Al día siguiente, Ray había salido a buscar a Claudia, tenían mucho de que hablar, la boda, el bebé, y demás cosas, pero nadie le había abierto en el departamento, se cansó de tocar el timbre y salió de ahí para buscarla en otra parteEn un gran centro comercial, en el área de costosos perfumes de marca, la bella joven de cabellos largo azabache, se encontraba trabajando, se le veia muy alegre atendiendo unos clientes, Ray, llegó hasta ella, su inexpresivo rostro no lo decía pero estaba molesto — Claudia, ¿qué estás haciendo aquí? fui a buscarte al departamento pero no estás ahí, ¿dime porque?— Sencillo, trabajo aquí, aquí me conociste, ¿por qué te sorprendes ahora?— !No puede ser contigo, el médico dijo que debías guardar reposo, el ultrasonido tiene una mancha, tienes que cuidarte para que el bebé se logre, no puedes estar aquí de pie todo el día!— Pero... no puedo faltar sin justificante médico, Ray, vamos a tener un hijo, los gastos van a aumentar, no puedo dejar el trabajo—
El mafioso estaba muy nervioso, tenía a su esposa doblada de dolor, ella tenía su mano en la barriga, los mellizos se bajaron de su silla para ir a ver qué pasaba— Mamá, ¿te sientes mal? — Darriel, que adoraba a su madre estaba angustiado— Ahhh... creo que tus hermanitos ya vienen— ¡Papá, llévala al hospital, a que la atienda el médico! — Si, vamos cariño, todo va a estar bien, yo estoy aquí contigo — el mafioso cargó a su esposa en brazos y la llevó a uno de los coches, su chófer de confianza Charles, se puso al volante— Jefe, ¿a cuál hospital? — Reservé en el hospital los ángeles, no quiero que se crucen los baleados de la organización con él nacimiento de mis hijos— Hades, ¡nosotros los seguiremos para cuidarlos! — Lenin, estaba por marcharse a casa cuando vió el movimiento — ¡Deja que los demás hombres nos sigan, ocuparé de llevar las pañaleras para los bebés y mantas, te veo allá, arranca Charles!En el camino, Nathaniel, llevaba tomada de la mano a Romina, ella seguía qu
Los padres de Angela habían viajado desde los Estados Unidos, para conocer a su nieta, no iba a dejar a su hija sola en este momento tan importante — Buenas noches, suegro, que bueno que pudieron venir — El elegante CEO Black, vestido impecable como siempre, arribaba al hospital con su esposa— Por supuesto que venimos a ver a mi princesa, ¿dónde está ella?— ¡Nathaniel, que gusto saludarte, estoy muy emocionada por conocer a la nena! — Rocío, saludaba a su yerno — ¿Y a mí no me vienen a ver? el pequeño Nathanael, salió de detrás de unos sillones en dónde estaba jugando y muy probablemente traveseando— Por supuesto que sí, cariño, ven aquí y dale un beso a tu abuela, mira nada más que guapo estás — Claro, la abuela Vanessa dice que soy igualito a papá, y muy hermoso como mamá, abuelo Angelo, te mostraré un juego que tengo en el celular — Esta bien, ven a saludarme, a ver déjame verte, mmm... tienes un buen estilo Nathaniel, sabía que sus suegros venían y vistió a su hijo con un
Los esposos regresaron a casa con los tres bebés, habían dispuesto tres portabebés para coche, ellos permanecían dormidos la mayor parte del tiempo por ser unos recién nacidos, pero cuando les llegaba el hambre abrían los ojos y comenzaban a llorar Nathaniel, subió con mucho cuidado a Romina, al auto, ella estaba muy dolorida por la cirugía, no había otra forma de que diera a luz sin tener complicaciones más que practicarle una cesárea, así los cinco arribaron a la mansión Los mellizos ya estaban desesperados por conocer a sus hermanos y ver a sus padres, habían pasado casi dos días en el hospital — ¡Por fin llegaron! ¿cuantos bebés traen a casa? — Darriel, preguntaba, estaba muy escéptico todavía de que fueran a ser tantos niños — Darriel, te he dicho hasta el cansancio que son tres los bebés que mamá tenía en su barriga, hemos traído a los tres niños, ya están aquí con nosotros — A ver, déjame ver, ¿en dónde están? ¿vienen en la parte de atrás? — el mellizo no alcanzab
Habían pasado dos semanas desde la llegada de los trillizos, el Hades, ya parecía un mapache que se había escapado del bosque, sus ojeras estaban muy pronunciadas, hasta parecía que se había maquillado y se le había corrido el lápiz — Hades, si quieres te pasamos el contacto de quién nos surte los lápices negros para maquillar nos los ojos, ese que estás usando se te corre — Nathan, le comentó a su amigo — Si, pásaselo, Nathan, oye por cierto, no sabía que te gustaba la onda árabe como a nosotros, el padre de papá es originario de aquellos lados arábigos — Ustedes dos dejen de estarme jodiendo, ¿que no ven que no he podido dormír desde que llegaron los trillizos a la mansión? cuando alimento a uno y lo duermo, resulta que el otro ya se despertó con hambre, o si no con hambre está llorando por qué tiene el pañal mojado — ¡Carajo, son ojeras! pareces un mapache, si sigues así te vas a morir, tienes que parar, Nathaniel, ¿no tienen niñera los bebés? ¿por qué los estás cuidando
Romina, pasaba la mañana con los trillizos, Dominic era el que más pedía comida, parecía que nunca quedaba satisfecho, sus cachetes se estaban poniendo regordetos, Renata, era la qué más lloraba, ella parecía estar incomoda por todo y Rocío, esa pequeña era la mejor portada Al mediodía cuando los mellizos llegaron, de inmediato fueron a buscar a su madre, la encontraron arrullando a Dominic, pero el niño no quería dormirse — Duérmete pequeño, es bueno para ti porque así vas a crecer y estarás más sano — la madre estaba tratando de convencerlo Pero no había buenos resultados — Mamá, aquí estás, ¿cómo te sientes hoy? ¿todavía te duele mucho la cirugía? — Pues... creo que me estoy acostumbrando a tener la molestia, pero ya puedo caminar un poco más, ¿A ustedes cómo les fue en el colegio? — Bien, solo que Darriel, es un hermano muy controlador, no me deja platicar agusto con el pequeño Lucien, dile que me dejé en paz, mamá, no necesito que me esté cuidando siempre — la niña
El Hades no entendía nada de lo que estaba pasando, la madre de sus hijos desangrándose en el cuarto de baño, ¿por qué? no tenía sentido, el mafioso manejaba a alta velocidad, necesitaba llegar cuánto antes al lado de Romina, ver qué estaba viva con sus propios ojos — ¡Apresúrate, Ray, ya llegamos, entra con ella o se nos va a morir aquí y después nosotros por qué el Hades nos va a matar! — ¡Ya voy, carajo, creo que no le queda mucha sangre en el cuerpo, ella está empapada y yo también, esto no se ve nada bien! sinceramente dudo mucho que... Romina salga de esta... — el mafioso griego se apresuró a llevar a Romy, a la sala de urgencias Lenin también bajó del coche para entrar junto con Ray, la situación era muy preocupante — ¡Un doctor! — ¡Aquí, por dios! ¿que le sucedió a la joven, está transparente, no creo que se pueda salvar, su estado es muy complicado — ¡Rápido, un ginecólogo, la señora Diamantis, se está desangrando, tienen que salvarla, es la esposa del Hades,
Después de colgar la llamada con su padre, el mellizo fue a la habitación de los trillizos y se plantó en uno de los sofás a vigilarlos mientras las niñeras los cuidaban, realmente la seguridad que su papá, le transmitía era muy importante para el niño, después de haber visto en ese estado a su madre cualquiera seguiría en shock, sin embargo Darriel, tenía una misión y la iba a cumplir, cuidar de sus hermanos En el hospital, el mafioso, después de escuchar que había sido una negligencia médica lo que le había sucedido a su esposa, envió a Ray y Lenin a investigar, los dos hombres aunque se odiaban no podían dejar de seguir órdenes de su jefe — Quiero que investiguen al equipo medico que atendió a mi mujer, si resulta ser que lo que hicieron fue a propósito los van a matar a todos Pero me van a dejar a mi la cabeza del que lo planeó, si el autor intelectual es otro voy a llegar hasta él... ¡Ray, Lenin, quiero un trabajo impecable! — Ordenó el Hades La advertencia de su jefe fué