a los Estados Unidos por nuestros hijos, el peligro ha pasado y nuestros padres ya deben estar superadosMientras tanto en la mansión Castrioli, los dos primos hacían de las suyas, se le había ocurrido jugar a qué conducían y los coches de edición limitada de su abuelo, fueron idealesNathanael, se encontraba en el despacho, el Boss revisaba unos d