EMMA.Al día siguiente, cuando restregué mis ojos y me senté en esta amplia cama, solo pude ver la habitación iluminada, y el otro lado vacío.Tomé el aire recordando la noche anterior, y como había cerrado mis ojos después de escuchar esa oración. Lo más sorprendente de todo es que había sentido a Noah por la madrugada llegar a tocarme hasta terminar teniendo sexo, pero a diferencia de otras veces, no había esta ansiedad y prisa en él.Tomé mi cuello para apretarlo y me levanté esperando encontrarlo pronto.Me gustaría seguir con las preguntas, estaba inquieta con el montón de dudas, y por lo enigmático que era, pero cuando caminé por todo el apartamento, no había rastro de él, y solo me frené de golpe con la sábana apretándola sobre mi cuerpo, cuando un hombre en la puerta, me pidió disculpas con la mirada.—¿Desea que la lleve a casa? —Parpadeé varias veces un tanto confundida.—¿Dónde está Noah?—El señor ha salido de viaje…Y sentí una sensación en el pecho que me abrumó. ¿A esto
EMMA.Cuando sentí que estaba recuperando el aliento, escuché ese gritico particular.—Emma… —Andrea se soltó de Noah y caminó hacia mí tomándome del brazo—. Ven…Quería negarme por un momento, pero cuando mis ojos observaron los de Noah, y vi su impresión, levanté el rostro y caminé con Andrea hacia él.No tenía por qué huir, yo no era la que había mentido.—Cariño, ella es Emma… le debo mi vida… —apreté los dientes y asentí hacia él, sin embargo, Noah no apartó la mirada de mí cuando Andrea siguió—. Creo que esos tipos iban a secuestrarme o algo así… de hecho… cortaron su mano y…Noah dio unos pasos hacia nosotras, tomó mi mano para notar la venda. Podía escuchar su respiración atascada, acelerada, e irracional.Me giré hacia Andrea cuando ella frunció el ceño, sin atender su proximidad.—¿La conoces?—No… —mentí.—Por supuesto que la conozco… —la voz de Noah hizo que me estremeciera, y luego haló mi brazo—. Te irás con el chofer… hablaremos en casa… llevaré a Emma al hospital…En e
EMMA.El que Andrea era su hermana, explicaba muchas cosas, pero no quería más mentiras en mi vida, aunque pensándolo bien, él no tenía por qué obsesionarse conmigo, porque yo ya lo estaba de él.A pesar de mi vida vuelta mierd@, mi único pensamiento durante el día, era Noah.Me había obsesionado de cierta forma por su vida oscura. Quería saberlo todo, desde lo más simple hasta lo más complejo, y eso literalmente me tenía en una incertidumbre constante.Me quedé quieta cuando tomó mi rostro esperando que me calmara, y mirándolo fijamente dije lo que no quería decir.—No quiero esto… —Noah solo se quedó estático.—¿Estás segura? —asentí en contra de mi cuerpo, y de mis entrañas que solo querían que él se hundiera en mí.—Sí… vete…Él intentó tomar mi rostro, pero me soltó en el siguiente segundo, dando unos pasos atrás, y antes de irse, me dijo:—No voy a buscarte después de esto… quiero que lo sepas… —y quise correr detrás de él.—Está bien… no lo hagas.Noah me dio una última mirada,
EMMA.Pasaron dos días desde que vi a Noah, y fue imposible hacer algo bueno para resolver el problema en menos tiempo.Era jueves por la tarde cuando volví a enviar el archivo. En la planta no había secretaria, y el teléfono de la oficina había sonado tantas veces como había sido posible, pero no me competía a mí atender esos asuntos.Cuando le di enviar a sus socios el correo, agregué una nota dando una disculpa por la situación, y me dejé caer en la silla sabiendo que había terminado todo por hoy.Tenía planeado llamar a Noah por la noche para avisarle, pero después que intenté a su número más de diez veces y enviaba a la contestadora, solo me hundí en la bañera completamente, sabiendo que debía desistir.Tal vez estaba haciéndose el duro, pero no podía hacerle ver que su mentira no significó nada para mí cuando estaba tan herida, y él sabía exactamente lo que había pasado.Y al siguiente día llegó la tarde y yo ya me encontraba desesperada.Estaba a punto de abandonar la planta cu
EMMA.Solo lo pensé por un momento… Y la opción donde no estaba Noah en mi vida de alguna forma me desquiciaba en este instante. Sabía que en algún momento él se esfumaría de mi mundo, pero… ¿Estaba dispuesta a terminar todo solo por el miedo de que algún día ya no viviera esto?No quería.Aunque entendía que mi estado emocional no me ayudaba mucho. Necesitaba a Noah ahora.Su mirada estaba quieta en mis ojos. Siempre seguro y firme, un hombre que no titubeaba para decir o pedir lo que quería.¿Cómo, en toda una vida, pude haberme topado con alguien como él?—Sí… —mis palabras se deslizaron por mi garganta y salieron de mi boca de forma simple.Sin duda, sin esfuerzo…Vi cómo él aspiró con fuerza e incluso su cuello se hizo más grueso.Sus dedos comenzaron a delinear mis manos, y a subir por todo mi brazo de forma exquisita, mientras todos mis vellos le indicaron que era el dueño y señor de todas estas emociones que se desencadenaban en mi cuerpo ante su tacto.—Hay algo por hacer an
EMMA.Noah masticaba su comida en silencio, y yo hice lo mismo cuando me sonrió.—¿Qué? —me preguntó tomando su copa de vino y negué.—Sé que me has dicho que te atrajo mi fragilidad… y que todo en mí demostró que estaba en la mierd@… pero, ¿solo te atraen las mujeres indefensas?Y sentí que se tensó un poco.Tomó la servilleta para limpiarse la boca, y luego me miró.—No es solo eso Emma, no busco indefensas… cuando una persona está lastimada, está susceptible, y puede experimentar las cosas con más intensidad… son más llevaderas, y por supuesto, más entregadas.Asentí.—¿Desde cuándo tomaste la decisión de tener relaciones esporádicas, y de alguna forma poseer a la persona que está contigo ante esa fragilidad…?Noah apretó su mandíbula y negó.—Nunca hablo de ese tema con nadie, nunca expondré mi causa, nena…Claro. Yo no iba a ser la excepción. Así que cambié el curso de la conversación.—Dijiste que proteges a Andrea… ¿Alguien quiere hacerle daño?Él negó de nuevo.—No a ella… a m
EMMA.—Es increíble, aún no puedo creerlo siquiera… y me alegra tener otra persona con la que hablar… —Sonreí con el entusiasmo de Andrea, incluso sin que ella lo supiera, también estaba emocionada de su compañía.Porque de cierta forma, es como si una parte dulce de Noah estuviera conmigo.Nos habíamos reunido una semana después de que él compartió mi contacto con ella, y recibí una invitación para arreglarnos las uñas por la tarde, y luego concluiríamos con una cena.De cierta forma me sentaría bien, ya que Noah había hecho un viaje de tres días, y en este punto, ya estaba ansiosa.—¿Cuántos años tienes? —Ella me sonrió soplando sus uñas de las manos, entre tanto arreglaban la de sus pies.—20… y ¿tú?—23…—¡Wooow…! Mi hermano es un enfermo. ¿Sabes cuantos tiene él? —asentí.—Por supuesto… aunque no debes sorprenderte. Debes haberlo visto con una cantidad enorme de mujeres.Andrea se puso seria, y luego intentó hacer como si no escuchara lo que dije.—Cuéntame más de ti… —ella forzó
EMMA.Las noticias de los resultados del cierre de proyecto que Noah había firmado no tardaron en aparecer, y literalmente tuve que clavarme de cabeza para hacer las gestiones, mientras Noah me dio la libertad de manejar las estadísticas, y distribuirlas a como quisiera planificarlas.Andrea no me llamó desde de esa noche, aunque le dejé unos mensajes para que supiera que podía hablar cuando quisiera conmigo.Recibí algunos mensajes de ella de que estaba estudiando para el final de sus exámenes, y no le di mucha importancia al asunto, porque estaba ocupada con los preparativos del viernes, y mi cita vainilla con Noah.Sin embargo, sabía que su conducta había sido extraña, aunque en Noah siempre había visto un inmenso instinto de protección por su hermana.Reservé un lugar lindo, y nada costoso cerca del puente Verrazano-Narrows, porque su paisaje siempre me había parecido precioso, y papá recurría llevarme allí casi todos los fines de semana.Debía comprar el helado y las películas pa