Nos sentamos todos en las sillas, a cenar sintiéndome fuera de lugar, porque aunque todos éramos amigos, pero estar con dos parejas y yo completamente sola, me hacía sentirme un poco incómoda, al ver como las dos parejas se besaban o se hacían arrumacos, aunque yo para ellos era el centro de atención,— Katia, tengo una proposición para ti y espero que me digas que sí — me dijo Mario— Ya hemos hablado Johana y yo, le he dicho que en unos días le daré una contestación, por ahora necesito pensarlo — respondí — Está bien, pero espero escucharte decir, que si aceptas mi proposición, en el hospital necesitamos personal y enfermeras como tu, por favor Katia dime que sí que volverás al hospital — me dijo Mario— Por Faaaaaaaaaaa — me gritaron todos mis amigos, haciendome reir— Esta bien, pero necesito por lo menos unos días, tengo que contratar a una niñera — les dije— No hace falta niñeras, a Junior lo podemos cuidar perfectamente nosotras ¿a que si cariño? — le preguntó Johana a Mario
Entramos los dos al despacho de Mark, cerrando él la puerta viendo como se acercaba a donde yo estaba, empecé a retroceder con la mala suerte de que tropecé con una de las sillas, cogiendo Mark mi cintura con su brazo para que no me cayera al suelo, me quedé apoyada a su mesa mientras, Mark acariciaba mi pelo, mi mejilla,— Lo siento ¿vale?, te amo Katia, llevamos sin vernos desde el incidente que tuvimos en la cocina de tu casa, te necesito cariño — me decía mientras introducía su mano por debajo de la camisa del uniforme, hasta mi pecho pellizcando mi pezón por encima del sujetador Beso mi mejilla, la comisura de mi labios provocándome, puso la otra mano en mi nuca acercando su boca a la mía, besandome con deseo, pero despacio como para hacerme desearlo,— Te acuerdas del primer día que vinistes a mi despacho, después de que le dijeras a Mario que yo era gay y te demostre que no lo era, poniendose dura mi polla cuando te tuve como ahora, tan cerca — me dijo— Ya me lo has demostrad
— No es eso lo que me preocupa, me han dado muy buenas recomendaciones de él. el problema es contigo, la forma de mirarte, de tocarte la mano como lo ha hecho delante de mí, temo que te seduzca y me dejes — me dijo Mark haciendome reir a carcajadas— Vamos a ver Mark, primero tu y yo no tenemos nada, bueno si esta nuestro hijo, pero como pareja no somos nada, ¿que te importa a ti, si me seducen o no? — pregunte— Katia por favor, sabes que te amo y que no te haya pedido matrimonio, es porque aun sigues casada con Erik, si no ya te hubiera hecho pasar por la iglesia — me dijo— No te preocupes por mi, pero aun queda la mujer que dejastes embarazada, no lo olvides — le dijeç— Katia te puedo prometer por nuestro hijo, que ese bebe no es mio, yo tome precauciones, lo que no sé, es que quiere esa mujer de mi — me dijo Mark— Eres guapo, eres director de uno de los hospitales más importantes de Nueva York y eres multimillonario, ¿qué más puede desear una mujer? — le dije— Que la amen como
Entre otra vez en el restaurante acercándome a la mesa donde estábamos cenando Duncan y yo, sentándome otra vez en la silla.— ¿Pasa algo? — me pregunto Duncan— Me tengo que marchar, lo siento, mi hijo tiene mucha fiebre y tengo que estar con él — le dije—Por los meses que tiene, puede ser que sea que le esten saliendo los dientes, tranquila es cosa normal, pero vámonos no quiero verte preocupada — me dijoNos levantamos de la silla, pagando Duncan la cuenta, nos marchamos del restaurante acercándonos a su coche, abriendome la puerta Duncan como todo un caballero. Me senté, sentándose él en el asiento del conductor marchandonos de aparcamiento del restaurante con dirección a mi casa. Cuando llegamos a mi casa, me asuste al no ver luz ninguna, entre dentro preguntando por mis amigas, al ver que nadie me contestaba, Duncan me hizo subir otra vez a su coche marchandonos de allí hacia el hospital donde trabajamos. Cuando paro el vehiculo baje corriendo entrando por urgencias preguntando
Me separe de los brazos de Mark, sentándome en uno de los asientos que había, llorando sin consuelo, aunque Mark y una de mis compañeras intentaban consolarme— Katia cariño, ahora tenemos que ser fuertes, nuestro hijo es muy pequeño y hay posibilidades que se cure, por favor mi amor cálmate — me decía Mark mientras sentía el calor de su cuerpo al abrazarme— Katia cariño, eres fuerte y esto que le está pasando a Yunior lo podrás superar, casi todos en el hospital sabemos lo que has pasado y esto aunque sé que es muy fuerte, también podrás superarlo — me dijo una compañera— Es mi hijo, ¿qué es lo que no entendéis? si soy fuerte, pero ¿y mi hijo, lo podrá superar? — les grite llorando.— Claro que podrá superarlo Katia, cálmate, sabes que estará todo el hospital pendiente de vosotros — me dijo mi compañera— Se perfectamente lo que me vas a decir, pero me gustaría que te marcharas a casa, te tomes algo que te calme, te des un baño de agua caliente y que vengas mañana — me dijo la pedi
Cuando llegamos Mario, Mark y yo al hospital nos dirigimos directamente hasta la sala de pediatría donde tenían a nuestro hijo ingresado viendo a Johana con mi hijo en brazos— Esta dormido, no hagáis mucho ruido — nos dijo susurrandoJohana lo acostó en la camita cuna, marchandonos fuera para poder hablar.— He hablado con su pediatra, hoy os harán a los dos la prueba para ver cual de los dos es compatible, también me ha dicho que no es muy normal, pero que lo han cogido a tiempo, esta al principio, así que nada más nos toca rezar para que se ponga bien. — nos dijo Johana— Katia cariño — escuche la voz de mi padrinoCuando me gire para ver quien me llamaba, vi a mi padrino acompañado de Adam, me acerque a ellos abrazandome mi padrino, tan fuerte como pudo— ¿Cómo está mi nieto? — me preguntó— Ahora durmiendo, le han conseguido bajar la fiebre — le dije— Ven vamos a tomar un café en la cafetería, necesito despejarme no hemos dormido nada durante el viaje — me dijo— Esperar aquí, v
Cuando iban a entrar a mi hijo en quirófano, el celador paró la cama delante de Johana y de mi dándole las dos un beso en sus sonrosadas mejillas, entrando después su camita, sentándome en los sillones que había fuera. rota, destrozada y llorando sin consuelo, sentándose Johana a mi lado cogiendo mis manos— Todo saldrá bien cariño y a Mark no le hagas caso, le han tenido que sedar un poco para hacerle la prueba, ahora mismo estaba como un poquito borracho — me dijo mi amiga riendo— No sé Johana, de vez en cuando sacara mi pasado y así nunca seremos feliz aunque yo no tuviera la culpa, no es la vida que quiero para mi pequeño — respondí— Ya lo sé preciosa, si tiene que ser así, yo misma te apoyare, Mark no te merece si es cierto lo que dices — me dijo Johana— ¿Ha pasado algo Katia con Mark? — me preguntó mi padrino— No tranquilo padrino, todo está bien, Johana me marcho a la calle, necesito aire aquí me estoy ahogando, avisame por favor con cualquier cosa — le dije— Quédate en la
Un mes estuve esposada a aquella cama, me quitaban las esposas solamente cuando tenía que ducharme porque venía el hombre que me follaba cada tres días, ya que mis necesidades me ponían un orinal, dándome la comida una de las sirvientas que tenían. Cuando la prueba de embarazo dio positivo me alegre en parte pensando que me quitarían las esposas y podría salir de aquel cuarto, pero me equivocaba ya que me dejaron igualmente atada a la cama, para que no intentara abortar. Una vez entró en aquel cuarto una mujer que era la primera vez que la veía, le rogue, le suplique y le pedí por mi hijo que me acercara un móvil, le dije que estaba secuestrada y que mi pequeño se estaba muriendo en un hospital lejos de donde yo me encontraba, pero no conseguí nada, intente por todos los medios soltarme de aquellas malditas esposas, hasta que me hice unos cortes en las muñecas desistiendo de seguir intentando soltarme, pero la mujer que me daba de comer, al ver mis heridas, llamó a uno de los sicarios