—No lo vas a creer … Pero —solté en un pequeño suspiro. Me miró con curiosidad. Aspiré con fuerza y lo solté. »Es mi primera vez, al menos la primera vez de ir a un nivel más… profundo. Me miró con un gesto de incredulidad reflejando una mezcla de sorpresa y ternura. —¿En serio? —preguntó con curiosidad. Retrocedió un paso. Asentí, me sentí tonta. —Sí… No voy a decir que antes no hice otras cosas, pero nunca avancé a algo más intenso—me volví a sonrojar, él entendía perfectamente lo que quería decir—. Es que…quería que fuera algo especial con alguien especial… Me miró fijamente acariciando un mechón de mi cabello. Su voz sonó aterciopelada y ronca. —¿Estás segura de querer continuar? ¿Crees que yo lo merezco? Eliminé la distancia cubriendo sus labios con los míos y solté en ellos. —Tú eres ese alguien especial. Sonrió y me rodeó con sus brazos levantándome con gran facilidad. Caminó lentamente hasta el mueble y me depositó suavemente sobre él. —Entonces ha
Me guió hacia la ducha, el agua caliente cayó sobre nosotros, él tomó una esponja y empezó a pasarla con suavidad por mi espalda. Sus manos se movían con una delicadeza que contradecía la pasión en sus ojos. Cada caricia parecía una promesa y cada movimiento una declaración de deseo. Tomé la esponja e hice lo mismo, con cuidado comencé a trazar cada línea marcada de sus definidos abdominales. Sentía cada músculo bajo mis dedos, la firmeza de su piel, la calidez de su cuerpo. Sus ojos seguían cada movimiento, observando como exploraba su torso con curiosidad y deseo. Era la oportunidad de cumplir todas mis fantasías. Sonreí al descubrir los puntos ocultos donde tenía los otros tatuajes, tenía algunos en los muslos, pero el que realmente llamó mi atención fue el tatoo que tenía en su pelvis. Mi curiosidad se encendió aún más, bajé la mirada al igual que mis dedos y empecé a trazar las líneas, él seguía cada movimiento. Era un dragón que parecía cobrar vida con cada respiración de Alan
Narra Alan. Me casé con Vanessa porque creí que estaba enamorado y quería formar un futuro con ella. Y digo creí porque ya no estaba seguro si de verdad había hecho lo correcto y si lo que sentía era amor verdadero. Al principio todo fue bonito, quise apostar por el amor aún sabiendo que éramos polos muy opuestos con gustos tan diferentes, valía la pena intentarlo. Recuerdo cuando me presentó a su familia, mi primera impresión al ver a Alexia fue pensar; nos hemos visto antes. Sentía esa extraña sensación, pero ella me dijo que tal vez la confundí. Me pareció una chica muy guapa. Con el paso del tiempo pude darme cuenta que lo único en común que tenían eran sus padres ya que eran totalmente diferentes. Recuerdo el primer intento fallido de acercamiento que tuve con Alexia, esa noche fui a un club con un amigo; él era dueño de un salón de tatuajes. Estaba a un mes de casarme con Vanessa. Salía del baño cuando escuché una voz que se me hizo muy conocida, sin dudarlo me acerqué y
Pero casi nunca coincidíamos. Yo seguía sintiendo que ella me evitaba, o tal vez imaginaba cosas que no eran. Las pocas veces que coincidimos, la observé detenidamente. Sabía, por lo que me había contado Vanessa, que Alexia tenía un carácter fuerte y no era fácil de gobernar. Me sentía muy incómodo cada vez que mi suegro hacía un mal comentario, comparándola con Vanessa. Estudié sus gestos uno a uno en esos momentos. Ella siempre respondía con sarcasmo y nunca se quedaba callada. Admiraba como mantenía su postura firme, sin dejar que los comentarios negativos la afectaran visiblemente. A veces, me preguntaba si su resistencia y fuerza eran una forma de protegerse de los juicios de los demás. Esa faceta de su personalidad me resultaba fascinante. Alexia era una persona compleja y cada vez más, sentía la necesidad de entenderla mejor.También pude notar la relación tan cercana que tenía con Luca. Vanessa decía que entre ellos había algo, solo que no lo confirmaban. Efectivamente, pude d
Me perdía en mis propios pensamientos, siempre que Vanessa la enviaba a ella en su lugar pensaba; me encantaría que Vanessa fuera como ella, me tratara como lo hace ella, se preocupara por mí, incluso que me escuchara como ella lo hace, que al menos demostrara que le importo. Incluso que me mirara como lo hacía Ale en algunas ocasiones. Definitivamente no estaba de acuerdo para nada con mi suegro, Alexia no tenía que aprender nada de Vanessa, era Vanessa la que debería aprender de su hermana. De verdad quería creer que solo era curiosidad. Mientras trabajaba en mi estudio, su imagen llegó repentinamente a mi mente. Tomé una hoja y comencé a trazar algunas líneas que fueron tomando forma: un rostro perfecto con unos ojos hermosos y una sonrisa endiablada. Su cabello revuelto por el viento y la expresión en su rostro irradiaban una sensualidad innegable. Terminé el dibujo y me quedé mirándolo durante varios minutos. Era la primera vez que me había sentido impulsado a dibujar el rostro
Quise ignorar lo que el corazón me gritaba, quise ignorar mis pensamientos, según yo todo solo era producto de una terrible confusión, pero entonces vi a Giovanni, la manera en que la miraba, la desvistió y volvió a vestir con la mirada y quién sabe cuántas más cosas le hizo, empecé a sentir un ardor insoportable en el interior que iba creciendo, eran celos, estaba seguro. Esa fea sensación no la había sentido nunca antes.Intenté contener esos feos sentimientos, me repetí; no eres nadie, no tienes ningún derecho, pero también me invadieron unos pensamientos posesivos; como quisiera que fuera mía. Gracias a ella todo se realizó como estaba planeado, además de hermosa era muy inteligente, se desenvolvió de una manera impresionante, agradecí internamente cuando Giovanni se despidió, de esa manera no seguiría mirándola con tanto descaro, me la iba a desgastar. El vino que fluía por mis venas en ese momento me hacía ver con más claridad esos deseos oscuros que yo quería reprimir. La mir
Sonreí endiabladamente cuando descubrí su tatuaje oculto, vaya que era fuego puro; quería arder en esa llama… también sonreí por la casualidad, dos fuegos mezclados se convertirían en incontrolables. Lo que ella provocaba en mí era demasiado intenso; me estaba quemando por dentro y sentía que necesitaba apagar ese fuego o dejar que se hiciera aún más grande. Cada mirada, cada roce, cada sonrisa suya me consumía. Entonces, en un momento ella soltó algo que jamás esperé escuchar: "Es mi primera vez."Sentí una mezcla de sorpresa, incredulidad y un profundo orgullo. El privilegio de hacerla mía, de ser el primero en conocer esa parte tan íntima de ella, era algo que jamás había imaginado. Mi corazón latía con fuerza, una sonrisa de orgullo se dibujó en mi rostro. En ese instante, supe que ese momento quedaría grabado para siempre en mi memoria. Me acerqué lentamente cuidando cada movimiento, cada gesto. Quería asegurarme de que se sintiera segura, que entendiera que este momento era t
Su presencia me daba una libertad que me embriagaba. Sentía que el mundo se desvanecía a nuestro alrededor, dejando solo la intensidad de nuestros corazones latiendo al unísono. Lo mejor de todo era que, por primera vez en mucho tiempo, me sentía completo, auténtico. Y eso me estaba encantando más de lo que podría haber imaginado…Desde que sus ojos azules llamaron mi atención, una fantasía estuvo rondando mi mente, una que nunca pensé que se cumpliría. Le pedí con las voz cargada por el deseo que se pusiera de rodillas. La miré fijamente, sintiendo como mi corazón se aceleraba mientras ella se movía lentamente hacia el suelo. Sonreí al verla caminar. Cada segundo que pasaba, algo crecía dentro de mí. Sus ojos, tan intensos y profundos me miraban con una mezcla de curiosidad y deseo alimentando aún más mi fantasía.Cuando finalmente estuvo de rodillas, su mirada se encontró con la mía, el mundo pareció detenerse. Esos ojos azules, ahora a la altura perfecta, me observaban con una in