Al día siguiente, cuando ya me desperté me levanté de la cama entrando seguidamente en el cuarto de baño para ducharme, despues cogi una de las toallas que allí habían, y secandome el cuerpo con ella volví a mi dormitorio para vestirme, ya que tenía que marcharme a trabajar a la clínica. Despues de arreglarme cogi mi bolso, marchandome de mi dormitorio al de mi hijo, entre despacio ya que mi pequeño estaba durmiendo, le di un beso en su suave mejilla, marchandome después hacia la entrada de la casa, dándome cuenta de que en el salón estaba Adam y mi padrino sentados en el sofá hablando. — Buenos días a los dos — les dije— Buenos días cariño, Flor ha traído aquí tu desayuno, siéntate con nosotros y tomate el café tranquilamente — me dijo mi padrino.— ¿Cómo te encuentras hoy? ya le he contado a Aaron lo que paso anoche con ese sinvergüenza de Robert — me dijo Adam— Ya te dije mi querida Katia, que no me parecía muy bien que salieras a cenar con ese tipo, cariño — me dijo mi padrino
Erik, me hizo entrar en el ascensor saliendo de él cuando llegamos a la planta. Entramos en una habitación del hotel donde pude ver que había dentro cuatro o cinco hombres, marchándose Erik y su socio poco después. Los hombres que allí había doblaron mi cuerpo hacia adelante esposando mis brazos a mis tobillos, atándome a una cadena que estaba cogida a una argolla que había en el techo, me levantaron casi un metro del suelo, empujándome haciendo que me columpiaba, mientras me embestía por el ano o por mi coño. Estaban ya casi borrachos cuando me quitaron la cadena, dejándome como los perros, con los codos apoyados en el suelo exhibiendo mi sexo. Cogieron una fusta de caballo y entre risas y alcohol, me empezaron a azotar, haciéndome llorar de dolor, dejándome después como la basura en la parte exterior de la habitación, llegando poco después Erik y su socio, cogiendome entre los dos de mis brazos, metiendome en el coche. Dos días estuve en la habitación sin ver a nadie, nada más que a
Tapando mi cuerpo con una de las sabanas de la cama, Mark me cogió en brazos dirigiéndonos hasta la zona de los ascensores poniendo mi cabeza en su hombro bajamos hasta la última planta, saliendo enseguida a la calle donde había en la misma puerta del hotel un coche de alta gama con chofer. Mark me dejó sentada dentro del coche mientras se despedida de los hombres que le ayudaron a encontrarme. El chofer se dirigió directamente al aeropuerto, subiendo al avión particular de Mark para regresar a Nueva York según me dijo Mark. Me pude vestir con ropa que había en el avión y que me llevó ya que sabía donde me encontraría y de qué manera. Nada más aterrizar y bajar del avión, nos dirigimos hacia la limusina que estaba aparcada en la misma pista de aterrizaje, cuando nos acercamos el chofer me saludó muy sonriente, ayudándome Mark a sentarme dentro, en los asientos de cuero, marchandonos del aeropuerto en cuanto el chofer se sentó en el asiento del conductor. Cuando llegamos a la puerta de
Durante un mes estuve asistiendo a una psicóloga que me ayudó mucho a volver a ver la vida de otra manera, Mark siempre estaba ayudándome en todo, demostrando el amor que me tenía día a día. Johana y Mario venían a casa casi todos los días a vernos a mi hijo y a mi, quedandose a veces a cenar o a comer, según el turno que tuvieran, a mi hijo Mark y yo le contratamos una niñera para que yo tuviera un poco más de libertad. Un día normal, estaba en el salón leyendo un libro cuando escuché tocar el timbre de la casa. Me levanté enseguida ya que mi pequeño estaba durmiendo y no quería que se despertase ya que se solía poner luego muy llorón. Cuando abri la puerta de mi casa, me quedé muy sorprendida al ver al otro lado a Adam, nos abrazamos dejándolo pasar después a mi casa, sentandonos los dos en el sofá del salón.— ¿Qué tal estás?, creí que esa bestia te había matado — le dije.— Hace falta mucho más que una simple bala para matarme, pero dime ¿qué tal te encuentras tú?, siento mucho n
Aunque seguía escuchando la voz de Mark llamandome y la niñera se paraba de vez en cuando girando para mirar, yo seguí andando muy enfadada hasta que senti como me cogian del brazo parandome— Katia cariño, ¿quieres escucharme un momento? — me preguntó Mark— Déjame en paz, ¿no habías terminado con esa mujer? la he visto delante de ti con las piernas abiertas, ¿te has vuelto de pronto ginecólogo? no Mark, no me convenceras aunque me jures que ya has terminado con ella, déjame en paz — le grite— Katia por favor, tenemos que hablar, no es lo que tu piensas cariño — me dijo— No claro, nunca será lo que yo piense, no me mientas más, te odio — le chille soltandome de su agarre marchandome con mi hijo de alliSeguí andando hasta que llegamos a un parque que había cerca de la casa, sentandonos la niñera y yo en uno de los bancos de la calle que eran para sentarse— Creo que el señor Mark se ha quedado muy mal, ¿porque no habla con él y trata de arreglar las cosas? — me preguntó la niñera—
Mientras hacía mi equipaje Mark me estaba mirando sin decirme nada, pero una vez que cerré la maleta, se acercó hasta donde yo estaba, cogiendo mis brazos con sus manos, quedándonos uno frente al otro mirándonos a los ojos fijamente.— Katia por favor no te marches, no creo que esa mujer esté embarazada de mi, porque cuando me acosté con ella, estoy seguro que use protección — me dijo— Me parece muy bien Mark, cuando estes seguro de que no eres el padre, tal vez y solo tal vez me piense en volver contigo, ahora mismo estoy muy confundida y necesito alejarme de ti, así que por favor deja que me marche — le dije soltandome de su agarre.Me marché del dormitorio hasta la entrada de la casa, dejando mi equipaje y el de mi hijo, cuando escuche como empezo a sonar mi movil, lo cogi para ver quien me llamaba, viendo en la pantalla el nombre de mi padrino.— Katia cariño, estoy en la puerta de la casa de Mark ¿necesitas ayuda con Junior o con el equipaje? — me dijo— No padrino gracias, cojo
Me senté en el sofá indecisa, necesitaba distraerme, pero también pensaba que pasaría si Adam me besara, estaba tan cabreada con Mark, que cualquier cosa podría pasar con mi anfitrión. Adam regresó al salón con una botella de vino en una mano y dos copas en su otra mano, sentándose a mi lado en el sofá. Abrió la botella de vino echando el líquido en ambas copas ofreciendo una a mi.— ¿Por qué brindamos? — me preguntó— Por mi libertad — le dije sonriendo, haciendo chin los dos con las copas— Me ha sorprendido Aaron cuando me ha dicho que iba a por ti a Nueva York ¿Has dejado a Mark? — me preguntó— Digamos que nos hemos enfadado y que no sé cuándo nos volveremos a ver — respondi— Es el padre de tu hijo ¿lo has pensado bien? — me preguntó — Y el supuesto padre de un bebe de otra mujer ¿te parece suficiente? — le dije— No lo creo, Mark te ama mucho y perdona Katia, pero no lo veo capaz de hacerte eso a ti — me respondió— Dejemos esta conversación, me hace sentirme incómoda, ¿cómo
Los días fueron pasando, aunque cuando sonaba mi móvil y veía en la pantalla el nombre de mi amiga Johana, ponía mala cara ya que siempre terminabamos discutiendo con el tema de Mark, aunque yo siempre le decía lo mismo, que necesitaba tiempo y que ya no estaba tan segura de los sentimientos hacia mí, del padre de mi hijo, pero ella siempre insistía en cuanto Mark me amaba y que esa mujer que decía que esperaba un hijo suyo, no era nada en su vida, pero yo siempre dudaba de que fuera verdad. Una noche fue Adam a buscarme a casa de mi padrino ya que tenia un evento y queria que lo acompañara, me puse un vestido negro largo, con escote palabra de honor y la espalda al descubierto completamente, me recogi a un lado el pelo y me pinte con colores que no eran muy llamativos, me marche del dormitorio entrando despues en el salón donde estaban mi padrino y Adam hablando, mirandome los dos de arriba abajo y viceversa sin decirme absolutamente nada, haciendo que me enfadara un poquito con los