EMMA.Todo fue extremo desde el momento en que las puertas del ascensor se cerraron y la secretaria de Noah desapareció de su planta.Si me hubiesen dicho estaba mañana cuando me miré en el espejo, que mi oscuro jefe me propondría un trato como este, jamás lo hubiese creído, ni en todos los sueños húmedos que tuve con él.Noah desajustó su corbata con una extrema calma, que en el momento en que se me cayó el maletín de las manos, solo pude apoyar mi cuerpo en esa mesa grande, y apreté el extremo del vidrio, mientras el sudor en mis manos, me hacía resbaladiza.Noté como al abrir su camisa, se expusieron los tatuajes de Noah y eso me excito más, aunque nunca había sido amante de la tinta en el cuerpo.Él caminó hacia mí mientras mi pecho subía y bajaba del puro miedo, y cuando estuvo frente a mí, bajó sus manos hacia mi vestido, y pasó toda su palma desde mis pechos, vientre y finalmente por la línea de mis piernas, hasta que llegó a las rodillas para separarlas.—Excelente elección de
EMMA.—¿Recuerdas aquel contrato que rechazamos el viernes? —parpadeé varias veces después de que él me soltó la boca, y que incluso un ardor hizo que lamiera mis labios por la fuerza de su beso.Este hombre era de acero. Acabamos de literalmente tener sexo desenfrenado en el escritorio de su secretaria, y ahora me estaba hablando de trabajo.Lo vi como tiró el preservativo en el bote de basura, y se ajustó sus pantalones. Cerró su camisa, y luego me miró esperando una respuesta.Me bajé de la mesa y arreglé mi vestido todo lo que pude, para luego tomar el maletín.—Lo recuerdo…—Hoy vamos a hablar con unos nuevos contratistas… en una cena —esperaba que no me diera otra tarde libre—. Así que tenemos un trabajo largo durante el día… ven a mi oficina.Asentí incrédula, pero lo seguí.No hubo una sola palabra de lo ocurrido. Trabajamos todo el día en su oficina, y a las 5:00 pm dijo que iba a su casa a ducharse, y que podría llegar al restaurante, del cual me dejaría la ubicación en un m
EMMA.Nunca había pensado que después de tener un orgasmo, podría seguir excitada. Y eso era lo que pasaba ahora que Noah estaba besándome hasta el alma en un ascensor.No había muchas palabras entre nosotros, y aunque tenía muchas preguntas por hacerle, simplemente ahora no era mi prioridad, y parecía que responder, tampoco era la suya.Mi cuerpo fue alzado por sus brazos, y mientras sus dientes se encargaban mi cuello, yo buscaba desesperadamente su boca, porque, descubrir como danzaba su lengua dentro de mí, me había vuelto dependiente de esa emoción.No me detuve a ver el espacio a donde llegamos, el sitio permaneció con luces bajas, y él siguió caminando rápido como si estuviera ansioso por llegar alguna parte.Y cuando sentí que nos metíamos en una oscuridad apremiante, levanté la vista, para notar que no podía ver absolutamente nada.—¿Noah? —y solo una luz muy tenue se encendió sobre nuestra cabeza, pero no podía divisar nada alrededor que no fueran nuestros cuerpos agitados—.
EMMA.Abrí los ojos de golpe, y me senté en una enorme cama cuando me sentí perdida.Todo mi alrededor era desconocido, pero se trataba de una habitación amplia, lujosa, y muy iluminada.—Buenos días… —mis ojos se fueron a esa voz, más ronca por la mañana.—Buenos días… —Respondí e incluso noté que él ya estaba perfecto en su traje gris.—Se te hace tarde… —moví mi cabeza hacia ambos lados.Todos los recuerdos se hicieron presentes, pero no uno por el cual había llegado hasta aquí.—¿Sabes dónde están mis cosas? —a pesar de muchas preguntas que tenía, fui básica, y él negó mirando mi cuerpo desnudo.—Tal vez en el auto, ascensor… enviaré por ellas, y las traerán —Él caminó hacia una parte de la habitación desapareciendo y luego salió con una percha en su mano—. Hace días lo compré para ti… puedes colocarte esto para el trabajo.Lo puso en la cama, y noté que era un vestido negro hasta las rodillas, pero por supuesto en estilo era precioso.Asentí.—¿Vas a esperarme?—No… no iré a la o
EMMA.—Emma… el señor Musk te llama… —miré a Susy con el teléfono inalámbrico extendido hacia mí, y me apresuré en tomarlo. Había apagado mi teléfono después de que Estela no dejó de llamarme luego de nuestra discusión, y aunque quería morirme, me había puesto a trabajar como una desquiciada.—Hola… —respondí en tono bajo mientras la secretaria salió de la oficina y cerró la puerta.—Emma… te he llamado…—Lo siento… —giré mi silla y me levanté—. Apagué el teléfono…—Susy me ha contado lo de ese hombre…Arrugué el ceño.—¿Cómo lo sabe?—Todo el edificio lo sabe… —y mis mejillas se tiñeron de la vergüenza.Apreté mi boca queriendo llorar de nuevo y recosté la cabeza en el vidrio.—Hay una publicación en el periódico sobre nosotros, ahora me acusa de serle infiel.—Está desesperado por ganar… es solo un idiota.—No, Noah… —un sollozo salió de mí sin poder contenerlo—. Jhon… él me ha dicho que se acostó con mi madre… ¿Puedes creerlo? Mi madre…Hubo un silencio largo mientras lloré un poco
EMMA.—Hay mucho a favor y en contra… pero lo más importante de este proceso son las pruebas…Restregué mis ojos, y luego negué.—Esa mujer nunca va a declarar en contra de él y decir que es su amante… —le dije al abogado y él se ajustó sus gafas.—Eso depende… recuerde para quien trabajo…Ahora nos encontrábamos solos en la oficina a mitad de semana. Noah, por supuesto, no había venido desde el inconveniente.Su misterio era demasiado para mi estabilidad. A veces aparecía y dejaba sus estragos y luego desaparecía como si nunca hubiese estado.—¿Y qué tiene pensado? —pregunté, pero el abogado me miró y luego volvió a sus apuntes.—Haré algo… ¿Me puede decir que tienen en común? Me refiero a los viernes materiales… —asentí describiendo todo junto a una acción que mi padre me dejó en su empresa de neumáticos. El resto era de mamá, y no me importaba.Pasamos varias horas en el asunto, y luego de que terminé con él comencé un trabajo que tenía acumulado de algunos proyectos.El abogado di
EMMA.No sé por qué a estas instancias aún no había esa dicha instalación de “oficina provisional” que Noah había prometido para mí.Hoy era viernes en la mañana y seguía aquí en su despacho, en su silla, y en su computadora, y no había hablado del tema de en qué momento iba a pasarme a otro sitio.Tal vez Noah decidió que no haría tal instalación cerca de él. Estaba conociéndolo un poco, y su fuerte era estar solo. Ahora entendía que no le gustaba compartir con la gente la mayoría del tiempo, y esto me explicaba a la perfección por qué su secretaria estaba instalada casi pegada al ascensor, muy lejos de su oficina, y que estuviera solo en esta enorme planta, donde podía tener una mejor distribución.Resoplé a mi flequillo, y luego mandé a imprimir un récord de fin de semana para que Susy lo pusiera en los archivos, y luego me centré en el proyecto que Noah había aceptado la semana pasada.El abogado me llamó ayer para decirme que seguramente habría un juicio, y que seguramente comenz
EMMA.Había escuchado a las personas decir que en algunos momentos todo su alrededor desaparecía por un instante y todo su ser se concentraba en un evento preciso.Esto es lo que me pasaba cuando Noah estaba a la vista, y cuando su boca, succionó mi lengua como si estuviese reclamándome alguna cosa. No pude evitar hacer un sonido que murió en su garganta, para indicarle que me estaba doliendo.De inmediato me soltó y luego con su pulgar me limpió los labios.—Hermosa… mucho… —sonreí para él y luego di un asentimiento.—Estaba ansiosa en saber lo que pensabas de mi atuendo, sin ropa interior…Lo vi apretar la mandíbula y mirarme con amenaza.—No me lo recuerdes… aún…—Tengo varias preguntas… —su ceja se alzó asomándome el brazo para que caminara con él.—Me extrañaría si no las tuvieras…Noah me presentó a la gente que aún no conocía, a la mayoría, a decir verdad, mientras nuevos hombres se agregaron al círculo, quizás un poco curiosos por la nueva compañía que, en este caso, era yo.