Romina fue tomada por el herido Nathaniel, la pelea con Borjad lo había dejado golpeado de diferentes partes del cuerpo, en su mirada había preocupación, quizás para ella haber estado bajo la amenaza del ruso, le habia afectado muy profundamente — ¡Romina, cariño, despierta... tenemos que llevarte al hospital! — el hombre se desconecto del mundo, solo podía ver a su esposa y ella estaba casi transparente, corrió con su mujer al coche, no se esperó a que viniera Charles, su chófer de confianza, acomodó a Romina en el asiento del copiloto y rodeó por enfrente para subirse él y salir a toda velocidad En el camino se tuvo que detener en un semáforo en rojo— ¡Maldición, ese maldito semáforo me está retrasando!— Papá, no debes maldecir, los mellizos estamos presentes — la vocecita de Daniela le llegó a su padre desde la parte de atrás, el hombre con la preocupación que llevaba, no se dió cuenta de que sus hijos habían subido al auto— ¡Carajo, Daniela! ¿qué hacen ustedes aquí? ¿en qué m
El mafioso se quedó sin palabras por un momento, no es como si no existiera la posibilidad de un embarazo, había estado haciendole el amor a su esposa con mucha frecuencia, era solo que... era una verdadera sorpresa— ¿Embarazada? a ver dame acá esas hojas — El hombre leyó con avidez cada palabra, ahí estaba escrito embarazo positivo, sería padre nuevamente, pero ahora lo sería con su esposa, el bebé nacería dentro del matrimonio y los tendría cerca de él — Felicidades, jefe, estaré por aquí cerca mientras su esposa vuelve en si, ella está bien, puede estar tranquiloEl médico fue a acomodar los expedientes, mientras que el Hades observaba a su mujer, Romina fue volviendo en si, ella preguntaba que le había pasado — Nathaniel, ¿qué hacemos aquí? — Te desmayaste, ¿no lo recuerdas? — No, no lo recuerdo, me quiero ir a casa, ¿dónde están los niños? — Romina se quiso levantar rápidamente, pero eso la hizo marearse — Espera, no te levantes todavía, debes dejar que tú cuerpo se recuper
Un silencio sepulcral es el que reinaba en el coche,los mellizos iban extrañamente callados, Nathaniel, conducía mirándolos de reojo de vez en vez, Romina dormitaba en el asiento del copiloto La familia se acercaba cada vez más a la mansión Diamantis, para el mafioso no pasaba desapercibida la actitud de los niños, quizás no estaban contentos con la noticia de que venía un bebé en camino Apenas el padre detuvo el coche, Darriel se bajó y habló — !Me niego, no quiero que mamá tenga otro bebé, apenas la acabo de recuperar, no la voy a compartir con otro niño, regresalo, papá, diles que por el momento no estamos interesados en que nos visite la cigüeña!— Yo... yo digo lo mismo que Darriel, si tienen otro hijo ya no vamos a ser los consentidos de mamá y papá, no quiero otro hermanito que me robe el cariño de papá Los niños corrieron a sus habitaciones, no habían tomado bien la noticia, el Hades se quedó de pie mirándolos, esos dos diablillos lo iban a escuchar — Nathaniel...El llam
Los mafiosos estaban a punto de liarse a golpes, era más bien Ray, el que estaba molesto por qué el ruso había según él cruzado la raya, pues tenía experiencia y sabía que hacerLos demás guardaespaldas estaban en silencio, solo observaban muy de cerca la discusión — ¿Qué carajos sucede aquí? ¿por qué parecen niños de secundaria peleando a la hora de salida? ¡hasta público tienen, que falta de respeto para la casa de nuestro jefe! ¿acaso quieren que el Hades, los mandé al calabozo si se entera de esto? Ray, tú sabes muy bien que con el jefe no se juega, ¿por qué le estás buscando?— ¡Es este ruso que me saca de mis casillas, está insinuando que no sé lo que hago, y eso no se lo voy a permitir, él está bajo mi cargo! dile que yo soy su jefe inmediato para que le quede claro— ¿Me estás acusando con la jefa como si fuera la maestra? yo solo te sugerí usar a uno de los hombres en otro punto donde iba a rendir más, Alejó es bueno para él combate, si nos atacan puede ser de más utilidad a
El mafioso ruso volvió a pasar por donde seguían los mellizos sentados, fué hasta su coche a sacar su recetario, prescribió unos fuertes antibióticos en inyecciones y otros en cápsulas, también algo para dolor, fue hasta uno de los guardaespaldas y le ordenó que lo comprara en la farmacia, sacó unos cuantos dólares de cien, se los dió y volvió a su puesto, debía despistar a RayYa no le quedaba duda, ese mafioso griego, estaba enamorado de su pelirroja, pero el la habia hecho su mujer, ella era suya, pelearía por ella con quién fuera necesario por tenerla a su ladoUna vez que tuvo las medicinas en sus manos, subió de nuevo a la habitación de la mafiosa, ella estaba viendo una serie de televisión, pero la molestia ya era muy notoria, le estaba comenzando a dar fiebre— ¿Por qué tardaste tanto? me estoy sintiendo más mal cada vez, creo que tengo fiebre— Claro que la tienes, no te has cuidado como es debido desde que te operaron, pero con la salud no se juega, si no he estado yo aquí,
En ese momento un juego de miradas asesinas se llevaba a cabo en el jardín, un mafioso muy celoso de la mujer que le gustaba y que había cuidado durante su convalecencia después de la cirugía y otro mafioso que estaba muy celoso de la que consideraba su mujer, pero el problema es que no estaban en iguales condiciones Ray, era uno de los hombres de confianza del Hades y su mano derecha, y Lenin, un recién llegado al que consideraban un traidor — ¡Por supuesto que no, no vas a acercarte a Dylan, llamaremos al médico de siempre para que la atienda, aquí tu trabajo es otro, ve al punto dos y quédate ahí vigilando! — Ray, le cortó las alas al ruso de un solo tajoLenin, no tuvo más remedio que cruzar el enorme jardín para ir a dónde lo había enviado su jefe inmediato, esto iba a ser bastante difícil En los estados unidos, los abuelos, Nathanael Castrioli y Lucien Black, llevaban a sus nietos de vuelta al aeropuerto, habían pasado unos días llenos de travesuras, los pequeños eran inaguan
Ahí estaban el mafioso griego y el mafioso ruso, furiosos y a punto de liarse a golpes, era inadmisible que el intruso tuviera a Dylan en la bañera así , sin nada de ropa, pero a ambos les cayó la voladora— ¡¿Qué demonios es lo que está pasando aquí?! — Nathaniel, pudo ver que su mano derecha ya hacía en la bañera, estaba desnuda, los senos se le podían ver por completo, y si te fijabas mejor, podía ver todo, Nathaniel, estaba muy, muy, enfadado — ¡Este imbécil que tiene a Dylan, en la bañera, ni siquiera sé cómo entró, pero esto es... yo solo mató!— ¡Que carajos, pensé que estaban haciendo un maldito trío en mi propia mansión, dónde viven mis hijos, además gritando como si fueran los señores de la casa! !¿Se han creído que soy la madre Teresa?! — Nathaniel... — Dylan, llamó a su jefe, él se acercó para escucharla mejor— ¿Qué te sucede? hablame— Estoy muy caliente La respuesta incomodó al mafioso, se aclaró la garganta un poco para después preguntar — ¿Ustedes dos, se atrevier
Lenin, no se separó de Dylan, en todo el resto del día, estuvo pendiente de darle los medicamentos, le había puesto una intravenosa donde le administraba antibióticos más fuertes que recién le había prescrito, estaba atento en que no le subiera la fiebre de nuevo, era ya media noche y el seguía sentado a pie de la cama de la pelirroja La mafiosa despertó, sus ojos verdes trataban de ubicar en dónde estaba— ¿Qué pasó? tengo mucha sed...— Hola, preciosa, por fin despiertas, aquí tengo una botella de agua, bebe un poco, estuviste inconsciente por horas, pero estás mejorando — Yo... recuerdo que me dolía la cirugía, ¿empeoró? ¿tendré que regresar al hospital? — la mujer preguntaba ansiosa— Tranquila, te estoy atendiendo ya, soy muy bueno en lo que hago, voy a lograr que la infección desaparezca, vas a estar bien, confía en mí — Lenin, ¿dime la verdad? ¿si estoy empeora puedo... puedo quedar estéril? no te atrevas a mentirme, ni a ocultarme nada Al mafioso ruso no le quedó más remed