Narra Matías.— Claro que no lo hice por esa razón bebí descontroladamente, estaba muy enfadada con él y conmigo por creer que iría a mi lado, pero él regresó a mí esa noche— no me quedó más que echarme a reír para no gritar desenfrenado.—¿Por qué ríes?— se notaba intrigada.— ¡¡Joder quien estuvo esa noche en tu cama fui yo, no ese maldito!! Me sentí celoso y muy ofuscado. Sentí que era injusto que tú vivieras tu falacia mientras yo me la pasaba viéndote a escondida como un puto cabrón, así que decidí acercarme. Esa noche tropezaste conmigo, ¿lo olvidaste? —Eras el extraño de la capucha que evitó que me cayera. — Me señaló con su dedo índice—con razón el recuerdo de esa noche era tan confuso y distinto. La noche de nuestra boda antes de que me dijeras quien eras mi subconsciente me gritaba que conocía tu cuerpo, tenía el presentimiento de que ya me habías adorado— Me quede atontado, y mis cejas alzadas no era por la incredulidad, sino por el asombro de escuchar tal confesión.— Soñ
Narrador.— ¡¿Por qué usted me ha pegado de ese modo?!— el hombre que giró con el rostro tenso y con claras intenciones de pegarle se quedó perplejo.—¡Es una mujer! — murmuró pasmado, ya que ese golpe fue tan fuerte que supuso que habría sido un hombre y al verla relajó sus facciones tensas por el enfado momentáneo.— Realmente me confundí— Ella no sabía cómo disculparse, ni siquiera podía formular las palabras correctas y en medio de su aturdimiento y bochorno, vió entre los dedos de la mano izquierda del hombre al que ha golpeado un cigarrillo acabado de encender, y por esa razón se encontraba en esa posición, en la que ella imaginó que estaba haciendo algo indebido. — Juro que le confundí con un amigo.Volvió a decir entrelazando los dedos de las manos, y con mirada desorbitada.—Me hubieras confundido de manera distinta, tal vez dejando un beso en mí yo con gusto hubiera lo disfrutado. — El chico empezó a coquetearle y ella después de la gran vergüenza por su manera tan bochorno
Narrador.Ignacia se removió entre los brazos de su esposo que la tenían aprisionada como una jaula bien asegurada y consiguió soltarse de esas manos que le sujetaban los bíceps y luego pugnó a zarpazos contra las colchas que le inmovilizaban las piernas, consiguiendo una vez más liberarse, pero tanto fueron sus movimientos que no midió el espacio entre el piso y la cama que cuando supuso que podía levantarse su cuerpo dio tremendo impacto contra el suelo que terminó por despertarla completamente y de su garganta brotó un lamento de dolor.—¡Por Dios, Ignacia!, ¡Maldita sea, no te harás daño! — Matías se tiró tan rápido de la cama que terminó sus exclamaciones cuando la ayudaba a levantarse, totalmente asustado de suponer que algo malo le ha pasado al reciente embarazo con dicha caída.Mientras que ella aspiró grandes bocanadas de aire. —Tengo náuseas —le hizo saber con voz entrecortada, pero él no entendió dado que tenía una mano en la boca al agitársele las tripas. Se precipitó a
Narrador.En cuanto Matías pisó la entrada de la pequeña empresa de Sebastián, sus empleados que estaban a la espera de que se declarara el cierre de la misma, se quedaron asombrados al suponer que ese hombre que andaba tan escoltado sería el inversionista del que tanto se habló.—Debe ser él, nada más mira cuánta seguridad y elegancia. A ese caballero se le nota lo adinerado a distancia. — Matías podía escuchar las murmuraciones de las recepcionistas.—Ojalá se instale en la empresa, necesitamos carne fresca para trabajar con ganas. — Tras escuchar eso sonrió negando con la cabeza. Encontrando chistosos los comentarios que hacían esas mujeres. La secretaria de Sebastián le comunicó sobre la visita y Claudia que no se había despegado de él después del asunto del hospital aplaudió al escuchar que todo había salido como lo supuso.—Parece que el nuevo padre de tus hijos ama a su esposa. ¡Es una lástima! Me gustaba mucho, porque es muy guapo el hombre de hielo— manifestó burlona, sin i
Narrador.Matías se levantó arreglando su ropa con mucha calma y elegancia, — veo que eliges tenerme como un enemigo. Ganarás ese juicio, incluso obtendrás un beneficio económico que será muy inferior al que te ofrezco ahora, pero terminarás acabado, siendo el hazmerreír de todo el país— Matías generalizó todo con el movimiento circulatorio de su dedo; — incluso todo esto igual lo vas a perder como que me llamo Matías Quintana. «El maldito tiene razón los abogados se quedarán con más de la mitad de lo que lograré sacarle a este hombre por vía de Ignacia lo cual será una miseria por qué estoy seguro de que con la fortuna que tiene podría aplastarme cómo a un gusano, y de paso no dormiré en paz y menos podré sacar mi empresa adelante» pensó en todas sus opiniones dándose cuenta de que como Matías le había dicho lo mejor era tenerlo de su lado.—¡Detente! — El llamado de Sebastián se escuchó desesperado cuando vio que Matías empezó a andar hacia la salida de su oficina y Matías que odia
Narra Matías.Ignacia tiene el don de hacer que la quieran con facilidad, y presiento que ella se comporta tan bonita para lograr tener el cariño y la confianza de todos, aunque no entiendo con qué propósito, si igual no dejará de ser mi esposa sin importar que todos la aborrezcan.—Mamita no vamos a volver a ese hospital, duele que me pinchen— escucho como mi preciosa niña se queja, arrugando su nariz al recordar la incomodidad en su bracito.—No amor, ya no volveremos nunca más, porque papito Matías se ocupó de que tú e Ivan reciban el tratamiento aquí en casa y serán medicamentos totalmente ingeridos. — Ella que está sentada con ellos en la orilla de la piscina con los pies dentro del agua chapaleando de vez en cuando y yo estaba a sus espaldas.Miré a mi tía y ella me hizo una seña para que me mantuviera en silencio y así lo hice no dije nada, solo empecé a comer la galleta que estaba en mi mano.—Amo mucho a mi papito, mamita no lo dejaremos nunca ¿verdad? — sonreí dándole una s
Narra Ignacia.Dejando a Matías con su enferma protección fui en busca de Luisa a la que no he visto en horas, y no entiendo cómo es que se desaparece dentro de esta hacienda, si se suponía que ella se iba a sentir cohibida pero la muy socarrona parece que ha encontrado su propia diversión dejándome a mí en segundo plano.Iba a tocar la puerta de la habitación cuando escuché a mi espalda— Ina, ¿estás buscándome?—En cuanto me giré ya mis ojos se encontraban entrecerrados.—¿Por qué sonríes cómo mono con mil bananos en frente?— Ella aplastó los labios para esconder su alegría, mientras se pasaba un flequillo de cabello inexistente por detrás de la oreja.—No me estoy riendo, solo estaba paseando para respirar un poco, no quería estar en medio de tu guerra con Matías ahora que ustedes andan destapando secretos. Es algo incómodo estar entre ambos. — Sus ojos iban de un lado a otro, notándose que claramente era un pretexto.—¡No te preocupes!, mi guerra con Matías está pausada por nueve me
Narrador.Ignacia sentía muchas dudas. Tantas que quería saber qué había hecho Matías para evitar que ella tuviera que acudir ante un juez de familia, ya que claramente sabía que lo hecho es un acto que es penalizado porque deliberadamente había engañado a su exesposo al hacerle creer que era el padre de su hijo cuando en realidad no lo era. Aunque con el asunto de Camil no tenía culpa igual se le suma porque nadie podría creer en ese cuento de un hombre que se metió a su cama y la hizo creer que había sido Sebastián cuando en realidad era otro, muy distinto en todos los sentidos.Ahora estaba acostada sobre su pecho pensando en todo y le daba miedo hablar sobre esos temas que ellos habían cerrado de una manera medio pacífica.—¡Pregúntame!— Ella se espantó cuando el ronco de esa voz tan varonil hizo vibrar el pecho que utilizaba como almohada.«Será brujo»Sintiéndose aturdida respiró tan profundo que le dolió el pecho por haber inhalado tanto aire.—¿Cómo sabes que quiero hacerte