Entre en el cuarto de baño, cerrando la puerta con el cerrojo por si le daba a Erik entrar cuando estuviera yo duchándome, me quite toda la ropa que llevaba, preparando el agua templada, que era lo único que me relajaba bastante, me duché tranquilamente, cerré los grifos, salí de la ducha, secandome el cuerpo con una de las toallas que había en el cuarto de baño volviendo después al dormitorio, abri el vestidor cogiendo varias prendas para vestirme, cuando ya estaba preparada, me marché del dormitorio, baje las escaleras que habían buscando el salón, entrando en él viendo a Erik con un vaso de licor en su mano mientras que en la otra mano llevaba el móvil por el que estaba hablando. Terminando la llamada cuando me vio aparecer por la puerta del salón acercándose a mí mientras sonreía— Eres preciosa, no sabes cuanto tiempo he deseado que estuviéramos juntos como antes — Ya estoy preparada ¿y mi hijo? — pregunté— Está arriba en su dormitorio, acompáñame — me dijo cogiendo mi mano par
Una semana despues, me desperté a media noche dandome cuenta de Erik no habia llegado todavia a su casa, me levanté para ir al baño, pero cuando fui a entrar, me senti mareada teniendo que cogerme al marco de la puerta para no caerme al suelo sintiendo que me caia por las piernas liquido rojizo, entre en el cuarto de baño asstada, me sente en el inodoro fijandome que sangraba,, pensando que seria mi unica oportunidad para escapar de las garras de mi maltratador, asi que no me lo pense dos veces, con las fuerzas que aun me quedaban, me marche del cuarto de baño, me puse un chandal que vi en el vestidor, sali de mi dormitorio entrando en la habitación de mi hijo sin encender ninguna luz para no despertar a su niñera, cogi a mi hijo en brazos y ayudada con mis manos, fui tocando por donde iba pasando, baje las escaleras hasta la misma puerta de la calle, Abri la puerta despacio ya que sabia que fuera de la casa habian sicarios y no queria que escucharan ningun ruido, sali al exterior de
Aunque me despertaba sobresaltada de vez en cuando, sentir la mano de Mark acariciando mi mejilla o el sonido de su voz me tranquilizaba bastante, — Amor mio, la policía está aquí,y quiere hacerte unas preguntas ¿te sientes con fuerzas? — me preguntó Mark— Me siento aún muy débil, pero creo que sí que les podré responder — le dije— Hola Katia, soy el inspector Graham, siento que nos tengamos que ver otra vez en estas circunstancias, ¿puede responderme a algunas preguntas? — me dijo el policía— Creo que sí, pero no tengo mucho que decirle — le dije— Hemos ido a la casa donde la tenían a usted y a su hijo retenidos, pero estaba muy limpia y allí no había nadie, ¿sabe donde podría haberse escondido su secuestrador? — preguntó— No señor, no lo sé, aunque cuando me secuestro, me dejaron en una casita que estaba muy mal, creo que al otro lado de la ciudad en medio de una montaña, pero no se como se llama, ya que Erik nunca me lo quiso decir — respondí— Gracias Katia, sé de qué casa m
Mientras estuve ingresada en el hospital, vinieron a visitarme casi todas mis compañeras incluidos Oscar y Hector, que hacía mucho tiempo que no los veía, formándose en la habitación un gran jolgorio, riéndonos Mario ya que los demás pacientes se estaban aquejados del ruido que estábamos haciendo. Cuando ya por fin me dieron el alta, Mark quería llevarme a su casa, pero yo me sentía más cómoda en la casa donde empezó mi aventura con mis amigas en la gran ciudad. Mark me trajo algo de ropa para cambiarme en el hospital, entre en el cuarto de baño, entrando conmigo él, me quité el camisón quedandome solo con las bragas, Mark se acercó a mí, besando mi cuello, mis mejillas, mis labios mientras yo sentía su calor en mi cintura donde él tenía sus brazos abrazandome.— ¿Te he dicho hoy lo mucho que te amo? — me preguntó— Me lo dices todos los días, yo también te amo Mark, pero me gustaría vestirme si no te importa — le dije, sintiendo por primera vez, desde que lo conocía, que ya no tembla
Guarde la carta que me dio mi padrino de Adam en mi mesita de noche, estaba muy cansada y necesitaba dormir, la deje en el cajón pensando en que cuando me despertara, la cogería y la leería,.ya que estaria más descansada. Ya estaba el día oscuro cuando me desperté aunque escuchaba hablar en el salón, me levanté de la cama, me puse una bata por encima marchandome de mi dormitorio hacia el salón, viendo a los padres de Johana, a mis amigas y a Mario y Mark, hablando animadamente, callándose todo cuando entre en el salón acercándose Mark a donde yo me encontraba.— Ven siéntate mi amor, ¿has podido descansar? — me preguntó Mark— Si gracias, pero no os calleis, podéis seguir hablando de lo que estuvierais hablando — dije sintiéndome un poco confundida.— El pequeñín está durmiendo, se ha tomado todo su biberón, es un amor de niño, Katia — me dijo la madre de Johana.— Es mi sobrino, si no fuera tan bueno, lo regalaría — dijo Johana— Con el permiso de su padre, que nunca lo tendrias — co
Mark volvió al dormitorio dejando la carta que me dio mi padrino encima de la mesa de la cocina, la cogi marchandome de la cocina hasta el dormitorio de mi hijo mientras lo escuchaba llorar, entre en su dormitorio cogiéndolo en brazos para calmar su llanto, viendo poco después a Mark apoyado en el marco de la puerta mirándonos.— Katia yo lo siento — me dijo— Mark, marchate ya por favor, — le respondí, fijándome en cómo se marchaba hacia la puerta de la casa, escuchando cerrarse poco después.MARK Y MARIOMe marché de la casa donde vivía Katia y mi hijo muy enfadado,subí a mi vehiculo, dandole un puñetazo al volante aunque sabía que no tenía culpa ninguna de mis enfados con ella, pero estaba muy cabreado ¿Quien se creía ese Adam, en la vida de Katia, para decirle a la mujer que amo, todas esas necedades? ¿Por qué ella no rompió esa carta sabiendo cuánto la amo? Me estaba volviendo loco y necesitaba hablar con Mario, con mi amigo porque solo él me comprendía bien. Cuando aparque mi co
Nos sentamos todos en las sillas, a cenar sintiéndome fuera de lugar, porque aunque todos éramos amigos, pero estar con dos parejas y yo completamente sola, me hacía sentirme un poco incómoda, al ver como las dos parejas se besaban o se hacían arrumacos, aunque yo para ellos era el centro de atención,— Katia, tengo una proposición para ti y espero que me digas que sí — me dijo Mario— Ya hemos hablado Johana y yo, le he dicho que en unos días le daré una contestación, por ahora necesito pensarlo — respondí — Está bien, pero espero escucharte decir, que si aceptas mi proposición, en el hospital necesitamos personal y enfermeras como tu, por favor Katia dime que sí que volverás al hospital — me dijo Mario— Por Faaaaaaaaaaa — me gritaron todos mis amigos, haciendome reir— Esta bien, pero necesito por lo menos unos días, tengo que contratar a una niñera — les dije— No hace falta niñeras, a Junior lo podemos cuidar perfectamente nosotras ¿a que si cariño? — le preguntó Johana a Mario
Entramos los dos al despacho de Mark, cerrando él la puerta viendo como se acercaba a donde yo estaba, empecé a retroceder con la mala suerte de que tropecé con una de las sillas, cogiendo Mark mi cintura con su brazo para que no me cayera al suelo, me quedé apoyada a su mesa mientras, Mark acariciaba mi pelo, mi mejilla,— Lo siento ¿vale?, te amo Katia, llevamos sin vernos desde el incidente que tuvimos en la cocina de tu casa, te necesito cariño — me decía mientras introducía su mano por debajo de la camisa del uniforme, hasta mi pecho pellizcando mi pezón por encima del sujetador Beso mi mejilla, la comisura de mi labios provocándome, puso la otra mano en mi nuca acercando su boca a la mía, besandome con deseo, pero despacio como para hacerme desearlo,— Te acuerdas del primer día que vinistes a mi despacho, después de que le dijeras a Mario que yo era gay y te demostre que no lo era, poniendose dura mi polla cuando te tuve como ahora, tan cerca — me dijo— Ya me lo has demostrad