EMMA.No sé por qué a estas instancias aún no había esa dicha instalación de “oficina provisional” que Noah había prometido para mí.Hoy era viernes en la mañana y seguía aquí en su despacho, en su silla, y en su computadora, y no había hablado del tema de en qué momento iba a pasarme a otro sitio.Tal vez Noah decidió que no haría tal instalación cerca de él. Estaba conociéndolo un poco, y su fuerte era estar solo. Ahora entendía que no le gustaba compartir con la gente la mayoría del tiempo, y esto me explicaba a la perfección por qué su secretaria estaba instalada casi pegada al ascensor, muy lejos de su oficina, y que estuviera solo en esta enorme planta, donde podía tener una mejor distribución.Resoplé a mi flequillo, y luego mandé a imprimir un récord de fin de semana para que Susy lo pusiera en los archivos, y luego me centré en el proyecto que Noah había aceptado la semana pasada.El abogado me llamó ayer para decirme que seguramente habría un juicio, y que seguramente comenz
EMMA.Había escuchado a las personas decir que en algunos momentos todo su alrededor desaparecía por un instante y todo su ser se concentraba en un evento preciso.Esto es lo que me pasaba cuando Noah estaba a la vista, y cuando su boca, succionó mi lengua como si estuviese reclamándome alguna cosa. No pude evitar hacer un sonido que murió en su garganta, para indicarle que me estaba doliendo.De inmediato me soltó y luego con su pulgar me limpió los labios.—Hermosa… mucho… —sonreí para él y luego di un asentimiento.—Estaba ansiosa en saber lo que pensabas de mi atuendo, sin ropa interior…Lo vi apretar la mandíbula y mirarme con amenaza.—No me lo recuerdes… aún…—Tengo varias preguntas… —su ceja se alzó asomándome el brazo para que caminara con él.—Me extrañaría si no las tuvieras…Noah me presentó a la gente que aún no conocía, a la mayoría, a decir verdad, mientras nuevos hombres se agregaron al círculo, quizás un poco curiosos por la nueva compañía que, en este caso, era yo.
EMMA.Al día siguiente, cuando restregué mis ojos y me senté en esta amplia cama, solo pude ver la habitación iluminada, y el otro lado vacío.Tomé el aire recordando la noche anterior, y como había cerrado mis ojos después de escuchar esa oración. Lo más sorprendente de todo es que había sentido a Noah por la madrugada llegar a tocarme hasta terminar teniendo sexo, pero a diferencia de otras veces, no había esta ansiedad y prisa en él.Tomé mi cuello para apretarlo y me levanté esperando encontrarlo pronto.Me gustaría seguir con las preguntas, estaba inquieta con el montón de dudas, y por lo enigmático que era, pero cuando caminé por todo el apartamento, no había rastro de él, y solo me frené de golpe con la sábana apretándola sobre mi cuerpo, cuando un hombre en la puerta, me pidió disculpas con la mirada.—¿Desea que la lleve a casa? —Parpadeé varias veces un tanto confundida.—¿Dónde está Noah?—El señor ha salido de viaje…Y sentí una sensación en el pecho que me abrumó. ¿A esto
EMMA.Cuando sentí que estaba recuperando el aliento, escuché ese gritico particular.—Emma… —Andrea se soltó de Noah y caminó hacia mí tomándome del brazo—. Ven…Quería negarme por un momento, pero cuando mis ojos observaron los de Noah, y vi su impresión, levanté el rostro y caminé con Andrea hacia él.No tenía por qué huir, yo no era la que había mentido.—Cariño, ella es Emma… le debo mi vida… —apreté los dientes y asentí hacia él, sin embargo, Noah no apartó la mirada de mí cuando Andrea siguió—. Creo que esos tipos iban a secuestrarme o algo así… de hecho… cortaron su mano y…Noah dio unos pasos hacia nosotras, tomó mi mano para notar la venda. Podía escuchar su respiración atascada, acelerada, e irracional.Me giré hacia Andrea cuando ella frunció el ceño, sin atender su proximidad.—¿La conoces?—No… —mentí.—Por supuesto que la conozco… —la voz de Noah hizo que me estremeciera, y luego haló mi brazo—. Te irás con el chofer… hablaremos en casa… llevaré a Emma al hospital…En e
EMMA.El que Andrea era su hermana, explicaba muchas cosas, pero no quería más mentiras en mi vida, aunque pensándolo bien, él no tenía por qué obsesionarse conmigo, porque yo ya lo estaba de él.A pesar de mi vida vuelta mierd@, mi único pensamiento durante el día, era Noah.Me había obsesionado de cierta forma por su vida oscura. Quería saberlo todo, desde lo más simple hasta lo más complejo, y eso literalmente me tenía en una incertidumbre constante.Me quedé quieta cuando tomó mi rostro esperando que me calmara, y mirándolo fijamente dije lo que no quería decir.—No quiero esto… —Noah solo se quedó estático.—¿Estás segura? —asentí en contra de mi cuerpo, y de mis entrañas que solo querían que él se hundiera en mí.—Sí… vete…Él intentó tomar mi rostro, pero me soltó en el siguiente segundo, dando unos pasos atrás, y antes de irse, me dijo:—No voy a buscarte después de esto… quiero que lo sepas… —y quise correr detrás de él.—Está bien… no lo hagas.Noah me dio una última mirada,
EMMA.Pasaron dos días desde que vi a Noah, y fue imposible hacer algo bueno para resolver el problema en menos tiempo.Era jueves por la tarde cuando volví a enviar el archivo. En la planta no había secretaria, y el teléfono de la oficina había sonado tantas veces como había sido posible, pero no me competía a mí atender esos asuntos.Cuando le di enviar a sus socios el correo, agregué una nota dando una disculpa por la situación, y me dejé caer en la silla sabiendo que había terminado todo por hoy.Tenía planeado llamar a Noah por la noche para avisarle, pero después que intenté a su número más de diez veces y enviaba a la contestadora, solo me hundí en la bañera completamente, sabiendo que debía desistir.Tal vez estaba haciéndose el duro, pero no podía hacerle ver que su mentira no significó nada para mí cuando estaba tan herida, y él sabía exactamente lo que había pasado.Y al siguiente día llegó la tarde y yo ya me encontraba desesperada.Estaba a punto de abandonar la planta cu
EMMA.Solo lo pensé por un momento… Y la opción donde no estaba Noah en mi vida de alguna forma me desquiciaba en este instante. Sabía que en algún momento él se esfumaría de mi mundo, pero… ¿Estaba dispuesta a terminar todo solo por el miedo de que algún día ya no viviera esto?No quería.Aunque entendía que mi estado emocional no me ayudaba mucho. Necesitaba a Noah ahora.Su mirada estaba quieta en mis ojos. Siempre seguro y firme, un hombre que no titubeaba para decir o pedir lo que quería.¿Cómo, en toda una vida, pude haberme topado con alguien como él?—Sí… —mis palabras se deslizaron por mi garganta y salieron de mi boca de forma simple.Sin duda, sin esfuerzo…Vi cómo él aspiró con fuerza e incluso su cuello se hizo más grueso.Sus dedos comenzaron a delinear mis manos, y a subir por todo mi brazo de forma exquisita, mientras todos mis vellos le indicaron que era el dueño y señor de todas estas emociones que se desencadenaban en mi cuerpo ante su tacto.—Hay algo por hacer an
EMMA.Noah masticaba su comida en silencio, y yo hice lo mismo cuando me sonrió.—¿Qué? —me preguntó tomando su copa de vino y negué.—Sé que me has dicho que te atrajo mi fragilidad… y que todo en mí demostró que estaba en la mierd@… pero, ¿solo te atraen las mujeres indefensas?Y sentí que se tensó un poco.Tomó la servilleta para limpiarse la boca, y luego me miró.—No es solo eso Emma, no busco indefensas… cuando una persona está lastimada, está susceptible, y puede experimentar las cosas con más intensidad… son más llevaderas, y por supuesto, más entregadas.Asentí.—¿Desde cuándo tomaste la decisión de tener relaciones esporádicas, y de alguna forma poseer a la persona que está contigo ante esa fragilidad…?Noah apretó su mandíbula y negó.—Nunca hablo de ese tema con nadie, nunca expondré mi causa, nena…Claro. Yo no iba a ser la excepción. Así que cambié el curso de la conversación.—Dijiste que proteges a Andrea… ¿Alguien quiere hacerle daño?Él negó de nuevo.—No a ella… a m