Tapando mi cuerpo con una de las sabanas de la cama, Mark me cogió en brazos dirigiéndonos hasta la zona de los ascensores poniendo mi cabeza en su hombro bajamos hasta la última planta, saliendo enseguida a la calle donde había en la misma puerta del hotel un coche de alta gama con chofer. Mark me dejó sentada dentro del coche mientras se despedida de los hombres que le ayudaron a encontrarme. El chofer se dirigió directamente al aeropuerto, subiendo al avión particular de Mark para regresar a Nueva York según me dijo Mark. Me pude vestir con ropa que había en el avión y que me llevó ya que sabía donde me encontraría y de qué manera. Nada más aterrizar y bajar del avión, nos dirigimos hacia la limusina que estaba aparcada en la misma pista de aterrizaje, cuando nos acercamos el chofer me saludó muy sonriente, ayudándome Mark a sentarme dentro, en los asientos de cuero, marchandonos del aeropuerto en cuanto el chofer se sentó en el asiento del conductor. Cuando llegamos a la puerta de
Durante un mes estuve asistiendo a una psicóloga que me ayudó mucho a volver a ver la vida de otra manera, Mark siempre estaba ayudándome en todo, demostrando el amor que me tenía día a día. Johana y Mario venían a casa casi todos los días a vernos a mi hijo y a mi, quedandose a veces a cenar o a comer, según el turno que tuvieran, a mi hijo Mark y yo le contratamos una niñera para que yo tuviera un poco más de libertad. Un día normal, estaba en el salón leyendo un libro cuando escuché tocar el timbre de la casa. Me levanté enseguida ya que mi pequeño estaba durmiendo y no quería que se despertase ya que se solía poner luego muy llorón. Cuando abri la puerta de mi casa, me quedé muy sorprendida al ver al otro lado a Adam, nos abrazamos dejándolo pasar después a mi casa, sentandonos los dos en el sofá del salón.— ¿Qué tal estás?, creí que esa bestia te había matado — le dije.— Hace falta mucho más que una simple bala para matarme, pero dime ¿qué tal te encuentras tú?, siento mucho n
Aunque seguía escuchando la voz de Mark llamandome y la niñera se paraba de vez en cuando girando para mirar, yo seguí andando muy enfadada hasta que senti como me cogian del brazo parandome— Katia cariño, ¿quieres escucharme un momento? — me preguntó Mark— Déjame en paz, ¿no habías terminado con esa mujer? la he visto delante de ti con las piernas abiertas, ¿te has vuelto de pronto ginecólogo? no Mark, no me convenceras aunque me jures que ya has terminado con ella, déjame en paz — le grite— Katia por favor, tenemos que hablar, no es lo que tu piensas cariño — me dijo— No claro, nunca será lo que yo piense, no me mientas más, te odio — le chille soltandome de su agarre marchandome con mi hijo de alliSeguí andando hasta que llegamos a un parque que había cerca de la casa, sentandonos la niñera y yo en uno de los bancos de la calle que eran para sentarse— Creo que el señor Mark se ha quedado muy mal, ¿porque no habla con él y trata de arreglar las cosas? — me preguntó la niñera—
Mientras hacía mi equipaje Mark me estaba mirando sin decirme nada, pero una vez que cerré la maleta, se acercó hasta donde yo estaba, cogiendo mis brazos con sus manos, quedándonos uno frente al otro mirándonos a los ojos fijamente.— Katia por favor no te marches, no creo que esa mujer esté embarazada de mi, porque cuando me acosté con ella, estoy seguro que use protección — me dijo— Me parece muy bien Mark, cuando estes seguro de que no eres el padre, tal vez y solo tal vez me piense en volver contigo, ahora mismo estoy muy confundida y necesito alejarme de ti, así que por favor deja que me marche — le dije soltandome de su agarre.Me marché del dormitorio hasta la entrada de la casa, dejando mi equipaje y el de mi hijo, cuando escuche como empezo a sonar mi movil, lo cogi para ver quien me llamaba, viendo en la pantalla el nombre de mi padrino.— Katia cariño, estoy en la puerta de la casa de Mark ¿necesitas ayuda con Junior o con el equipaje? — me dijo— No padrino gracias, cojo
Me senté en el sofá indecisa, necesitaba distraerme, pero también pensaba que pasaría si Adam me besara, estaba tan cabreada con Mark, que cualquier cosa podría pasar con mi anfitrión. Adam regresó al salón con una botella de vino en una mano y dos copas en su otra mano, sentándose a mi lado en el sofá. Abrió la botella de vino echando el líquido en ambas copas ofreciendo una a mi.— ¿Por qué brindamos? — me preguntó— Por mi libertad — le dije sonriendo, haciendo chin los dos con las copas— Me ha sorprendido Aaron cuando me ha dicho que iba a por ti a Nueva York ¿Has dejado a Mark? — me preguntó— Digamos que nos hemos enfadado y que no sé cuándo nos volveremos a ver — respondi— Es el padre de tu hijo ¿lo has pensado bien? — me preguntó — Y el supuesto padre de un bebe de otra mujer ¿te parece suficiente? — le dije— No lo creo, Mark te ama mucho y perdona Katia, pero no lo veo capaz de hacerte eso a ti — me respondió— Dejemos esta conversación, me hace sentirme incómoda, ¿cómo
Los días fueron pasando, aunque cuando sonaba mi móvil y veía en la pantalla el nombre de mi amiga Johana, ponía mala cara ya que siempre terminabamos discutiendo con el tema de Mark, aunque yo siempre le decía lo mismo, que necesitaba tiempo y que ya no estaba tan segura de los sentimientos hacia mí, del padre de mi hijo, pero ella siempre insistía en cuanto Mark me amaba y que esa mujer que decía que esperaba un hijo suyo, no era nada en su vida, pero yo siempre dudaba de que fuera verdad. Una noche fue Adam a buscarme a casa de mi padrino ya que tenia un evento y queria que lo acompañara, me puse un vestido negro largo, con escote palabra de honor y la espalda al descubierto completamente, me recogi a un lado el pelo y me pinte con colores que no eran muy llamativos, me marche del dormitorio entrando despues en el salón donde estaban mi padrino y Adam hablando, mirandome los dos de arriba abajo y viceversa sin decirme absolutamente nada, haciendo que me enfadara un poquito con los
Después de la noche que pase con Adam en el hotel, no quise que hubiera ninguna noche más, ya que no sabía si lo hice por despecho hacia Mark o porque realmente me estaba enamorando de Adam, así que decidí verlo lo justo hasta que aclarara mis ideas. Un día que estábamos comiendo mi padrino , Adam y yo, escuche sonar mi móvil, me levanté de la silla donde estaba sentada, para coger mi bolso que estaba en el mueble de la entrada de la casa, saqué el móvil de dentro de mi bolso mirando la pantalla viendo que era un número desconocido para mí, conteste a la llamada en el mismo instante que entré otra vez en el salón, para sentarme en la silla.— ¿Quién es? — pregunté nerviosa— Hola mi amor, llamaba para saber cómo está mi querida esposa — escuche la voz de Erik al otro lado de la línea— Tu no llamas para preguntar por mi ¿qué quieres Erik? — le pregunté— ¿Es que no me puedo preocupar por mi esposa?, ten cuidado princesa con quien te ves, no quiero ponerme celoso, ya sabes cómo las gas
Ya era cerca del mediodía, cuando Flor entró en el salón anunciando que la policía estaba en casa y querían hablar con nosotros. Cuando entraron los policías en el salón se acercaron hasta el sofá donde yo estaba, presentándose— Soy el inspector Graham, y quisiera hacerles algunas preguntas sobre el secuestro de su hijo — me dijo— Sientese inspector y gracias por venir tan pronto, como verá mi nieta Katia que es la madre de ese bebe y está destrozada — contestó mi padrino— Me lo supongo, pero ¿tiene señora algún enemigo, que quiera hacerle daño? — pregunto— Mi marido, es un proxeneta y un traficante de mujeres — respondí— ¿Por qué no lo denuncio? ¿tenía miedo, por eso se vino a Irlanda, para huir de él? — dijo— Ya lo denuncie hace tiempo, hubo un juicio, pero salió libre de cargos — respondí— Ya entiendo y ¿cree que puede haber sido él, el que ha secuestrado a su hijo Katia? — dijo— No lo puedo asegurar inspector, pero creo que si, por favor encuentren a mi hijo — les dije— Y