No sé muy bien que se supone que debo hacer en estos momentos, pero mi instinto me lleva a quedarme algunos pasos lejos de ella mientras que se acerca a un grupo de tres personas que están de pie en esta sala de espera. Haizea abraza a la mujer de cabello rubio y por mi parte solo observo la imagen hasta que se marchan. Quiero suponer que irán a ver a Pablo, asique decido quedarme aquí y esperar pacientemente. Mi cabeza es un caos, piensa en lo que paso en aquella gala y me doy cuenta de que todo esto es un gran error. Por una parte, Lorena y sus duras palabras para conmigo, y por otro lado el novio de Haizea ha despertado, y con esto todo cambia más pronto de lo que esperaba. Sé que ella va a tener que pasar más tiempo con él. Posiblemente nuestra convivencia se vea interrumpida cuando ella decida verlo, y por supuesto deberé tener una conversación con este hombre para explicarle que no tengo malas intenciones con Haizea.No sé muy bien cuanto tiempo, y es que estoy completamente pe
Al día siguiente: 14 de junioSe me parte la cabeza, trato de abrir mis ojos, pero siento que me pesan tanto que la tarea se hace cuesta arriba. Respiro profundo, froto mis ojos con mis manos y finalmente encuentro la fuerza para abrirlos. La imagen del techo de mi cuarto es lo primero con lo que me encuentro, pero luego un movimiento me hace mirar a mi costado derecho de la cama y me encuentro con ella.«¿Qué fue lo que paso aquí?», me pregunto alarmado al ver a Haizea completamente desnuda a mi lado. Ella aun esta dormida y la sábana apenas cubre su cuerpo por debajo de la cintura. Me distraigo en su geografía, pero al mismo tiempo mi corazón late en una mezcla inexplicable de ansiedad, miedo, y «¿excitación?». —¿Qué carajos hice? —me pregunto en un susurro.Es tanta mi confusión que me dispongo a levantarme de la cama cuando ella abre sus ojos de una manera bastante débil. —Buenos días —saluda y un gesto de queja me deja saber que se siente igual que yo —. Que dolor de cabeza —s
Dos días después: 16 de junioHa sido un fin de semana bastante complicado, y es que después de lo que paso la otra noche, ni Haizea ni yo sabemos muy bien como actuar. Incluso el camino a la empresa estuvo lleno de silencios, y supongo que es normal, ¿no? Oficialmente, hoy es su primer día aquí y sé las cosas no deberían ser tan extrañas como lo son ahora, pero si hay algo que tenemos claro, es que debemos seguir con nuestro teatro, aunque ya ni siquiera sé que es falso o verdad. La miro al bajar del coche y me uno a su lado.—¿Quieres seguir adelante con esto? —pregunto y miro nuestras manos—. Si no quieres podemos terminarlo y admitir que nuestro matrimonio fue por conveniencia —le ofrezco y ella niega inmediatamente.Antes de aceptar mi mano, ella se para delante de mí y se quita los lentes de sol para verme a los ojos.—Aren, ya no hare esto por Pablo, ni por su tratamiento, ni la venganza contra Jorge por ser el responsable de lo que le paso —habla firme y debo admitir que me s
Después de que las puertas del elevador se abrieran, ella ha salido prácticamente corriendo de aquí, pero por supuesto no sabe cuál será su oficina, por ende, no le ha quedado otra opción más que esperarme en el pasillo.—Ven por aquí —indico cuando paso por su lado y al adelantarme, siento sus pasos detrás que mí. Abro la puerta de mi oficina, espero a que ella entre y luego cierro la puerta detrás de nosotros.—Aren, lo que paso en el elevador… —trata de explicar y cierro la puerta con llave. —Lo que paso en el elevador, ¿Qué? —cuestiono acercándome a ella, pero Haizea tan solo camina hacia atrás tratando de que la distancia entre los dos siga existiendo.—Es que ha sido un error, yo estoy muy mal por lo que paso con Pablo, pero desafortunadamente no puedo quitármelo de aquí, ¿entiendes? —expresa llevando una mano sobre su corazón.—Entiendo —afirmo y cuando ella trata de alejarse más de mí, sus caderas chocan con el borde del escritorio.—Aren —susurra cuando la tomo por la cintu
Concentrarme en las reuniones que tuve ha sido una tarea casi imposible. Era solo cuestión de verla sentada al otro lado de la mesa de reuniones y sentir ganas de volver a tenerla entre mis brazos. Es una locura lo que estamos haciendo porque básicamente estamos mezclando absolutamente todo, y si hay una cosa que aprendí en este mundo de los negocios, es que no debe mezclarse con el placer, pero con ella rompo todas mis reglas.Ahora escucho al gerente del banco del otro lado de la línea y yo solo puedo verla a ella moviéndose de un lado a otro en su oficina a través de las puertas de vidrio que conectan su oficina y la mía.—Le enviare el documento firmado hoy mismo, no se preocupe —le informo al gerente con tal de concluir esta llamada.Una vez que ambos nos ponemos de acuerdo en los detalles, cuelgo el teléfono y me pongo de pie para ir hacia su oficina. Abro la puerta corrediza y entro bajo el efecto de esa mirada azul.—¿Te gusto tu oficina? —averiguo sonriente.—No has venido ha
Una semana después: 24 de junioEstos últimos días han sido un caos completo. Por una parte, Haizea y yo hemos estado sobrepasados de trabajo, y es que su proyecto ha sido bien recibido por todos los gerentes, aunque eso tan solo ha sido una formalidad ya que con mi sola autorización bastaba. Verla planificando los detalles con tanto entusiasmo me ha hecho muy feliz. Por otro lado, la planificación financiera para el proyecto es algo que estuvo a mi cargo, y como siempre, ha sido difícil lidiar con los bancos.A pesar de todo esto, las noches junto a ella se han vuelto toda una aventura. Perderme entre esos besos improvisados y los rincones de la casa que hemos conquistado juntos, han hecho que todo fuera mucho más fácil. Hoy, sin embargo, todo cambia una vez más ya que finalmente ha llegado la hora de que ella y yo finalmente nos vayamos lejos y solos.La observo sentada a mi lado en el avión y sonrió al darme cuenta de la manera tan entusiasta con la que mira a través de la ventanil
Al día siguiente: 25 de junioNi ella ni yo tenemos claro cuanto tiempo ha pasado, entre lo ocurrido en la habitación, y el cambio de horario, todo se ha vuelto un poco más confuso. La única certeza que tenemos es que finalmente estamos en el coche rumbo a nuestra bungaló a orillas del mar, y ella no deja de mirar todo a su alrededor.—Sé que tal vez era mejor venir en verano, pero lo único que quería es que estuviéramos solos y lejos de todo —comento obteniendo su atención.—Pero, no hace frio, al menos no en esta zona —menciona y me gusta saber que no es necesario que haga 30 grados para que el clima de verano este perfecto para ella.—Eso es verdad, esta isla se caracteriza por tener un clima bastante estable, normalmente entre los 22 y 27 grados, no está mal, ¿no? —comento.—Esta perfecto —responde y acaricia mi rostro con la yema de sus dedos dejando así un sinfín de sensaciones en mi piel—. Y si tenemos frío, estoy segura de que encontraremos la manera de elevar la temperatura —
—¿En qué piensas? —le pregunto mientras paseo la yemas de mis dedos por el centro de su espalda desnuda.Se ve perfecta acostada boca abajo completamente desnuda después de habernos vuelto fuego en esta cama. Ella me mira, mueve su cabello a un costado, y sonríe.—Es difícil pensar teniéndote a mi lado —responde y cruza sus brazos para luego apoyar su cabeza sobre estos.Su cabello rubio cae de manera desordenada y yo, en un acto reflejo lo muevo para acomodarlo.—A mí también me cuesta mucho pensar, me distraes demasiado —susurro y me acerco un poco más—. Nunca me paso esto con alguien —expreso y continúo acariciando su piel tal y como si fuese vital para seguir respirando. —¿Qué cosa? ¿Estar casado por conveniencia y tener sexo sin sentimientos involucrados? —inquiere tal y como si estuviésemos hablando de cualquier cosa.—Eres muy directa, eso me gusta mucho —menciono —Supongo que el mundo de los negocios me ha hecho ser así, supongo que a ti te pasa igual —dice como si nada.—Es