SARA.—Pero… ¿Iremos al centro comercial? —tomé un aire profundo y asentí por cuarta vez hacia Liam, que cuando quería, era demasiado insistente.—Mi amor… vamos a ir. Solo qué mamá necesita ir a atender un asunto, ¿de acuerdo?Él asintió con su carita sonriente, mientras Dana me miró.—Falta muy poco… —asentí mirando al frente e indicándole al chofer que estacionara delante del auto que había frente a la tienda.—No vamos a comenzar, Dana… me casaré con Oliver, punto final.Bajamos en el instante y entramos a la recepción. Hoy haría todo el arreglo del buqué, y las flores que se utilizarían en la pequeña boda, que Oliver y yo habíamos planeado desde hace dos meses.Me senté en el sofá cuando nos indicaron que esperáramos a la encargada y solo pude mirar a mi pequeño que jugaba con su carrito.A pesar de que había pasado tanto tiempo, se me hacía un nudo en la garganta cada vez que miraba a mi hijo. Liam era como una miniatura de Adam. Como si su presencia me lo recordara cada nada, p
SARA.Literalmente empujé a Adam para ir al auto, pero ver que en su mirada solo estaba esa decisión, me había hecho helar los huesos.Le dije al chofer que arrancáramos cuantos antes, y solo cuando Dana puso la mano encima de mi brazo, comprobé que estaba titilando y que incluso había derramado algunas lágrimas.—No me odies… pero ese Adam… realmente es… —Dana comentó a mi lado y negué enviándole una mirada asesina.—Dana…—Lo había visto en fotos, lo juro… pero es tan alto…—¡Basta! —ella hizo una cosa con sus dedos como si cerrara su boca, y luego abrazó a Liam que estaba concentrado en su juguete.Recosté mi cabeza al asiento, y le indiqué al chofer llevar a casa a Dana para que se quedara con Liam. Yo necesitaba ir con mi hermano, con urgencia.Le di un beso a mi hijo cuando se bajó con Dana, y luego me contacté con Ale que estaba en un edificio cerca. Casi me tiré sobre él cuando llegué a la oficina, y lo miré con desesperación.—Adam está aquí… me… buscó… —mi boca tembló con ev
SOFIE.Miré la nota de Adam restregando mis ojos cuando me senté en la cama, y todo volvió a mí de nuevo como si me hubiese acabado de enterar de la verdad.“Espérame, me gustaría ir a casa contigo”Solté un suspiro y luego me di un baño para colocarme una sudadera de Adam y preparar un jugo para no irme con el estómago vacío, aunque no deseaba tomar ni agua. Lo que quería era enfrentar a mis padres, necesitaba sacar esta rabia que no cesaba en mí.Revisé mi teléfono para comprobar llamadas y cientos de mensajes de Jason… o, mejor dicho, Alexander Mars, pero bloqué la pantalla de inmediato y me di de prisa para alistarme cuanto antes.Eran las nueve y media de la mañana y tenía un dolor de cabeza debido a todo lo que había bebido ayer. Sin embargo, cuando encendí mi teléfono de nuevo para saber de Adam, obtuve una llamada suya.—¿Sofie? —su tono era muy agitado, e inmediatamente me preocupé.Estaría hablando con Alexander, ¿o algo que no supiera?—¿Hermano…? ¿Estás bien? Suenas un poc
ALEXANDER.La respiración se me hizo pesada cuando vi los dos autos estrellándose, e incluso la camioneta en la que me encontraba estaba aún andando cuando me lancé a la calle para correr detrás de Sofie.No… no… no.El humo se esparció por el lugar mientras la gente se arremolinó para ver el suceso. Tomé la manilla del auto de Sofie, para abrirla, pero incluso por el fuerte golpe, estaba bloqueada. Los vidrios estaban arriba y me desesperé cuando vi su cabeza pegada al volante y no respondía a mis llamados por el vidrio.—¡Sofie! —sentí un dolor profundo en la garganta. El hombre que chocó con ella se bajó del auto teniendo su frente que tenía unos hilos de sangre y me quedó mirando con miedo.—Iba en mi carril… yo… —casi corrí hacia la otra ventanilla sin prestarle atención, porque partir el vidrio con ella tan cerca sería muy peligroso, y solo grité a mis hombres que estuvieran listos para irnos al hospital en cuanto la sacara de ese auto.Partí el vidrio del copiloto, quité el seg
SARA.No necesitaba preguntarle a mi hermano, quien era el primero en venir de la familia Musk para saberlo. Incluso entender que lo vería a los ojos de nuevo, unas horas después de nuestro primer encuentro, era suficiente para hacerme temblar.Odiaba sentirme tan débil por el hombre que quería odiar con todas mis fuerzas, y por más de que intentara razonar sobre todo lo que estaba pasándonos en este momento, no entendía por qué de este modo.Todo se había volteado en mi vida en un solo día, y ni siquiera podía saber cómo poder enfrentarme a Oliver después de que me quedé sin palabras delante de él ante esa pregunta.Literalmente estaba perdida. Todo este tiempo en que mantuve oculto a Liam de la prensa y de la vida de mundo, no había servido de nada, todo lo que planifiqué se había desmoronado en un solo día, y solo por la presencia de Adam como la última vez.Me sentaba y me ponía de pie cada nada y miraba a mi hermano que estaba perdido en sus pensamientos.Su mirada se alzó de un
SARA.Decir que una pesadez y un ambiente sombrío inundó el lugar, era quedarse corto para todo lo que había y se sentía en esta sala de espera.Las miradas de estos dos hombres habían capturado el momento, y sentí un temor apremiante cuando uno de ellos habló:—Faltaste a tu palabra… ahora atente a las consecuencias… —papá hizo una mueca ante la amenaza de Noah, y ladeó la cabeza.—Tu hijo se metió con la hija equivocada… —mi ceño se frunció con profundidad y en el momento, miré a Adam que estaba caminando hacia ellos.—Este no es el momento… ¿Se han vuelto locos? ¡Mi hermana acaba de tener un accidente!Alex también fue a interponerse y le preguntó a papá:—¿Por qué estás aquí? Te dije que no vinieras…—¿Y dejarlos solos… a merced de este?—Papá… ya basta. Hablaremos de esto en otro momento… —Alex masculló, pero papá no se inmutó y no dejó de quitar su mirada en Noah Musk.Adam hizo lo posible por tomar del brazo a su padre y lo movió hacia un lado como si le reclamara, mientras Emm
SARA.Adam y su familia salieron en el momento en que Emma se desestabilizó un poco, pero fue muy evidente notar la mirada de ella encima de mí como si quisiera decirme alguna cosa.Caminé nuevamente hacia la sala de estar, y mi teléfono timbró con el número de Dana en la pantalla.No sabría qué hubiese hecho sin ella a estas alturas. Cuando quise contratar una niñera de tiempo completo, y vi aparecer a Dana frente a mí después de varios intentos fallidos, y fue un alivio cuando Liam congenió a la perfección con ella, y además, se había vuelto casi como mi mejor amiga después de algún tiempo.Yo podía contarle a Dana las cosas que no podía compartir con mi hermano, y lo que otra mujer podía entender a la perfección.—¿Liam está bien? —pregunté un poco preocupada.—Sí… ahora mismo está dormido… aunque te pido disculpas adelantadas, comió un dulce…En este momento eso era el menor de mis problemas.—Bien… iré en cuanto termine aquí.—Si… yo también llamaba para decirte que Oliver llamó
ADAM.—¿Cómo te sientes hoy? —Sofie sonrió mientras una mujer que contraté, estaba atendiendo a Sofie los siguientes días. Allí puso una bandeja con frutas, y algunos dulces que le compré a mi hermana.—Me siento mejor… aún me da dolor de cabeza, pero creo que ya estoy recuperada… —Asentí con una sonrisa, y la miré largamente.De hecho, ella se veía mejor.Sofie había pedido quedarse en mi suite, mientras ella encontraba dónde vivir. Que, por supuesto, la estaba ayudando en eso.Mamá y papá me habían llamado en los siguientes días, pero les pedí que les dieran un espacio a Sofie para que ella pudiera tomar la situación con calma. Ella no lo sabía, pero hoy me reuniría por la mañana con ellos, y por la tarde, con Alexander Mars.El hombre me había contactado el día de ayer, y decía que necesitaba hablar conmigo con urgencia. Y yo, realmente también necesitaba hacerlo porque, en definitiva, Alexander era una pieza clave para Sara.Durante estos tres días había dejado en paz a Sara, pero