Andrade lo miró fijamente durante unos segundos, tratando de descifrar si Papadakis estaba amenazándolo o no, pero el hombre no parecía intimidado en lo más mínimo. Finalmente, Andrade decidió salir de la casa sin decir nada más. Mientras pensaba que no sería ese hombre quien terminara descubriendo sus secretos, los cuales por mantenerlo estaba dispuesto a todo.Enseguida a su mente se llenó de los sucesos del pasado, o por lo menos como se los contó su tía.“Su madre, era junto con Aria y Arantxa las mejores amigas, ella siempre estuvo enamorada de Felipe Galanis, pese a ello, este nunca tuvo ojos para ella, enamorado como estaba de la madre de Arion Aetón. El día cuando Aria dio a luz, el hombre terminó embriagándose porque no pudo estar cerca de su hijo y de la mujer que amaba, por eso tomó demasiado, hasta quedar por completo en estado de embriaguez y tuvo intimidad con su madre, pero al día siguiente la echó de la casa sin contemplaciones, no sin antes obligarla a tomarse la past
Maya se sintió tan cómoda, en sus brazos, al punto de aspirar el aroma del hombre, cerró los ojos, imaginándose que eran una pareja feliz, que estaban juntos y que ese pasado doloroso no existía, hasta que de pronto la imagen del pequeño Eton llegó a su mente y la rabia se agitó en su interior.—¿Por qué Arion? ¿Por qué hiciste eso? —inquirió Maya, en un sollozo, pero el hombre no entendía, porque para él la mujer en sus brazos era Némesis.—¿De qué hablas? ¿Qué hice? No te estoy entendiendo —manifestó Arion.Ella se dio cuenta de que habló de más y corrigió la situación.—No te preocupes… son nervios —dijo en un tono suave de voz.Por su parte, Arion sentía su cuerpo vibrar ante el contacto de la mujer, y por eso la apartó un poco para poner distancia, pero ella se aferró a sus brazos.—Por favor, no me dejes, te lo pido —pronunció duraron abrazados por un tiempo.Unos minutos después, el flujo de energía se reactivó en el elevador, y las puertas se abrieron, por unos segundos espera
Las palabras de la mujer lo golpearon como una tonelada de ladrillos. Nunca se había planteado la posibilidad de casarse y menos que ella terminara proponiéndoselo a él, pero ahora que la escuchó planteárselo, no le pareció mala idea, todo lo contrario, era la solución perfecta. No solo le ayudaría a adoptar al niño, sino que también tendría la oportunidad de descubrir que ocultaba Némesis, ¿Por qué se parecía tanto a Maya? Era una situación en la que todos salían ganando.—¡Está bien! Acepto casarme contigo.—Déjame y llamo a mi abogado para que relate las condiciones del contrato —respondió ella con tranquilidad—. Y que se encargue de organizar la boda, después de firmar, nos casamos en una ceremonia íntima, sin invitados ni familiares presentes, solo los testigos.Arion estuvo conforme y Némesis sonrió por lo bien que había salido todo, ahora podría estar cerca de Arion y además, conseguiría su ansiada venganza. Llamó a su abogado y le explicó lo que necesitaba, un contrato de matr
Como Andrade no respondía, Arion le repitió la pregunta.—Te hice una pregunta ¿Eres hijo de Felipe Galanis?—No tengo por qué dar respuesta a tu pregunta… no me interesa ponerte al tanto de mi vida —expresó, después observó a Némesis y agregó—. Ya sabes a qué atenerte Némesis… la decisión está en tus manos.Dicho eso salió del despacho dejando a la mujer un poco alterada, ella se sentó en la silla sin poder ocultar su preocupación.—¿Quién es ese hombre que te altera? ¿Tiene poder sobre ti? —inquirió Arion sin dejar de observarla.Ella se quedó en silencio, sabía que no podía decir nada, porque cualquier cosa que dijera, podía ser usada en su contra, por eso prefirió mentir.—No te preocupes, él no tiene ningún poder sobre mí. Ahora, vayámonos que nos está esperando el abogado para firmar los papeles de contrato, lo firmaremos en el mismo Registro civil ante de la ceremonia. Ambos salieron de allí en el mismo vehículo conducido por Arion, ella estaba nerviosa, aunque temía las conse
Cuando Arion procesó lo ocurrido, salió corriendo tras de Némesis para hablar con ella sobre lo que acaba de descubrir. La alcanzó y la tomó del brazo, impidiéndole seguir adelante. Ella se detuvo y lo miró con una expresión de temor, el corazón del hombre saltó en su pecho de alegría al posarse de nuevo en el rostro de la mujer.—¿Qué te pasa? —le pregunta Némesis—. ¿Por qué estás actuando de este modo?Arion la mira fijamente a los ojos y le respondió: —Te he descubierto, Némesis. ¡Sé que eres Maya! No sé cómo dejé convencerme de que no eres, pero claro que eres ella, tus gestos, tus expresiones, la caída de la comisura de tus labios cuando estás enfadada.Ella lo vio y lo miró de manera desafiante. —¿Quieres apaciguar el tormento de tu conciencia? ¿Qué le harías a esa pobre mujer para ponerte en ese estado que ahora ansías de que yo sea ella? —cómo vio la duda en su rostro agregó—. No busques donde no hay “esposo” —pronunció arrastrando la palabra con un tono de burla. Se liberó
Arion salió con Eton, a Esparta, una ciudad ubicada a dos horas y media de Atenas, condujo mientras el niño iba en el asiento trasero, viendo a todos lados y haciendo preguntas de todo lo que veían a su paso.Cuando llegaron se dirigieron a Mystra directamente, el sector donde vivía su padre, se bajó en la dirección que le había dejado su madre, cuando llegó a la entrada dio su nombre, esperó varios minutos para que le permitieran la entrada.—Buenas tardes, por favor sería tan amable de anunciarme con el señor Felipe Galanis —saludó al mayordomo y este se sorprendió de tal manera, que le fue difícil simular su impresión, por el gran parecido con su jefe.—Si, señor, pase adelante mientras lo anuncio con el señor.Cinco minutos después lo pasó a un salón donde encontró a un hombre sentado en una silla de ruedas, cuando levantó la vista se quedó impresionado con el parecido entre ellos, tanto que no le quedó duda al mayor que se trataba de su hijo.—Eres hijo de… —antes de que pudiera
Arion sostuvo a Felipe mientras pedía auxilio, enseguida llegó el mayordomo quien llamó al número de emergencia, mientras Eton miraba asustado a su padre.—Tranquilo hijo, no te preocupes, todo estará bien —le dijo al pequeño para tratar de calmar su angustia.Para su alivio los paramédicos llegaron en pocos minutos y lo trasladaron en una ambulancia, Arion se fue detrás de ellos en el auto con su hijo, quien miraba con una expresión asustada, porque le recordaba cuando la mujer que lo crio se accidentó. —Papá ¿Ese señor es mi abuelito? —Si hijo, él es mi padre biológico —respondió Arion sin poder contener su preocupación.—¿Se va a morir como mi mamá? —preguntó con preocupación.—Espero que no mi amor, hay que pedir mucho para que eso no ocurra —pronunció el hombre, al mismo tiempo que se pasaba la mano por la cabeza en un gesto de desesperación.Cuando llegaron al hospital, él tomó la mano de su hijo, como no lo quería hacer correr, lo cargó entre sus brazos, y corrió al interior
Maya comenzó a llorar y a pesar a que su cuerpo estaba a punto de colapsar, agarró al pequeño Eton y lo pasó al asiento delantero mientras lloraba y gritaba enloquecida.—¡Mi hijo! Mi pequeño… ¡Ay Dios! Esto es un sueño, mi hijo vivo ¡¿Cómo fue posible?! —exclamaba la mujer entre sollozos.Entretanto Eton la miraba con miedo.—Papá ¿Ella es tu esposa? ¡Creo que se volvió loca! —habló con un tono de voz a punto de quebrarse.—Maya, por favor, tranquilízate lo estás asustando... ¡Cálmate mi amor! —le suplicó mientras se paraban a un lado de la calzada.—¡Es mi hijo! ¿Tienes idea de cuánto lo he llorado? ¿Cómo he sufrido y llenado mi corazón de odio por haberlo perdido? No te imaginas como mi corazón quedó destrozado, cómo perdí las ganas de vivir y si no hubiera sido porque días después supe que estaba esperando un bebé… —ella se calló al darse cuenta de lo que iba a decir, sin embargo, Arion ya se había dado cuenta de la verdad.—¡Escúchame! Debes calmarte, iremos a un hotel y hablarem